La muerte de una deidad

Todo comenzó con una negativa. 

La deidad le ofreció todo: Poder, riqueza, muchos servidores, mucha comida, mucha bebida. Todo se lo presentó con visiones tentadoras, capaces de hacer mella en el corazón de aquellos débiles de voluntad. Todo a cambio del matrimonio. 

Pero él se negó a su petición, pues no quería atarse a ningún bien material. O más bien porque conocía de sobra la reputación de aquella deidad entre sus pares. 

Entonces el mundo se inundó en la oscuridad; la deidad ofendida comandó a sus más fieles servidores a cubrir el sol durante más de 3 días. Su reputación, como supuso él, le precede: No sabe lidiar con una negativa. No sabe cuándo aceptar que no todos doblan las rodillas ante otros solo por tratarse de algún privilegiado. 

Y no supo, pues, que con ello marcó su destino. 

Todo estaba fríamente calculado, todo estaba escrito: Un lazo verde alrededor de su cabeza sería la señal de su ejecución. Una flecha sería la mensajera de su muerte escrita. 

Su muerte sería la liberación del sol, quien brilla con todo su esplendor. 

Nota de la autora:   El presente relato está basado en un antiguo mito chino que leí en el libro Mitología clásica china, de Gabriel García – Noblejas, que me habían prestado para transcribir unos relatos. 

El mito narra la vida y aventuras del mítico héroe el Señor de los Graneros, famoso por su fuerza y astucia; en una de esas aventuras se topa con una deidad acuática, la cual insistía en casarse con él. Por supuesto, al ver que él no accedía, se convirtió en un insecto volador y, comandando un gran ejército de semejantes seres, cubrió el sol por más de 10 días hasta que el Señor de los Graneros, astuto, le regaló una cinta verde; ésta le sirvió para poder ubicar bien a su objetivo y matarle con una flecha.