La flor y la abeja — Fotografía y cuento

Érase una vez una flor y una abeja que se amaban. Cada día se encontraban y se abrazaban como si no hubiera mañana. Pero la flor delicada y sensible sabía que ella no era la única en la vida de la abeja. La abeja tenía otras flores que visitaba cada día, a las que amaba igual que a ella y la sensible flor sufría por no ser la única en la vida de su amante la abeja. La abeja nunca decía nada, sólo llegaba todos los días y la abrazaba. La abeja pensaba que la flor no sabía de sus andadas, pero si lo sabía y le dolía.

La flor seguía brillando y brindando su hermosura, a pesar del dolor que sentía en su corazón, callándose la amargura que la asaltaba en su interior. Y la abeja sigue viniendo todos los días a visitarla, ignorando el dolor de la flor, creyendo que ella no sabe nada por lo inocente de su corazón. Pero la abeja es así, no puedo vivir sin alguien más, necesita de otras flores para poder amar.

La flor se sentía adolorida pero sabía que sin su amante abeja no viviría. No la dejaba ir por miedo a morir, por miedo a que la belleza de su corazón no fuera vista por otra abeja.

Mientras tanto siguen viéndose, la flor esperando ser la única y la abeja esperando que ella no se entere. Siguen en un ciclo de no acabar. Esta es la historia de una pareja que no se quiere separar.

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Este es mi post para el concurso diario de fotografía organizado por @juliank

Fotografías de mi autoría, tomadas con: Huawei P7.

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Eres siempre bienvenido a leer y compartir las experiencias, emociones y sentimientos me muchas veces me embargan y me consumen, además de cualquier cosa que salga de mi cabeza.

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