De regreso llego a la universidad y uno de mis amigos me grita: ¡YANILKAAAA! Nunca entendí porque mi nombre es YELKIM jajaja… Aquí comienza el drama. Claro, escuchando que me desmayaría, vería mucha sangre, mareos y para de contar aquel súper bullying.

Confieso que los nervios no eran nada normal. Mis manos peor que el polo norte y los latidos del corazón como un redoblante en plena en plena orquesta sinfónica en vivo jajaja…

Los cambios son necesarios, buenos o malos pero siempre necesarios. Lo importante es sentirse feliz con las acciones y decisiones, pues este camino es muy corto para complacer a otros. Hay que disfrutarlos sin tantos prejuicios, tabúes y pensando en el qué dirán.

Resulta extraño porque era un artista con prejuicios, adaptado a patrones “normales” que al final del día no me hacían sentir bien y tome la decisión de expresar lo que llevo por dentro.

Salí del área de confort porque estamos diseñado para lo diferente, lo no común, lo que poco se atreven a hacer y sobre todas las cosas ser un loco que muchos señalan pero que poco conocen.