LAS FLORES DE SIOMARA (bitácora 8) - 14 de noviembre de 2018: Sequé semillas de ají para germinar
Project Management es la gerencia de un proyecto. Incluso los proyectos caseros necesitan una organización. Muchas veces para llevarlos a cabo requieren de un diseño y un plan de acción: al menos buscar materiales variados y tener las herramientas para poder empezarlo. Yo decidí hace unos meses que quería practicar la siembra doméstica. Nunca he sembrado nada, así que no tengo experiencia con el cultivo. Sin embargo a mi madre, mis abuelas y sus hermanos siempre se les dio esa actividad, de modo que en mi casa o en el entorno siempre ha habido árboles y huertos.
¡A Mendel no le mandaron a sembrar
como tarea de la universidad!
El método científico se basa en el control de la experimentación, es decir, la recolección de los datos, la atención a los detalles de los procesos que se ejecutan,... La importancia en la documentación de la experiencia radica en la posibilidad de analizarla para reproducirla, mejorarla, manipularla, etc.
La teoría del project management se basa en el adecuado ejercicio del control con la finalidad de cumplir un cometido: hay que tener un objetivo. En pro del alcance del mismo, debe diseñarse un plan. El plan debe tener determinadas características para que encajen en nuestro presupuesto, inclusive, los posibles imprevistos. Tomarlos en cuenta puede también ayudarnos a ir resolviéndolos en cuanto vayan apareciendo, y no decepcionarnos cuando cualquier cosa salga mal. "Si algo malo puede pasar, pasará". ¡Lo dijo Murphy! Saber que es así contribuye a que llevemos el ritmo de avance.
Muchas personas simplemente prestan mucha atención, o son muy metódicos y por naturaleza saben con precisión lo que están haciendo. Otras, como yo, debemos pensar y anotar las cosas más relevantes.
No sabía que sembrar podía ser tan complicado
Aunque había dejado de contarles (mi última bitácora fue hace 29-30 días) me he mantenido atendiendo, además de la universidad y (casi) todo lo demás, lo concerniente a mi siembra. Así que empezaré a contarles.
En mi bitácora anterior les decía sobre 3 “fases” necesarias para llevar a cabo un proyecto personal, que considera: en primer lugar, el diseño del plan a partir de la previsión de todo lo necesario; en segundo lugar, la factibilidad que considera el presupuesto, la adaptación a las posibilidades y también toma en cuenta la ayuda que podríamos recibir o necesitar; en tercer lugar la definición del contexto del proyecto, cuya finalidad es decidir si queremos realizarlo, ofrecerlo a alguien, o desarrollarlo de manera teórica como un proyecto de tipo científico que podamos conservar para ejecutar en el futuro.
Lo primero que yo hago, siempre, siempre, es planificar, que para mí es determinar todo lo que voy a necesitar para empezar.
¿Qué necesito? Necesito todo el material que requiere al menos la primera fase, necesito al menos saber qué iré necesitando a medida que el proyecto vaya avanzando, y también cómo ejecutar adecuadamente. Además necesito tener alternativas, formas de resolver los inconvenientes que se presenten y planes alternos para compensar el margen de error.
Cuando buscamos en internet –que fue lo que hice yo– sobre, por ejemplo, cómo sembrar ají, nos vamos a topar con una cantidad de testimonios y consejos de personas que cultivan sus huertos en determinados climas, además de que la tierra es diferente así como los vegetales y su interacción con el ambiente. Por esa razón tuve inconvenientes desde el principio… Los germinadores para mis semillas de ají.
SEMILLAS DE AJÍ + UN POCO DE TIEMPO
No encontré información tan concreta que me guiara para obtener mis semillas. Una fuente en particular sugirió que el ají del que se tomaran tenía que estar maduro; entonces tomarlas y ponerlas a secar: yo lo hice literalmente, y obtuve unas semillas con buen aspecto pero apenas amarillentas.
Semillas extraídas de un ají maduro, y luego expuestas al sol por varios días
Esas las puse a secar porque lo aprendí hace un tiempo; durante un viaje a Caripe, estado Monagas, Venezuela, tuve una fugaz experiencia de siembra en un área cercana al pueblo. Esas que coloqué a secar son las amarillentas. Pero en Caripe lo que vi fue que las semillas que se siembran son las que se toman de las frutas que se han descompuesto y secado de manera natural; por eso yo tomé de la nevera un ají que estaba muy maduro, casi ya descomponiéndose, y lo dejé terminar de secarse colocándolo a sol por varios días.
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Semillas de un ají expuesto al sol por varios días, y posteriormente fueron extraídas
Mis dos grupos de semillas de ají usados
NOTA IMPORTANTE (1):
Los frutos de los cuales extraje las semillas estaban en la nevera.
Basándome en su inmanente potencial teórico,
no debería ser motivo para que no germinaran mis plantas.
En las próximas bitácoras voy a mostrarles el resto del proceso,
mientras espero evidencias de éxito o fracaso de mi intento.
Los frutos de los cuales extraje las semillas estaban en la nevera.
Basándome en su inmanente potencial teórico,
no debería ser motivo para que no germinaran mis plantas.
En las próximas bitácoras voy a mostrarles el resto del proceso,
mientras espero evidencias de éxito o fracaso de mi intento.
Consultar fuente aquí
Me pareció muy bonito e importante compartir con ustedes esto.Lo que significa, en otras palabras, es que una semilla encierra un potencial esencial de vida, diseñado para soportar condiciones ambientales extremas, una de las cuales es la ausencia de agua, que cuando acaba determina entonces el comienzo de la vida de la planta.
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