Nueve Inconclusas Historias de Amor | Cuarta Evocación: Carta a la Bella Durmiente
Carta a La Bella Durmiente
Respetados compañeros de viaje en la comunidad de Steemit:
Con este relato, doy continuidad a la serie que he denominado “Nueve Inconclusas Historias de Amor”, en la que, a través de evocaciones, escritas en primera persona, rescato, en el tiempo, mis vivencias, las de personas muy cercanas a mí y otras historias que presencié o me fueron contadas, con el propósito de formular y defender mi tesis que las verdaderas historias de amor, nunca mueren, aún en el caso que no se desarrollen linealmente, como cabría esperar, en el mundo real.
Fuente: Pixabay
Escribir acerca de lo mucho que he crecido desde que nos encontramos, seguramente lo encontrarás reiterativo, hasta el aburrimiento.
Recordar las emociones con las que has avivado mi espíritu, sin proponértelo, y quizás hasta sin darte cuenta, sería vano y hasta cruel, especialmente si este mensaje llegara, alguna vez, a ser leído por tus hermosos ojos haciendo propicio el milagro de sintonizar, percepción e interpretación, en medio de tantos asuntos que ocupan y ocuparán tu mente prodigiosa.
Precisar el número de veces que, tu gran agudeza y amplio conocimiento de las ciencias y las artes modernas y postmodernas, ha puesto en aprietos mi absurda pretensión de ser capaz de darle una respuesta a cualquiera de tus preguntas, me llevaría tanto tiempo como contar las fuentes que me has suministrado para seguir contando y creando historias.
Y sin embargo, en tanta aparente cercanía confluencia y, hasta coincidencia, estamos tan lejos...
Lejos en tiempo, en espacio y modo, limitados por diseño a conjugar verbos, esencialmente, diferentes sin posibilidad de otro futuro distinto a precederte y sucederte en el encuentro de nuestros destinos.
¿Cuántas veces te he esperado? Seguramente tantas como las veces que no has llegado.
¿Cuántas veces te he atendido? Más de las ocasiones que lo solicitaste.
Y a pesar que estoy consciente que éste es un sistema de ecuaciones incompatible, no cambio ninguno de los instantes de encuentro y desencuentro por la posibilidad mínima de lograr al menos una solución que permita, sin producir una discontinuidad permanente que aprecies, entiendas y especialmente valores, lo mucho que te he amado y lo mucho que hoy, mientras escribo, te extraño.
Te extraño porque cuando coincidimos, surgen nuevas soluciones a problemas viejos.
Te extraño por mi necesidad de expandir con tus luces, la paleta de colores con la que interpreto la vida sumándole los matices e intensidades que no hubiera percibido si no fueras mi caleidoscopio favorito, el mejor de todos.
Y, especialmente, te extraño por llenar con tu presencia, la copa que me embriaga con la vanidad propia de la eterna juventud, plena y definitiva, combustible necesario para embarcarme, con ánimo y vigor, a recorrer esperanzado la segunda mitad de mi vida.
Cuenta conmigo cuando me necesites, yo te anhelaré cada vez que sueñe.
Y estaré contigo…cuando despiertes.
Yo.
Hermano @mjcarvajalp, me he deleitado con la profundidad y fuerza de tu elegante prosa hecha poesía.
De inicio a fin quedé maravillado con la historia, y qué decir del cierre: "Cuenta conmigo cuando me necesites, yo te anhelaré cada vez que sueñe", simplemente sútil.
Gracias por compartir tus excelentes historias.
Hugo: me complace tu lectura y, especialmente, tu aceptación y apreciación del mensaje subyacente en la evocación. Un fuerte abrazo.
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