Si bien Mercedes va a la casa de su madre durante todo el año, en estos días de Navidad suele ir con mayor frecuencia para ayudar a su madre en las diferentes tareas que ella, a sus 98 años de edad, todavía quiere realizar. Aunque su madre, Doña María, no tiene mucha fortaleza física para realizar cada una de las actividades que se propone a hacer, sí tiene esa fuerza moral, emotiva y ese amor para compartir con sus hijas, hijos, nietas, nietos, sobrinos, sobrinas y todos los que forman parte de su familia por lazos de sangre y los que son parte de la familia por lazos de amistad.

Doña María ha dedicado su vida a amar a su familia y a lograr su unión no sólo en los días de Navidad sino en todo momento durante el año. Desde hace años, ha utilizado cada día para hacer alguna actividad que involucre tanto a los niños como a los adultos. Así fue como se dedicó a planificar sancochos colectivos, desayunos en casa, meriendas para los niños y hasta partidas de dominó para lograr que todos participaran y se involucraran en dichas actividades.

Con el pasar de los años Doña María y toda su familia sigue manteniendo esa tradición familiar. En la Navidad Doña María aprovecha que muchos de los integrantes de la familia están de vacaciones y siempre con bastante antelación les pregunta, ¿en qué momento les gustaría hacer nuestra reunión familiar? Al pasar los años también han crecido muchos miembros de la familia y muchos otros tienen ya otros intereses. Doña María les sigue preguntando, con mucha antelación, ¿en qué momento les gustaría hacer nuestra reunión familiar? En los últimos años algunos de los integrantes de esa hermosa familia han dicho con antelación que no podrán estar por una u otra situación, otros dicen que ya no quieren estar por inconvenientes particulares o simplemente porque no van a estar disponibles para esa reunión. En estos últimos días, la negativa de muchos de los miembros de la familia a la reunión familiar hizo que Doña María les dijera a cada uno de sus familiares, obviamente con la ayuda de Mercedes, quien le hace disponible el medio por el cual puede comunicarse, ya sea en forma oral o en forma escrita, con cada uno. Doña María les escribió:

Sé que cada uno de ustedes tiene otras fiestas, otros eventos, otras actividades; sin embargo, si planificamos nuestra reunión lograremos reunirnos y compartir. Si hemos compartido todo el año debemos compartir durante esta temporada de Navidad. La familia debe estar siempre unida y cuando haya algunos inconvenientes, problemas o complicaciones no debemos alejarnos. Es en ese momento en el cual debemos estar más unidos. Si optamos por alejarnos entonces no valió la pena el tiempo dedicado por cada uno de nosotros y eso yo no lo puedo creer. Todo el tiempo que hemos compartido es amor, grandeza y fortaleza para nuestra familia.

Este mensaje fue grabado por Mercedes de la viva voz de Doña María y enviado a cada uno que la podía escuchar. A quienes no se lo enviaron vía mensaje de voz, se le envío como mensaje escrito por todas las formas que se podía. De esas formas Doña María no sabía a nivel de uso; sin embargo, para eso estaba también Mercedes como su ayudante eterna. Mercedes se decía a sí misma:

Mi mamá, a su edad, no se da por vencida y quiere que toda su familia siga unida. Ese fervor, ese amor y esa energía es la que la mantiene viva. Por eso yo sigo apoyándola para que pueda seguir cumpliendo sus sueños.

Hoy Mercedes llegó temprano y Doña María le preguntó si había enviado a todos los mensajes. A la pregunta, Mercedes le respondió:

Sí, mamá enviados todos los mensajes.

Doña María continuó diciendo qué quería hacer y lo que quería preparar para la comida del día.