Cuando Guadalupe Martínez se hizo una operación de cambio de sexo y se convirtió en monja, todos en el olvidado pueblito rural de Yaguaraparo lo vieron como la consagración de la maldición del hombre con el pene más grande del mundo. Nadie puede decir que él no haya tratado todo para vivir una vida varonil. Fue en sus desesperados intentos que su vida se volvió leyenda.

Guadalupe se crió en un pueblo donde niños y niñas compartían su inocencia y tiempo en un ambiente edénico. Eso fue hasta que otros padres se percataron de que su virilidad no podía ser contenida por los interiores regulares para niños. Los padres de Guadalupe habían venido de Cuba y terminaron en este remoto pueblo al noreste de Venezuela después de huir de la dictadura de Batista. El destino de Guadalupe estará conectado con el de un primo suyo, quien saldría de la isla unos años después huyendo de otro dictador, Castro, y quien jugará un papel importante en arruinarle la carrera a un presidente americano y convertir a una estrella porno en activista anti-pornografía.

Cuando Guadalupe tenía unos cinco años de edad, estaba un día jugando con una niña llamada Maura. Ellos habían visto a otros chicos más grandes y adultos atrapar camarones, bagres y otras criaturas del río “a mano limpia”. Así que aquí estaban en una poza charcosa, con el agua hasta el pecho, arreando unos peces, acercándose el uno al otro, cuando Maura anunció victoriosa:

Mientras Guadalupe crecía, las historias sobre el tamaño y forma de su pene crecían con él, tornándose cada vez más disparatadas. Él empezó a evitar a toda costa ser visto desnudo por padres o familiares. Ninguno de sus amigos se arriesgaba a fisgonear o a pedirle directamente que se los mostrara sin poner en riesgo su hombría y reputación. Según la leyenda, su pene era tan grande y fuerte que cuando orinaba en el monte, lo sacudía contra una mata de jabillo. Si han visto la corteza espinosa de un jabillo pueden tener una idea del impacto de tal afirmación.

Guadalupe no estaba para nada complacido con estos relatos descabellados. Nunca tuvo una iniciación sexual propiamente dicha y nunca pudo aspirar a su único interés amoroso, Maura, quien solo se alejaba cada día más con cada historia terrorífica de su amigo de la infancia. En estas tierras olvidadas de dios, sesenta o setenta años atrás, era bastante “normal” que un joven tuviera su primer encuentro sexual con algún animal de granja que supuestamente lo prepararía para la cosa de verdad. Sería bastante “normal” aún, si no se hubieran vuelto tan pobres que ahora resulta casi imposible encontrar algún animal de granja o bestia de carga en estos pueblos. El pobre Guadalupe ni siquiera tuvo eso. A los trece años una chiva lo circuncidó de un mordisco y a los 15 una mula lo golpeó en las bolas. Ambas criaturas supuestamente estaban horrorizadas ante lo que vieron y reaccionaron según dictaban sus instintos en el momento.

El joven Guadalupe crecía tan frustrado y amargado que empezó a dejar, a todo el que fuera lo suficientemente atrevido para intentarlo, que lo llevaran por el camino de la perdición. Hasta disfrutaba que lo llamaran Jesús. Este sobrenombre le sobrevino luego de que algunos eventos milagrosos se le atribuyeran a sus intentos por consumar algunos encuentros sexuales. Se decía que hizo hablar a Juana la muda, quien era sordomuda de nacimiento. Supuestamente, hizo que Socorro no solo caminara sino que corriera; ella había estado confinada a una silla de ruedas por más de veinte años, luego de una caída de un caballo. Le habían dicho a Guadalupe que ella sería su pareja perfecta dado el hecho que no sentía nada de la cintura para abajo. Guadalupe debe haber tocado una tecla clave allá abajo porque Socorro le dijo adiós a la silla de ruedas y al pueblo. También se decía que le devolvió la vista a una prostituta ciega. Ella lo había retado en público, lo había tentado de todas las formas imaginables y había alardeado de su flexibilidad e insaciable apetito, un sentido que había desarrollado más para compensar por su visión perdida. Esta mujer quedó viendo las cosas tan claramente después de tratar de domar a Guadalupe que hasta renunció a su ocupación y también se mudó para empezar una nueva vida.

Pero el milagro que los conservadores del pueblo le agradecieron de hecho a Guadalupe fue haber hecho que Lolo, un famoso marisco escandaloso y extravagante, renunciara a su homosexualidad al punto de fundar una iglesia que luego sería adoptada por los creyentes de la terapia de conversión.

En algún momento Guadalupe estuvo muy perturbado. Se sentía condenado a ser nada más que un espectáculo de circo, incapaz de amar o ser amado. Eran los años setenta y con la prosperidad que convirtió a Venezuela en una nación Saudita, como se le llamó, era muy fácil para cualquiera viajar al exterior, especialmente a los Estados Unidos. Así que, entusiasmado por algunos de sus amigos, especialmente por su primo Eugenio Martínez, y el revuelo sobre la pornografía Americana, personificada en actores como John Holmes, Guadalupe decidió probar suerte en Pornlywood. Dice la leyenda que Eugenio había proporcionado sin querer el título de una famosa película mientras bebía en un bar de Miami con un tal Virgilio González, en 1969. Un tal Gerard Damiano escuchó desde una mesa contigua a Eugenio decir que “una mujer tendría que tener una garganta muy profunda para aguantar el machete de Guadalupe.” Años después, Eugenio y Virgilio serán arrestados en el edificio de oficinas Watergate en Washington D.C., cinco días después del estreno de la exitosísima película de Damiano, Garganta Profunda. Irónicamente, ese fue el seudónimo que usó el informante que causó la caída de Nixon. Se dijo que el mismo Nixon (ya fuera de la casa blanca), a través de Eugenio Martinez, facilitó la llegada de Guadalupe a los Estados Unidos en el 75 con la sola misión, sin que lo supiera este, de vengarse de la actriz que popularizara el término. El año siguiente Lovelace se volvió loca y se convirtió en una activista anti-pornografía.

Mientras la identidad del informante Deepthroat eventualmente salió a la luz, la de Guadalupe se sumió en la oscuridad. Se cuenta que una vez en una habitación de motel abrió la biblia en Mateo 5:30. Esa fue suficiente revelación para él. Aprovechó que estaba en el país más desarrollado del mundo para deshacerse de su pesada carga con el dinero que ganó por cambiarle la vida a Linda Lovelace. Así, se convirtió en Sor Guadalupe. Dicen que murió en el convento de las Hermanas de la caridad del cobre, sin amor y desconocida, excepto por una monja que había sido prostituta en un pueblo olvidado de dios.