CORO. —En el principio, Todo, era oscuridad, y de la abismal carencia de luces, una pequeñísima protuberancia no nacida se mantenía inmóvil, callada, sin emitir ningún ruido, y de repente ¡vibra! Dando a luz a Música y a Deseo, y es ahí, desde el corazón de la no existencia que, aparece la veleidosa voluntad de amar. Voluntad es Eros, Eros es deseo, y Música su instrumento. Y Nada dejo de ser Nada, para convertirse en Todo. Nada y Todo, son los insignes gemelos contemplativos de sí mismos, y ahora son uno. Oscuridad es energía fusca, en cambio, Todo, es energía llameante, translucida imperante. Y por un momento, Silencio, calla a los que ya están; más tarde, Silencio, logra desvencijarse por un intervalo de la vacilante oscuridad a gusto de la sonoridad nerviosa, sinfonía amorosa, entonces, súbitamente, un misterioso ser expresa en medio de las celosías planetarias: “¡Oh! Dádivas del amor profundo, obsequio de pasión extraña ¡no os entiendo! Pero os amo. Continua en esa danza eterna, hermoso colibrí del espacio y sigue agitando graciosamente el espectro de vuestras alas hasta volveros táctil a mi gusto,” y añade alegremente: “Habéis derramado lágrimas inefablemente flemáticas. Por otro lado, facilitáis ininterrumpidamente lo mejor y más delicioso de vuestro amor alado. Indemne, mínima turgencia, punto llamarada, punto florido, eres pasión chisporroteada, asimismo, fuego abrazador, os movéis serpenteantemente ¡Oh! Deiforme de movimiento errático ¡enfriaos! Y entonces, llevare a cabo, lo que con mi mente he dibujado”. Todo y Nada, no reaccionaban ante el primer latido, la primera vibra, el primer respiro. Extasiados ante el hermoso espectáculo de la ínfima mota de luz, decidieron interrumpir a las ardientes y húmedas emanaciones de lo grácil, lo sutil, y lo hermoso.

                      COPYRIGHT © 2018 DAVID GILBERTO IRIARTE

Queridos steemians, el principal motor de esta obra ha sido mi amor por las por las culturas antiguas, en especial, la cultura griega y la egipcia, asi que, en esta saga os conseguiréis - me encanta hablar y escribir de esta forma- con personajes de las mitologías hitita, babilónica, asiria, persa, minoica...pero ustedes dirán "¿cómo se puede concatenar estas culturas si son de tiempos diferentes? la respuesta es esta: porque hay dos tiempos en el que se desarrolla la obra, tiempos que he denominado: tiempo mortal y tiempo divino. He jugado con estos dos señores a mi antojo, pero, no arbitrariamente. Y para los que no lo saben CORO y CORIFEO son los narradores de la historia.