¿Quién mató a Palomino Molero? es la octava novela de Mario Vargas Llosa, escritor Peruano ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010. El libro fue publicado por primera vez en 1986 y desde el título sugiere un motivo propio de novela policial. Sin embargo, esta obra, una de las más breves del autor, es mucho más que eso.

Es cierto que se trata de la investigación relacionada con el asesinato de un joven, Palomino Molero, que prestaba el servicio militar, pero dicha pesquisa también funciona como “excusa” para exponer otros temas como la violencia y la perversidad presentes en el ser humano; factores socio-políticos como la corrupción, el abuso de poder, el racismo y el clasismo, entre otros.
A pesar de su corta extensión (menos de 200 páginas) no debe considerarse esta novela como una obra menor de Vargas Llosa porque sin duda alguna contiene la firma del autor, esa impronta presente en otros títulos más reconocidos de su bibliografía: el uso del lenguaje, las diferentes voces, el equilibrio entre lo trágico y lo cómico, la denuncia social.
Además de las semejanzas de forma y fondo, hay ciertos rasgos que evocan otras obras (anteriores o posteriores) del autor:

• El cabo Lituma, uno de los protagonistas de la novela, aparece también anteriormente en La casa verde y posteriormente en Lituma en los Andes.
• En la novela se menciona la Casa Verde a la cual se refiere esa otra novela.
• Palomino Molero es un artista, canta boleros y toca la guitarra, que hace vida dentro de una institución militar. Tal es el caso de Alberto, el Poeta, un personaje de La ciudad y los perros, internado en un colegio militar. Respecto a los artistas y la vida militar, uno de los personajes en la novela de Palomino Molero dice que “Los artistas no deberían hacer servicio militar, tendrían que exceptuarlos”.
• En la novela se menciona un prostíbulo que pertenece a un hombre Chino, al igual que en Pantaleón y las visitadoras.
• Unos jóvenes amantes van a casarse, a escondidas, a otro pueblo cercano. Dicha aventura fue vivida también por Varguitas y su amada (aunque ésta no era tan joven) en La tía Julia y el escribidor.
• En uno de los radio teatros de Pedro Camacho, el escribidor de la novela mencionada anteriormente, aparece Lituma como personaje.

Estas interconexiones entre diferentes obras del escritor peruano ayudan a configurar su universo literario y enriquecen la experiencia del lector que ya conoce los espacios o los personajes de la lectura previa de esas obras.
Volviendo a ¿Quién mató a Palomino Molero?, durante la investigación, Lituma y su superior, el teniente Silva, son obstruidos por los esfuerzos del coronel Mindreau de echarle tierra al asunto del asesinato del joven, alegando no tener información relevante y tratando el caso como algo sin importancia. Poco a poco se irá revelando el por qué de ese encubrimiento, hasta desenredar todos los hilos de la madeja. Pero esa tarea, exitosamente realizada por Silva y Lituma, quienes actúan como si fuesen Sherlock Holmes y su ayudante Watson pero tropicalizados en el Perú de la mitad del siglo XX, les traerá consecuencias indeseables. La corrupción presente en la institución militar es tal que el éxito de la investigación es castigado.

Otra cosa destacable sobre el desarrollo de los acontecimientos es la forma en que el pueblo asume la muerte del joven Palomino y su esclarecimiento. Tras mucho indagar, finalmente el caso se resuelve y se expone con toda claridad. Pero la gente no lo cree. Tal es la desconfianza del pueblo en las instituciones del país, la incredulidad sobre sus méritos, que los mismos ciudadanos que en primera instancia clamaban la resolución del caso, son quienes al final comienzan a inventar otras versiones, a cada cual más inverosímil, a las que dan mayor credibilidad que a la versión oficial. Aunque pedían a los investigadores resolver el caso, estaban tan seguros de su fracaso, que el triunfo en la tarea es tratado como algo falso.
Con ecos de sus obras y de su trabajo previo, pero también con el sino de la tragedia griega, la fatalidad del amor shakesperiano y el olfato investigador de Sherlock Holmes, Mario Vargas Llosa ha edificado en ¿Quién mató a Palomino Molero? una novela bien trabajada, altamente recomendable para cualquier lector que se precie de serlo.