Caída Libre
Un saludo a todos, el siguiente relato fue inspirado por el arte digital de @xpilar, los invito a que visiten su blog. La imagen que motivó este relato es la siguiente.
Fuente
Caída Libre
Augusto estaba parado al borde de la caída de agua, bajo él, un precipicio de poco más de dos kilómetros de alto en el que la caída de agua se perdía entre una densa niebla. Era la primera vez que lo intentaría desde un punto tan alto, la atmósfera del planeta era tan delgada que a esta altura ningún paracaídas u otro medio que dependiese de la fricción del aire funcionaría para frenar el descenso.
Ajustó su visor y en él pudo ver la proyección de la ruta de caída esperada y la ubicación del rio en el fondo del precipicio. Tomó una larga inhalación de su tanque de oxígeno, retrocedió unos cinco metros del borde, volvió a inhalar y corrió hacia el borde para en el salto tomar la mayor distancia posible de la pared de roca.
No había manera de frenar la velocidad de su caída, por más que extendiera sus brazos y piernas, para desplegar la membrana que entre ellos había, la resistencia del aire era muy poca, sólo le quedaba ver como la capa de niebla se aproximaba rápidamente a él.
Entró en la nube y perdió todo de vista, por algunas escasas fracciones de segundo, sólo pudo ver el blanco de la capa de finas gotas de agua que permanecían precariamente suspendidas en la delgadez del aire, luego la aterradora visión del rio al fondo del precipicio acercándose a toda velocidad lo impactó, su visor le advirtió que sólo doscientos metros lo separaban del suelo, ahora el ligero aire empezaba a frenarlo un poco, pero no sería suficiente para reducir su velocidad que seguía en aumento.
Entonces a cien metros acercó piernas y brazos a su cuerpo para hacerse una bola en medio de su caída, en ese momento apremió los pulsadores que llevaban sus guantes en los nudillos de sus dedos índices, el estallido de cientos de boquillas expulsando nitrógeno en el interior de su traje sonó estruendosamente, mientras llenaban las cámaras que formaban toda su superficie.
Rápidamente su traje se convirtió en una bola amorfa que además de frenar aun más su descenso, amortiguó el impacto sobre la agitada superficie del agua y finalmente le dio flotabilidad para poder quedar boca arriba, recostado sobre el agua, impulsándose con los brazos para llegar a la orilla.
Texto de @amart29 y arte digital de @xpilar, Agosto de 2019
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Sólo me queda agradecer a @xpilar por permitirme usar su arte digital en mi publicación y por motivarla. Muchas Gracias @xpilar
Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima
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