Leía yo un artículo de charlotteneko intitulado "SALIR DEL CLÓSET"  y dije:

—Ay, no... Otra que se cambió de equipo...

Pero la revelación no era sobre ella; sólo hablaba de un amigo suyo que le confesó su preferencia por los helados de crema.

Quise comentar la publicación, pero vi que el comentario que se me ocurrió no se parecía a los que allí estaban; podía, incluso, ser mal recibido, así que me abstuve; me volví a mi rincón de olvido, sumido en profundas cavilaciones sobre evolución y alienación.

Alguna vez me tocó escuchar una confesión similar; a mí se me revolvió el estómago, entonces entendí mejor la expresión "digerir una noticia", que yo solía interpretar como algo dicho en sentido figurado, pero descubro que algunas noticias pueden, de verdad, afectar directamente las entrañas del individuo.

Hay tres temas sobre los que evito escribir, éstos son: política, religión y sexualidad. Y es que pienso que esos temas tienen en el fondo un núcleo de lava ardiente que es mejor nunca tocar. El nombre de ese núcleo es: Diferencias Irreconciliables.

Cada vez se ven más casos de gente que sale del clóset. Hay quien siente que esto acerca al mundo a la libertad plena, mientras que otros ven toda esta "revolución" como el principio de la caída de una sociedad que ha perdido el norte. Mientras algunos salen de su clóset, otros se ven obligados a encerrarse en otro clóset, el de la tolerancia forzada.

No quiero extenderme mucho aquí, pues tendría que tocar la lava con las manos, y no hay manera de salir ganando en eso. Una vez vi un programa de Cristina Saralegui que trataba el tema. Ese programa finalizó en una acalorada contienda. Ella terminó gritándole al televidente: ¡LEAN!... Y yo me preguntaba: ¿A quién vamos a leer? ¿Dónde está la verdadera autoridad sobre este tema? ¿Cómo vamos a discernir quién nos está informando y quién nos está contaminando? ¿Cómo es posible saber si esto es evolución o alienación?

Con respecto a ese tema, mi papá siempre ha tenido una posición muy ortodoxa: cero tolerancia. Una vez, sin embargo, lo escuché haciendo insólitas concesiones. Él decía:

"Yo estoy de acuerdo en que esa gente tiene derecho a vivir su sexualidad como mejor les parezca. Es más, yo pienso que deberíamos concederles una isla paradisíaca donde puedan tener suficiente espacio para su derrape y su mal vivir"...

Yo estaba casi en shock escuchando aquello, no entendía lo que estaba pasando. Pero luego dijo, en voz baja:

"y cuando se descuiden..., les ponemos una bomba... "

Ése sí es mi papá, El gran señor de la barba, héroe anónimo, caballero andante enderezando entuertos; galgo corredor, lanza en astillero y adarga antigua; hueso duro de roer, un verdadero Cromañón imposible de alienar.

Créditos del texto: Amaponian Visitor (@amaponian)
Hacer clic en las imágenes para ver la fuente

Introducemyself

Mis tonterías