Dentro del extenso mundo de los invertebrados, se encuentran muchos de los grupos de organismos con grandes capacidades para adaptarse y reproducirse exponencialmete dentro de ecosistemas alterados, por lo que fácilmente pueden convertirse en plagas y ser perjudiciales para otros seres vivos. Dicho grupo lo encabezan los populares insectos, pues, ya sabemos lo numerosos y oportunistas que son. Por otra parte, tenemos a los arácnidos quienes poseen en sus filas a los ácaros, diminutos pero problemáticos para los productores agrícolas, y si nos vamos más a lo microscopico nos encontramos a los llamados "gusanos redondos" o mejor dicho nemátodos, quienes pueden destruir a diversas especies vegetales desde su sistema radicular. No obstante, en el presente artículo hablaremos más a fondo de unos integrantes de otro grupo de invertebrados que también son muy frecuentes en las plantas, unos moluscos terrestes conocidos como caracoles y babosas; así es, si pensabas que los moluscos eran organismos exclusivos de los ecosistemas marinos, ahora sabes que no es así. La clase de los gasterópodos está conformada por bívaros, lapas, bucios, incluyendo a los ya mencionados caracoles y babosas por nombrar algunos de sus integrantes, ya que dicha clase está conformada por más de 20.000 especies. A su vez, todos aquellos moluscos que dejaron atrás los ecosistemas acuáticos, fueron capaces de desarrollar pulmones a lo largo de su evolución, para adaptarse y colonizar nuevos ecosistemas de la superficie terrestre; por lo que pasaron a integrar el orden de los pulmonata.

Por otra parte, tanto los caracoles como las babosas, pueden llegar a considerarse "plagas" en determinadas circunstancias, como la sobrepoblación de algunas de sus especies, lo que podría generar severos daños en cultivos y el posterior impacto al bolsillo del productor; así mismo, se puede desencadenar la perdida de ciertas especies vegetales autóctonas en la zona colonizada por estos gasterópodos, por lo que el desequilibrio de dicho ecosistema podría ser peor. No obstante, también es importante acotar que no todo lo que hacen estos babosos moluscos es perjudicial, ya que como todo ser vivo, tienen asignado su vital rol dentro de la biodiversidad que conforma los ecosistemas, motivo por el que es necesario no exterminar a sus especies, sino controlar a las poblaciones de estos; porque a fin de cuentas somos nosotros quienes alteramos e invadimos los espacios que han habitado por años. Algunas de las funciones importantes realizadas por estos moluscos pulmonados, ademas de servir de alimento para un limitado grupo de animales, serían: descomponer materia orgánica y gracias a las pequeñas galerias que cavan, ayudan a la aireación de los suelos, factor que es gratamente aprovechado por los microorganismos presentes en el medio edáfico y por las especies vegetales, así mismo hay especies de caracoles como la Rumina decollata que sirven como biocontroladores de otros moluscos terrestes.

Claramente y pese a compartir algunas semejanzas como el ser moluscos pulmonados o el poder segregar una especie de mucosa, hay que tener en cuenta que tanto los caracoles como las babosas no son el mismo organismo; la duda en esto se genera a partir de ciertas creencias populares, en donde se creía que cuando los caracoles morían, las babosas se introducían en la concha de estos y la tomaban como hogar, pasando estas a ser caracoles, sería algo similar a lo que hace el cangrejo ermitaño. La verdad es que dicha creencia es falsa, ambos son organismos distintos que pertenecen a un mismo grupo y por ende comparten ciertas similitudes, pero también tienen algunas diferencias que mencionaré a continuación.

En lo que respecta las características más llamativas de estos moluscos terrestres, tenemos que sus órganos no son muy desarrollados comparandolos con los vertebrados, pero aún así esto no supone ningún problema para si mismos; a su vez, la concha que protege a los caracoles y las pequeñas conchas internas que poseen ciertas babosas, están compuestas por pequeños cristales de calcio, por lo que le es necesario un gran consumo de dicho nutriente para poder mantener la rigidez y dureza de dicha cubierta, para ello poseen una pequeña mandíbula dentada o utilizan otro órgano especializado llamado radula, el cual es una especie de lengua que contiene una gran cantidad de pequeños dientes, este les ayuda a alimentarse y a raspar por ejemplo piedras calizas para obtener el preciado calcio, esto en caso de no encontrar otra fuente fiable del vital nutriente. Por otra parte, los caracoles poseen sus órganos dentro de la concha, un punto a favor para ellos, ya que tienen algo con lo que pueden darle mayor protección a sus órganos vitales a diferencia de las babosas que no cuentan con este beneficio. Otro aspecto llamativo es que la parte inferior del cuerpo de estos moluscos se denomina "pie musculoso", gracias a continuos movimientos ondulatorios que realizan con este músculo logran desplazarse; un factor determinante para su desplazamiento es la baba o mucosidad que estos producen, ya que gracias a esta pueden moverse o adherirse a cualquier superficie, por lo que aquí resalto el motivo por el que son organismos amantes de la húmedad, ellos necesitan mantener sus blandos cuerpos hidratados, para poder mantener un buena producción de esta mucosa. Como mencione en las diferencias, tanto los caracoles como las babosas poseen un par principal de "antenas" o tentáculos (más largos en caracoles), en la cual se ubican sus diminutos ojos, ellos no tienen muy buena visión, pero aún así pueden guiarse sin muchos contratiempos, como ayuda extra o complementaria poseen junto a sus bocas otro par de tentáculos más cortos, estos son muy sensibles, por lo que los usan para sentir cambios en su entorno o para buscar alimento.

Un eventual ataque de estos moluscos hacia nuestras plantas, puede suponer un problema en un principio, esto debido a los hábitos que estos han adoptado, ya que son invertebrados netamente nocturnos; por lo que durante las horas del día estarán completamente ocultos en lugares frescos o donde haya mucha humedad, por este motivo los daños suelen confundirse con los causados por otros invertebrados mandibulados como los insectos o sus larvas. Los daños que causan las babosas y caracoles son principalmente cortes circulares en las hojas, aunque también pueden ser semejante al causado por las orugas como el que ven en la imagen. De igual manera, si exploramos detenidamente a las plantas afectadas, podríamos conseguir dar con las huellas del verdadero culpable, y estas no son mas delatantes que los rastros de la baba producida por estos al desplazarse sobre las hojas, por lo que tampoco es que sean muy sutiles.

Como aprecian en la imagen, los rastros dejados por estos babosos moluscos suelen ser la pista crucial, para dar con los causantes del problema, no obstante, debemos recordar que también existen especies de caracoles y babosas muy pequeños, por lo que encontrar sus rastros puede ser más difícil, a no ser que la incidencia de estos sobre las plantas sea en gran medida.

La especie de la imagen Subulina octona también es muy común verlas en huertos o jardines, poseen una concha en forma de torre (turriforme) y suelen ser muy numerosas, así mismo pueden atacar sin problemas a una gran variedad de plantas ornamentales. El problema de estas es su pequeño tamaño de aproximandamente unos 20mm en su etapa adulta, por lo que a veces no se le suele dar mucha importancia a las poblaciones de esta, pero a la larga se pueden convertir en un serio problema para las plantas. El daño que estas causan sobre los tejidos vegetales será de menor tamaño, pero como pueden hacerlo repetidamente y si a esto le sumamos un gran número de estos caracoles devorando a la planta, ya podríamos suponer el destino que le espera a la planta afectada.

Las especies de babosas Deroceras reticulatum, Arion subfuscus y Sarasinula plebeia son de las babosas más frecuentes en los jardines o cultivos, son especies muy polífagas, por lo que suelen atacar en gran medida plantas de lechuga, zanahoria, fresa, papa y especies ornamentales por mencionar algunas, en muchos paises han tomado mucha importancia debido a la gran capacidad que tienen colonizar y destruir plantaciones, por lo que generan severas perdidas económicas en el sector productivo agrícola.

Dentro de los caracoles, tenemos a una especie que también suele ser muy perjudicial para los cultivos, la Helix aspersa al igual que las ya mencionadas babosas, son extremadamente polifagas y su dieta no va de comer solo hojas, sino que también suelen causar daños en los frutos. Por otra parte, la importancia de esta especie no va solo por la mala reputación que ha adquirido como "plaga", ya que también su carne es muy preciada en mucho países en donde suelen criarlas (helicicultura) para su posterior consumo.

En lo que respecta a las características reproductivas de estas especies, diría que son igual de curiosas y peculiares que muchas especies de invertebrados; tanto caracoles como babosas son organismos hermafroditas, pero al igual que algunos lumbricidos, necesitan de otro semejante para poder reproducirse, ya que pese a poseer ambos sexos no pueden fecundarse por si solos. En el caso de los caracoles resulta un poco más "extraño", ya que estos producen una especie de espícula cálcica con la que "flechan" a su pareja, dicha espícula actúa únicamente como estimulante, por lo que tras este paso los caracoles entrelazarán sus cuerpos y se intercambiaran un espermatoforo (saco que contiene espermatozoides), con el que posteriormente se fecundaran los óvulos. Todo este proceso suele durar horas y transcurre durante la noche, luego al pasar un par de semanas ambos cavaran un hoyo profundo en donde depositarán sus respectivos huevecillos. Al nacer tanto las crías de babosas, como la de caracoles suelen ser transparentes, estos últimos nacen sin concha y su forma más que asemejarse a la de su progenitor, son parecidos a una pequeña gota de agua.

Existen diversos metodos que podemos emplear para el control de las poblaciones de estos moluscos que hacen vida en las plantas. Para empezar hablaremos un poco de los químicos, los cuales en la mayoría de los casos no son muy efectivos en el control de estos gasterópodos, primeramente tenemos sus elevados costos, los caracoles y babosas cuentan con un arma con la que pueden llegar a remover toxinas, me refiero a su eficiente mucosidad, de igual manera la mayoría de productos químicos empleados para el control de estos suelen ser muy contaminantes y residuales, por lo que si deseas emplear algún producto químico, es preferible hacerlo por medio de cebos envenenados, pero siempre siendo cuidadosos si tenemos mascotas o niños pequeños en la casa.

Por otra parte, también se puede hacer uso de otros métodos menos costosos y más amigables con el ambiente, por ejemplo, el cultivar plantas muy aromáticas como romero o menta, nos puede ser de utilidad para repeler a estos moluscos, también el triturar cáscaras de huevos y esparcirlas alrededor del tallo de las plantas, ayuda a que ellos no lleguen a la planta, ya que suelen pincharse o causarse heridas al intentar pasar esa "barrera natural de pinchos", además que las cáscaras de huevo al empezar a degradarse, se transformarán en una rica fuente de calcio que podría ser aprovechada por la planta. De igual manera, puedes esparcir aserrín cerca de tus plantas, estos restos de madera suelen adherirse a los babosos cuerpos de estos moluscos haciendo un efecto "empanizado", por lo que se les dificultará la movilidad y si hay restos de maderas puntiagudos, también pueden provocarles heridas, por lo que tendrán que tomar otro camino.

Dentro de las infusiones o macerados, también existen algunos que nos podrían servir, una infusión a base de ajo o cebolla nos puede ayudar a repelerlos, de igual manera, podemos poner a hervir agua con algunas cáscaras de naranja, dejarla reposar en algún lugar fresco y posteriormente aplicarlos sobre las plantas. Por otra parte, como otro método complementario, se pueden colocar en las cercanías de las plantas tejas, tablas o cartones que queden suspendidos a unos 2 cm del suelo, de manera que tanto babosas como caracoles se escondan bajo estas, por lo que a primera hora de la mañana podríamos recolectarlos manualmente. Ahora, si no dispones del tiempo para hacer esto diariamente, puedes buscar algunos recipientes de boca angosta y enterrarlos sin tapar la boca, posteriormente rellenalos de cerveza hasta la mitad, y observarás como estos moluscos empezaran a caer como moscas, la razón de esto es que ellos sienten atracción hacia la cerveza, por lo que al intentar encontrarla caeran dentro del recipiente y morirán ahogadas, si estos molusco caen en agua pueden volver a salir, pero curiosamente con la cerveza no pueden volver a salir, posiblemente esto se deba por efecto del alcohol.

¿Sabias que algunos organismos parásitos tienen la capacidad de volver zombie a los caracoles? Así es, algunos miembros del género Leucochloridium, suelen infestar a los caracoles y emplearlos como medio de transporte para llegar a su huésped principal en este caso las aves, para ello suelen tomar control de algún caracol para obligarlo a subir a un lugar alto, posteriormente el parásito realizará una serie de cambios coloridos en los tentáculos o antenas de los caracoles que atraeran a las aves, de esta manera al ave devorara al caracol y a el parasito, por lo que ya estando dentro de su nueva huésped, podrá reproducirse y liberar huevecillos a través de los excrementos del ave, comenzando así un nuevo ciclo.