Venezuela durante muchos años fue el país perfecto para que miles de inmigrantes llegaran aquí a hacer de esta, su tierra. Esa que incluso llegarían a amar más a aquella que los vio nacer. Muchos de ellos con una mentalidad emprendedora y deseos de superación trajeron lo mejor de sus costumbres y conocimientos para salir adelante.

Parte de la fachada de "El Portoncito Paisa"

El portoncito paisa es un reconocido restaurant ubicado en el centro de la ciudad, que seguramente no necesita que un pequeño bloguero como yo hable de él. Yo no lo conocía hasta que mi hermano me extendió una invitación que le hiciera uno de sus administradores para almorzar allí y ver la final del mundial Rusia 2018 y desde entonces quedé encantado con lo pintoresco del lugar, y por supuesto, con su buena comida.

Medio mondongo. El plato completo se sirve en una bandeja donde el plato principal y los acompañantes ocupan, sin exagerar, el ancho de la mesa

La historia del restaurant comienza a escribirse a principios de los años 90 cuando llegan a Venezuela La sra. Carmen Ríos y su esposo Diego Montoya, provenientes de Viterbo, Departamento de Caldas, Colombia. A diferencia de otros inmigrantes que llegaron a Venezuela huyendo del conflicto armado colombiano o del narcotráfico, Carmen y Diego decidieron dejar la tranquila ciudad de Viterbo buscando un mejor porvenir.

Parte del interior del restaurant

Llegan a Valencia, alquilan una casa y casi de inmediato comienzan a hacer desayunos para venderlos y también vender natilla y chorizos con su sazón particular. Poco a poco la venta de desayunos fue creciendo y fue necesario comprar una 2da casa para poder atender a sus nuevos clientes. En ese tiempo no había pasado por la mente de la sra. Carmen abrir un restaurant sino que fueron sus amigos y clientes quienes la animaron a hacerlo y ella, para dar a conocer lo que sería el plato principal del menú de ese futuro restaurant, invita a comer a sus amigos un plato popular en su región y en Colombia llamado 'bandeja paisa'.

Cámaras antiguas que la sra. Carmen fue trayendo desde Colombia en cada visita que hacía a su ciudad. La 3era de derecha a izquierda perteneció a su madre

Con el pasar de los años, la 2da casa tuvo que modificarse para albergar a la gran cantidad de comensales que visitaban el restaurant, sin embargo, la sra. Carmen, respetuosa del estilo de la fachada de la casa y mas aún respetando la amistad que hizo con el antiguo dueño, mantuvo parte de la estructura del inmueble. La casa sufriría un incendio pero esto en vez de desmotivar a la sra. Carmen, sirvió de nuevo impulso para que la casa se le pudieran hacer muchas más modificaciones para así poder recibir a un número mayor de comensales hasta que hace 9 años aproximadamente tiene su inauguración formal con 2 niveles y espacios que pueden recibir cómodamente a unas 200 personas.

Tela de vivos colores que puede verse dentro del restaurant

La comida del lugar es excelente, guarda la esencia de la comida preparada en casa con el sabor y la sazón de los platos más típicos de Colombia. Aquel día mientras veíamos la final Francia-Ucrania pude probar la bandeja paisa, y momentos antes de conversar con la sra. Carmen probé medio mondongo y puedo decir que tanto el gusto de ambos platos como la porción dejan al más exigente paladar satisfecho y también al más comelón.

Planchas. Otra de las antigüedades que pueden verse en el restaurante

Ni la sra. Carmen ni ninguno de los empleados del restaurant son ajenos a la situación actual de Venezuela y se preocupan porque la gente menos favorecida del sector pueda alimentarse, muestra de la generosidad que practican. Con el paso de los años, la nuevas generaciones se están haciendo cargo del lugar dando paso a su hija Marta y al esposo de esta, Fernando quienes administran ahora El portoncito paisa.

De izquierda a derecha: Carmen Riós, su hija Marta, su esposo Diego Montoya, y Fernando (esposo de Marta) se me escapan los nombres de los chicos de la derecha y los de afuera de la ventana

No me queda más que invitarlos a que visiten el local ubicado en Valencia, sector La Candelaria en la calle Carabobo entre calles Peña y Michelena para que prueben las exquisiteces que sirven y hasta puedan recrearse con las antigüedades que están allí. Dentro de 4 años el ambiente se pondrá buenísimo nuevamente con el ambiente del mundial de fútbol. Ojalá podamos celebrar un gol de cualquiera de las selecciones con las que compartimos el amarillo, azul y rojo de nuestras banderas.

Más antigüedades expuestas dentro del restaurant