Steemit Engagement Challenge S6/W1: enumere los juegos al aire libre de su infancia, que no son famosos a nivel mundial

  Durante la infancia, tenemos la oportunidad de explorar diversos juegos recreativos al aire libre y, aunque en ese momento pensamos que solo se trata de una diversión de niños, cuando crecemos nos damos cuenta que a través de esas dinámicas creamos recuerdos que quedan plasmados en nuestra memoria eternamente, establecemos inquebrantables lazos de amistad con las personas que juegan con nosotros y, desarrollamos diversas habilidades.

  Constantemente digo que la mejor época de mi vida la disfruté en mi infancia y gracias a esto, tengo recuerdos inolvidable de mi niñez cuando jugaba con mis primos y amigos. Mi experiencia infantil fue tan mágica que, hoy día tengo el aprendizaje de que, los niños no necesitan estar en contacto con equipos tecnológicos para realizar actividades divertidas porque, con juegos que solo implique seguir una pelota o hacer pequeñas casas de barro, también podemos vivir la experiencia más fantástica de nuestra vida y cuando recordamos esos momentos, se nos dibuja inmediatamente una sonrisa en el rostro.

  En mi caso, son muchos los juegos que forman parte de mi infancia y, cuando recuerdo todo lo que ellos significan en mi vida y las experiencias que tuve cuando los jugaba, siento tristeza al ver que la generación actual no esté relacionada con ellos porque, están atrapados en la tecnología anclando su entretenimiento en una realidad virtual. A pesar de esto, los niños que están a mi alcance suelo hablarles de los juegos tradicionales de mi infancia y lo hago con la intención de, buscar la posibilidad de que no sean quedados en el olvido y posiblemente se puedan rescatar. Ahora bien, en esta ocasión les mencionaré 3 juegos que marcaron la felicidad en mi infancia.

  Este juego consiste en elegir bajo el azar a una persona que va a contar hasta la cifra acordada. En ese tiempo, debe cubrir sus ojos con los brazos y dar la espalda con la finalidad de que, el resto de los participantes se puedan esconder. Una vez concluya el conteo, comenzara la búsqueda y cuando ubique a alguien debe decir "1, 2, 3 Juan detrás del árbol". En ese momento la persona que fue descubierta, debe salir y, esperar que logren encontrar a los otros compañeros. Ahora bien, existe la posibilidad de que alguna persona llegue al lugar donde estaban contando sin ser visto y cuando esto suceda, debe tocar la zona de conteo y decir "Libre". El juego concluye cuando el contador los ubique a todos o ellos lleguen por su cuenta. La persona que debe iniciar el nuevo conteo es la última que ubicaron.

&nbsp Cabe destacar que, aunque este juego no está clasificado para un sexo determinado, lo que si es común ver es que generalmente lo juegan niños y niñas que superan los 5 años de edad y, esta dinámica ha permitido que los pequeños desarrollen habilidades deportivas ya que, se debe correr. En mi caso, jugué Loco escondido toda mi infancia y una parte de mi adolescencia. Recuerdo que algunas veces agarraba las llaves del automóvil de mi papá para esconderme allí y de esta manera, garantizaba que no me iban a encontrar y llegaría libre.

  Este juego es muy común durante la temporada de Semana Santa y aunque existe la posibilidad de comprarlo, hay personas que deciden elaborarlos y utilizan bolsas de plástico, hilo pabilo y una tela fina pero muy larga que se utiliza para colocarla como la cola. Ahora bien, el papagayo o cometa como tradicionalmente se le conoce en otras naciones tiene la figurita de un hexágono aunque, debo reconocer que llegué a ver varios con la figura cuadrada y ambas modalidades eran muy divertidas.

  Mi familia es fan de este juego y durante la Semana Santa, solíamos reunirnos todos en casa de mi abuela para elaborar los papagayos y durante el ocaso del sol, nos íbamos a un parque cercano para volarlos. Un aspecto puntual en este juego era que, entre niños hacíamos competencia en quien lograra mantener el papagayo en el aire más tiempo y, los adultos era el que lo elevara más alto. Cabe destacar que, este juego no se rige por alguna regla sin embargo, la persona debe garantizar que en el lugar donde lo volará, no hay elementos donde se pueda enredar y, la brisa debe ser moderada.

  Para jugar este juego no necesitamos muchas cosas, con la cuerda es suficiente. El propósito de este juego es saltar la cuerda evitando así que cuando pase por nuestros pies, se enrede con nosotros o en su defecto, tampoco puede tocar nada de nuestro cuerpo porque de hacerlo, implicaría que perdemos. Tengamos en cuenta lo siguiente, si este juego se ejecuta de manera individual, la persona que lo juega se encarga de hacer girar la cuerda pero, si están jugando 3; dos de ellos van a girarla y la persona restante se ubicará en el centro para saltar mientras la están girando y si se enreda con la cuerda, debe cederle su turno a otro participante.

  Para saltar la cuerda, es indispensable estar en un lugar amplio, donde no existan elementos que puedan afectar el giro de la cuerda y, el pavimento sea solido. Es preciso mencionar que, este juego a parte de divertirnos, también nos ayuda a tener resistencia física, de hecho, en algunos deportes lo practican. Personalmente disfruté mucho este juego porque, después de terminar las tareas del colegio, me reunía con mis amigas y primas para saltar la cuerda y divertirnos durante un rato.

  En conclusión, los juegos al aire libre en nuestra infancia a parte de recrearnos, también nos ayudan a mantener un buen estado de salud física porque, nos mantenemos activos. De igual manera, jugar al aire libre es una oportunidad que se nos presenta de interactuar con la naturaleza por ello, considero que es una excelente estrategia para aproximarnos a lo natural. Fui muy feliz en mi infancia realizando estos juegos y aunque ya estoy en mi etapa adulta, si se me presenta la oportunidad de jugarlos, no lo voy a dudar.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

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