Steemit Engagement Challenge / S11W2 - “The worst enemy, sugar"

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La verdad es que no conozco la cantidad exacta de azúcar que consumo diariamente, pero lo que sí puedo asegurar es que no es excesiva. Después que rebasé los cuarenta años de edad, reduje la ingesta de refrescos, galletas, golosinas y de todo lo que fuese dulce o elaborado con ingredientes artificiales. Antes de eso, tampoco me caracterizaba por ser aficionado a este tipo de alimentos, sin embargo, había ocasiones en que los ingería sin ninguna precaución.

En la actualidad, solo le coloco una porción mínima de azúcar al café, con el propósito de restarle amargura a su sabor, y esta infusión la tomo, como máximo, dos veces al día. No voy a negar, por otra parte, que en muy esporádicas oportunidades disfruto de un sabroso helado, no obstante, además de que evito el exceso de dulce, los elevados precios que estos productos congelados han alcanzado en el país contribuyen también a mantenerme lejos de ellos.

No tengo ningún familiar que sufra de esta enfermedad, pero sí he tenido amigos muy cercanos que la han padecido. De acuerdo con lo que he observado, la diabetes es una dolencia que necesita de cuidados especiales, es imprescindible seguir una estricta dieta y estar atento a los niveles de azúcar que existen en la sangre. Una de esas personas que conocí hace tiempo, a quien le diagnosticaron la afección cuando contaba con 53 años, no se cuidó como le fue indicado por los médicos, y al poco tiempo falleció lamentablemente.

Otro amigo diabético, a pesar de que cumplía de manera estricta con las recomendaciones, fue con el tiempo perdiendo movilidad en las extremidades, debido a que los músculos se le inflamaban. Después se le nubló la vista hasta que perdió por completo la visión. Todo el organismo prácticamente experimentó un deterioro progresivo que culminó con su deceso. Vivió bastante tiempo con la enfermedad, pero esta terminó venciéndolo.

En ninguno de mis chequeos de salud he presentado nunca problemas con el azúcar. Hubo una época en que, por comodidad, me aficioné a la comida rápida y comencé a ponerme obeso. Aunque no acudí al médico de inmediato, supuse que la ingesta de carbohidratos estaba descompensando la normalidad de mi organismo. Decidí, entonces, detener el consumo de estos alimentos, volver a los ejercicios físicos y a los deportes, como antes acostumbraba, y recuperé mi contextura corporal. Cuando, posteriormente, me realizaron unos rutinarios exámenes médicos no había ningún problema.

El consumo excesivo de azúcar puede acarrear graves problemas de salud. Además de la ya mencionada diabetes, este dulce factor es reconocido como causante de la obesidad, la caries, las afecciones cardiovasculares y se ha descubierto igualmente que influye en el deterioro de las funciones cognitivas, en nuestra capacidad para aprender. Todo ello nos indica que debemos tener mucho cuidado a la hora de disfrutar de nuestros alimentos preferidos.

Está comprobado que casi todos los productos comestibles fabricados por la sofisticada industria de estos tiempos contienen un alto porcentaje de azúcares y otros componentes químicos nocivos para la salud. Es necesario, por lo tanto, estar atentos a lo que comemos y bebemos en nuestra cotidianidad, ya que podríamos estar atentando contra nuestro bienestar y, en última instancia, contra la vida propia y de todos quienes dependen de nuestros cuidados.

Invito a los amigos:
@elider11,
@lirvic y
@adylinah