Estimados amigos de la Comunidad @recreativesteem. Es un placer saludarlos y celebrar la iniciativa de nuestra bella @graceleon, por permitirnos opinar sobre el tema "Adicciones", que en mi caso particular es el "Café".

Antes de desarrollar mi punto de vista sobre el tema del concurso, extiendo la invitación a mis amigos @nanidi, @enivelo y @pelon53 para que participen con su opinión sobre las adicciones.

¿Alguna vez has tenido alguna adicción?

Muy interesante responder a esta pregunta, desde que dejé de tomar bebidas alcohólicas a los 33 años, decidí probar el café más a menudo y en un momento dado tomaba de tres a cuatro tazas de café al día.

Nada más levantarme por la mañana, me tomaba dos tazas de café antes de desayunar, cuando desayunaba me tomaba otra taza, por la tarde como acompañamiento de la merienda me tomaba otra taza de café. Esto se volvió muy repetitivo, hasta que llegó el momento en que el café se convirtió en una adicción para mí.

Actualmente, mantengo el número de tazas de café y si no lo tomo así, se forma en mí una especie de ansiedad. Mi adicción al café se mantiene y tanto es así, que planté una planta en mi jardín, de la que ya he tenido cosecha.

¿Qué sentías o sientes cuando puedes satisfacer tu necesidad en dicha adicción?

Cuando puedo satisfacer mi adicción al café, siento que mi cuerpo recupera fuerza, ánimo y mucha energía. El cansancio desaparece y mi mente se aclara para crear ideas y desarrollar temas para crear publicaciones y sobre todo para leer algo que me gusta como la palabra de Dios. Parece que el café despierta mi mente y mis sentidos y me hace dinámico y muy activo para trabajar en mi jardín.

Cuando tomo las dos primeras tazas de café en la mañana, siento una energía especial para trabajar en mi jardín y luego me siento a concentrarme en una lectura especial con otra taza de café.

¿Cómo te percataste de que eras adicto a este exceso?

Esta es la pregunta más sabia y científica que tengo que responder, ya que hubo situaciones en las que nos levantamos sin café y esto me llevó a pasar toda la mañana sin consumir café, entonces, comenzó un ligero dolor de cabeza. Esto sucedió varias veces, hasta que me di cuenta que cuando no tomaba café por la mañana, el dolor de cabeza aparecía. Cuando compré el café en polvo y lo preparé, al beberlo, el dolor de cabeza desapareció.

Con esta situación, descubrí que me estaba convirtiendo en un adicto al café. Intento, en la medida de lo posible, que al día siguiente no me falte el café y no tenga el síntoma del dolor de cabeza.

¿Qué le recomendarías a aquella persona que está pasando por lo mismo que tú y cómo crees que deba ser superado?

Hay que reconocer que el consumo excesivo de café a diario es muy delicado para la salud. Ser consciente de ello debe llevar a reducir el consumo diario. Cuando se empieza a dejar de tomar café, lo primero que aparecerá es el dolor de cabeza, que será durante unos días. En las dos semanas siguientes, sentirá que el dolor de cabeza ya ha desaparecido y esto le facilitará dejar de ser dependiente del café.

La idea sería tomar de dos a tres tazas de café al día. Si se aumenta la dosis, la dependencia será mayor.