The diary game 07-03-2024//Renovando mi cédula y viendo precios de neveras

Jueves, me levanté como a las 9 a.m aproveché de llamar a mis papás, mami siempre lo hace pero había amanecido sin saldo así que cuando lo hice estaba en casa de mis tías por lo que también las saludé a ellas.

A los minutos tomé una ducha y me arreglé, hice el desayuno, luego acomodé un poco mi habitación además de que busque una carpeta para un documento que debía llevar hoy a mi cita para renovar mi cédula de identidad, tengo la cédula vencida de unos años para acá así que es momento de tener una actualizada solo espero que el trámite sea rápido y no tenga que esperar mucho.

Mi cita era la 1 p.m por lo que estuve al mediodía porque suponía que tenía que hacer cola para ingresar a las instalaciones y ciertamente así fue, quede de octava y como a la 1:05 p.m ya estaba dentro.

Había tomado en cuenta las recomendaciones de no llevar escote, peinados sencillos y no mucho maquillaje lo que olvidé fue quitarme las zarcillos por lo que ellas me hicieron esa acotación además de quitarme la pintura labial.

Como siempre la fotografía de la cédula es una cosa que nunca entenderé, salí más seria de lo normal y saben lo risueña que yo soy jajaj pero al menos el pasaporte le hace mérito a mi expresión alegre. Tuve que salir a comprar un cachito a la panadería cercana porque eran las 2 p.m y yo sin almorzar, la entrega se demoró un poco.

Lo bueno fue que mientras esperaba los grupos de Telegram y WhatsApp estaban activos me reí mucho con Fran y kari como siempre. Al fin la cédula quedó bien en general.

Y como en casa se daño la nevera hace una semana pues mi hermano y yo andamos viendo precios y no había podido ir a ivvo y como lo tenía en frente decidí aprovechar este momento y consultar precios, la más económica fue esta Siragon en $380 de dos puertas, quizás con cashea pueda pero debo reunir al menos $220, no es fácil y me da cosa con mi mamá pero aún sigo sin empleo y las cosas se tornan un poco más difíciles.

Al rato pedí un taxi y llegué a la residencia tenía un poquito de hambre así que me puse a hacer cena de una vez, freí un bistec con tostones y una ensalada y me comí todo.

Lo malo es que al rato se fue la luz por sorpresa así que decidimos ponernos a conversar en el patio porque había mucho calor, aproveché de contarles a mis vecinas el proceso de cedulación.

Me acosté a la medianoche que fue cuando la energía eléctrica al fin llegó.