Saludos a todos los parceros que hacen vida en esta comunidad. Por acá les traigo mi participación en esta edición 74.

Antes de mostrarles mi encendido deseo compartir con ustedes un cuento que me contó la señora Mercedes. Ella es una de mis compañeras de la fisioterapia, al cual he titulado:

Yo todavía levanto

_{Meche y yo}

Meche tiene 82 años, vive en una casa inmensa en pleno corazón de Macarapana. Tuvo dos hijos, pero ambos emigraron. Ellos han intentado convencerla de que venda la casa, pero ella dice que "Ellos la quieren matar de tristeza. Ella nació en esa casa; y de allí saldrá muerta".

Ella llegó al centro de Fisioterapia desde hace dos años, pues se cayó en el patio de su casa y se fracturó una rodilla. Primero llegó en silla de rueda, luego pasó a la andadera; ahora utiliza un bastón que deja olvidado en todas partes.

Meche nunca ha dejado de ir a las terapias, dice que allí se siente feliz. Hoy se sentó a mi lado, y en tono de secreto me dijo:

-¿Supiste que el señor José Luis quiere una vaina conmigo?

-Mujer, no me digas, ¿cómo es eso?, cuéntame -le dije.

Se arregló la camisa, aclaró su voz para que se le entendiera bien lo que me iba a contar, pero sin que nadie más la escuchara.

-Bueno, mija, te cuento, el señor Jose Luis, tú lo conoces, ¿no? El buen mozo alto, que tiene las canitas entremetidas; ya tú sabes, el cincuentón.

-Ah, sí, ya sé quién es.

-Bueno, él me vio haciendo ejercicios en la barra, y no me quitaba la vista de encima. Yo lo veía por el rabito del ojo. Después me dijo:

-Señora Mercedes, usted está ágil, cualquiera le juega un quintico.

-Mira, Sol, ese hombre me dijo esa vaina, y yo me puse eléctrica. Levantaba la pierna mala y la montaba en la barra, como la cantante colombiana esa que el marío español le montó cacho.

-¿Como Shakira, Meche? -le pregunté.

-Sí, Sol, como esa misma. Y José Luis se reía con picardía. Bueno, lo cierto fue que él le dijo a todo el mundo que conmigo sí se casaría. Y eso me ha tenido a mí muy ilusionada, porque aquí donde tú me ves, yo sí levanto.

Rosita, que en ese momento pasaba cerca de nosotras, me hizo un gesto de que me tenía que contar algo. De modo que cuando Meche se fue, Rosita me echó el cuento.

-Muchacha, Meche se enamoró sola de José Luis, y el pobre hombre se tuvo que ir de aquí, porque ella le dijo al Sr. Jesús, que es su hermano, que viniera a hablar con José Luis, porque él quería una vaina con ella; y a ella le gustaban las relaciones serias; no pude evitar reírme, jajaja.

De verdad que Meche se las trae, pensé.

Fin

Ahora sí mi encendido. Tenía 187,326 steem:

Dividí entre dos, ya que estoy en el #club5050. Encendí con 94 steem:

Y ahora quiero invitar a @blessedlife, a @genomil y @marcybetancourt. Aquí la información