DREAM CATCHER - Capítulo 6

danapalooza (58)in #helpie • 6 years ago

¡Ya volví, mis queridos lectores! Gracias por estar por acá.

Les dejaré para su disfrute el sexto capítulo de Dream Catcher.

Ya saben que pueden recordar (o conocer) los capítulos anteriores dando click aquí, aquí, aquí, aquí y aquí

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6 De vuelta

Nam había vuelto a su cápsula.

La intensidad del aire acondicionado no había cambiado, pero el planeta había rotado y el sol comenzaba a ocultarse.

Hacía más frío que su primera vez allí.

–Ah, necesito calor… –dijo entre dientes, muy bajo para que nadie la escuchara.

Pero siempre hay alguien que escucha.

Esta vez, ella se encontraba justo detrás de los hermanos Lizzard. La amistad afloraba, ya se podían notar los primeros gestos de unión.

Zayn la había oído.

El pelirrojo hurgó en un bolsillo de su chaqueta, y allí tenía su yesquero. Siempre lo cargaba encima; en cualquier momento podría presentarse un antojo...

Los panitas estaban tranquilos, no estaban pendientes de nadie; Emma dormía una siesta. Milo estaba por los primeros puestos con Akira. Y los demás compañeros estaban ocupados de su cansancio y malestar. Era como si él y la chica que tenía detrás fueran los únicos en el transporte. Era muy agradable sentir eso.

Analizaba cada detalle, como si le persiguieran, como si se tratara de una misión de vida o muerte. Si no lo hacía no se sentía seguro, ya era un hábito.

Zayn, alzó la mano que sostenía el yesquero de acero por encima de su cabeza y la llevó por detrás de su asiento. Le entregaba el yesquero a Nam.

La chica abrió bien los ojos. Un yesquero “descendía del cielo”, era como un milagro. Ella suspiró, como quien está asfixiado por un amor incontenible y tomó desesperadamente el yesquero.

Era toda una pieza de acero inoxidable con destellos dorados y plateados. Rectangular y redondeado en los bordes.

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El arrebato fue satisfactorio para los dos; de distintas maneras.

Zayn había sido útil para Nam, con eso era suficiente, pero le sorprendió un poco la manera en la que supo que había hecho algo bueno por ella. Sintió un leve halón, el objetivo era el yesquero, no su mano o su brazo, pero igual sintió la desesperación de la chica por apropiarse del objeto. Sintió también el roce de sus pieles. La diferencia era que, en esta segunda oportunidad, las manos de Nam estaban heladas. Delicadas, como ya él sabía.

Nam no esperó un minuto, sólo lo encendió.

«Qué delicia» pensó al escuchar la vibración del acto.

Había sido seducida. Era absurdo y extremista.

Nam jugaba con la llama inofensiva, pasaba sus finos dedos por encima del diminuto fuego. Se ilusionaba con que podía palparlo o, al menos, que el fuego podía sentirla. Pero era una fantasía.

Después de unos minutos notó que el fuego ya no era totalmente rojo con tonos azulados. Progresivamente, el azul base fue apoderándose de todo el rojo. Ya ni siquiera su temperatura era de llama, ya no tenía esencia. Nam se asustó, eso no podía pasar aunque fuera un yesquero de mala calidad. Miró a su alrededor buscando a Zayn. Miró en el puesto de adelante, donde él debía estar, pero solo vio a Emma dormitando.

«¡Qué maldito! ¿me engaña y desaparece para reírse de mí?»

Nam se levantó de su asientoy fue en busca del profesor, alterando a varios de sus compañeros curiosos.

–Profesor, ¿nadie se ha levantado de su asiento en este rato?

–¿Qué? No, la única has sido tú… ¿Qué sucede?

– «¡Qué raro!» …No, no pasa nada.

–Ve a tu puesto, ¿sí? Falta poco para llegar.