Tras el cuarto caos... (VIII)
Mile no pudo dormir esa noche a pesar del cansancio acumulado tras su paso por el duro desierto, estaba asustada y llena de ansiedad, pero sobre todo le preocupaba el ver a sus compañeros sin ninguna preocupación.
Decidió aprovechar su insomnio para pensar en todo aquello, en todo lo que había visto desde el momento que llegó e incluso para idear un posible plan de fuga de aquel lugar.
Lo que más le llamó la atención fue la actitud de todas las personas con las que se había cruzado por los pasillos, todos en silencio, haciendo su trabajo como si fueran autómatas, como si de alguna manera su voluntad se viese anulada, eso no parecía buena señal, parecían estar sometidos.
Fuente
Al día siguiente, cuando sus compañeros despertaron, buscaron en el panel señalado por Lucas el día anterior, para ver cuál era la tarea que se le había asignado a cada uno de ellos. Mile a partir de ese día sería la encargada del mantenimiento de los conductos de ventilación de todas las instalaciones del bunker.
A las 8 de la mañana se abrió la puerta de la habitación y una alarma comenzó a sonar, lo que advertía a todas las personas que había comenzado su jornada laboral.
Mile se dirigió hacia el lugar que indicaba en el panel, una vez allí debía buscar a un tal Talmu que era el encargado de supervisar y mantener en perfecto estado todos los conductos de ventilación de aquel lugar.
Hola, soy Mile, la nueva…
Toma –fue la única respuesta de un tosco y grosero hombre que estaba en el lugar que le habían indicado mientras le daba a Mile un mono de trabajo de color verde
¿Esto es….?
Póntelo y luego hablamos…
Mile cogió el mono algo atemorizada ante la actitud de aquella persona y se lo puso encima de su ropa, no parecía que aquello fuera a ser muy agradable pero no le quedaba ninguna otra opción.
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