El Lobo Desnudo. Cuarta Parte. Traducción

     La sección de alfombras de Walmart no estaba muy surtida. Case se preguntaba si quizás debió haber ido a Target. Mientras observaba, una mujer paseaba por el pasillo, empujando un carrito de compra con una mano; mientras que con la otra, se quitaba de la cara un mechón de pelo suelto. Un niño baboso estaba sentado en la parte frontal del carro, llenando de saliva el manubrio y la mano de la mujer. Una pila de comida, bastante grande como para atragantar a una ballena llenaba el compartimiento principal del carro. La mujer tocó con brusquedad un par de tapetes que lucían sucios. Parecía como si alguien hubiese vomitado sobre ellos. Ignoró esa monstruosidades ( A juzgar por lo polvorientas que estaban , ella no había sido la única) y condujo su carro hasta donde estaba Case parado. “No hay mucho para escoger, ¿verdad?.” Ella preguntó cuando lo vio. Case negó con la cabeza. El se puso de cuclillas y sacó un ejemplar marrón y grueso de aproximadamente un metro por cincuenta centímetros.

     La alfombrilla no se habría visto bien en ninguna parte a menos que fuera un santuario de los años setentas; pero la fibra era gruesa, sedosa y brillosa. “¿Qué piensas de ésta? La sostuvo para que la mujer la inspeccionara. No dijo ni una palabra, pero sus cejas se arquearon gritando improperios. Es tu gusto, decían las cejas. Es tu alfombra, pero no la pondríamos en nuestra casa ¡ Diablos! Ni la usaríamos para limpiarnos el culo. Como si las cejas pudieran cagar. “¿le parece muy fea? Ella se encogió de hombros. “Definitivamente no es mi estilo, pero quizás combine con su decoración.” La decoración de la casa de Case era lo menos que pasaba por su cabeza. “Si,” dijo después de estudiar la alfombra por un rato más. “Quizás combine”. Le agradeció a la mujer, se puso la alfombrilla debajo del brazo y se fue a buscar algún tipo de súper pegamento.

     En el cuchitril que tiene por apartamento, Case utilizó una tijera para tareas pesadas , y cortó la alfombra del tamaño que él quería. Se quitó la ropa, se arrodilló en el suelo al lado del tapete cortado, y le vació la botella de pega entera en el lado oculto de la alfombra (“SUPER PEGA LA SUPER BUENA” se leía en la etiqueta). Se sentó al final de la alfombra, se volteó y se acostó, presionando su espalda contra la película de cola pegajosa. Cuando había completado esta misión, se meneó de lado a lado, arriba y abajo .Se quedó postrado allí por media hora para darle a la pega tiempo que secara , y dejar que la alfombra se uniera con su cuerpo hasta convertirse en uno. Cuando se levantó, se fue de inmediato al baño para verse en el espejo del gabinete. La alfombra no era del mismo color de su pelo- era un tono más oscuro-pero estaba bien. Era perfecto. Cuando se convertía en la criatura Case, solía ensuciarse. Con lodo. Con sangre.