Luego de unos días de obligado asueto vuelvo por aquí a contar algunas de mis vivencias en el Juego del Diario. Tal como lo pensé y escribí en el post anterior el internet no se ha portado bien. #

Te recuerdo que ya regresé a Paya, viajé el dos de diciembre porque a partir del cuatro volvía la cuarentena con el plan del 7 x 7. El viaje estuvo muy tranquilo, lo único incómodo fue que no se detuvo en el camino para conseguir un baño, esto es algo desagradable, sobre todo para las mujeres adultas mayores, razón por la cual llegué con los pies hinchados.

Ese día me levanté a las cinco am. Los autobuses comenzarían a trabajar a partir de las seis, diez dólares el pasaje. Mi hijo Leonardo y su esposa me acompañaron hasta el terminal, cada uno con parte de mi equipaje. Al llegar, Gerónimo me estaba esperando en el terminal, y de una vez agarramos una unidad para Paya.

El mundo está hecho de contrastes, esta vida mía aquí y allá es totalmente opuesta. Allá soy la mamá y abuela que consienten los hijos y nietos, salgo a caminar con uno u otro nieto y disfruto de esa compañía en un clima de calor llanero que conozco desde hace 40 años. Aquí soy jefe de hogar con mi pareja, ambos planificamos el día a día; salgo a pasear con él o sola porque me gusta mucho caminar y el frío me duerme las manos.

Al día siguiente ya estoy nuevamente ocupando mi puesto y decidí hacer unas hallacas para compartir con mi pareja
sus hermanas, la mía y una prima que tengo en Maracay. Encargué las hojas, ya él había comprado algunas cosas, mi hermana me tenía guardadas las aceitunas, alcaparras y pasas y lo demás fue disponerme a hacerlas. Disfruté el antes y el después de todo el proceso, y quedé satisfecha con el resultado. Volvieron a salir las hallacas que están en mi mente y paladar desde hace mucho tiempo, así como las hacía mi abuela, me gustaron y lo mejor fue que a él y sus hermanas también.

_{Hay dos maneras de colocar la masa a la hoja, haciendo una bolita y aplastándola contra la hoja y estirándola con ayuda de una cucharilla, yo lo hago de la segunda manera.}

_{Una olla de guiso que dio al final 20 hallacas y 20 bollos, (pequeños). Este tiene un poco de harina incorporada para darle consistencia, además de la carne, pollo, aliños, y alcaparras.}

<sub>Esta es una totuma que contiene, tiras de pimentón, cebollas, aceitunas y tocineta para los adornos.

Degustando mi primera hallaca del año 2021 en Paya.</sub>

Hoy cumplió años Reina, la hermana mayor de @gero51, y nos fuimos a acompañarla, 79 bellos años. Le llevé hallacas y bollitos. Almorzamos con ella y otros familiares. Nos regresamos temprano por no saber hasta qué hora trabajaría el transporte, afortunadamente agarramos carro rápido y a las seis ya estábamos en casa.

Lo primero que hice al llegar fue revisar la computadora, no había internet aún, se fue la luz pero llegó a los cinco minutos y al rato se dejó ver la señal de internet. ¡Bingo! Decidí hacer el post, mientras voy viendo el ícono de conexión, me parece mentira, desde el 2 esperando, no lo puedo creer, se ve un faro inmenso de luz en el camino. Podré seguir escribiendo en Steemit.

_{La cara de susto de una de las crías.}

No está muy fácil tomarle fotografías a los gatitos, para complacer a la amiga @tocho2 que seguro me preguntará cómo los encontré. Están bellos, grandes y pesados para su edad, aún no alcanzan los dos meses, pero muy ariscos también. Cremita es la que se deja agarrar pero su rostro muestra el susto que carga. Aramís no ha venido a visitarme aún. La primera fotografía que muestro es La Niña con sus dos crías: Cremita y Rasputín.

_{Otra toma de Cremita.}

Mientras escribo los gatitos corretean de un lado a otro y de vez en cuando se acuestan con la mamá, mientras tanto Gero le saca música a su cuatro mientras espera que el televisor al que por fin le pudo colocar antena le dé señal. Antes de dormir quizá vea los Picapiedras o Los Monstruos, programas que vi mucho en mi infancia y eran mis preferidos, la vida está llena de ciclos y este es uno. Mañana si me es posible te contaré más.