NOVENO CONCURSO DE ESCRITURA Y PINTURA .

Hola a tod@s, felicidades @frangeligonzalez por esta linda iniciativa del Noveno Concurso de Escritura y Pintura. Lamento no poder haber podido publicar antes para poder participar, dentro del mismo, agradecimientos a ti y a @xpilar y a @worldorxpilar por el apoyo.

ODINA Y LAS BALLENAS

Fuente

Odina era una niña muy curiosa que vivía con sus abuelos maternos en las costas del Cabo de Hornos. Ella acompañaba continuamente a su abuelo a pescar y tenía gran interés en saber todo sobre el origen de la vida en nuestro planeta. El abuelo muy sabio, la inducía a observar la naturaleza, y a buscar respuesta a su alrededor.

En una ocasión, Odina le preguntó a su abuelo:

─ Abuelo, ¿De dónde vienen las ballenas?

El abuelo antes de darle alguna explicación, prefería estimular su imaginación, la ayudaba a ampliar su percepción, a desarrollar su capacidad de análisis y la instaba a investigar:

─ Odina hija, el que busca, encuentra; alrededor nuestro, deben estar las respuestas.

Odina empeñada en saber de dónde venían las ballenas, decidió observarlas siempre, los años pasaron y con ella, creció su amor por estos cetáceos. Estudió biología marina y ahora le intrigaban mucho más estos magníficos seres marinos: ¿por qué cantaban?, ¿cuál era su razón?

Día y Noche Odina vivía en el mar, iba tras la pista de las ballenas de distintas especies; no obstante, siempre sacaba espacio para visitar a sus abuelos, y a la zona marina de su infancia; donde las orcas eran unas de las asiduas visitantes. Una tarde, Odina salió a realizar un recorrido por la costa marina, acompañada de su perra labradora lluvia; se les hizo de noche, y una tormenta las arrastro hacia un paraje desconocido por ella.

Cuando el mar estuvo en calma, Odina empezó a buscar el modo de regresar, pero de repente el cielo se ilumino con una brillante luz que cegó su visión y no le permitía percibir con nitidez lo que la rodeaba , hasta que la luz cambió y pintó todo de color morado, así pudo observar una gran nave que se sumergía en el agua.

Al cabo de unos minutos, ésta emergió de lo profundo y se posó en la superficie, de ella surgieron tres platillos voladores que la sobrevolaban. Pasado unos instantes, se abrieron unas compuertas, Odina sintió el canto de lo que parecían ser dos ballenas orcas que salían del interior de aquella nave nodriza.

Ella no podía creer lo que veía, trató de no perder ningún detalle de aquella increíble escena: las luces, el hermoso canto de las ballenas, la magnificencia de las naves y su indescriptible sensación. Fuertes emociones encontradas la invadían, temor y confianza a la vez, nervios y alegría; todo cobraba sentido ante sus ojos. Lamentablemente Odina no pudo fotografiar aquel intenso momento, sólo podía contar con que su prodigiosa memoria la ayudara a recrear aquella imagen posteriormente.

Los tres platillos, desaparecieron velozmente en el cielo y la madre nodriza se sumergió en las profundidades del mar. Las ballenas, dieron varios saltos alegre y también se sumergieron. Odina permaneció unos instantes atónita por lo que acaban de experimentar ella y su perra lluvia, quien sería la testigo silente de aquel asombroso hallazgo.

Odina esperó el amanecer para retomar comunicación con tierra y obtener las coordenadas precisas para regresar a su lugar de origen; cuando estuvo de vuelta, no podía esperar para contarle a su abuelo sobre aquel descubrimiento. Al estar en su presencia, le dijo entusiasmada:

─ Abuelo, ya sé de donde vienen las ballenas.

El abuelo le sonrió satisfecho y le contestó:

─ Bien, dime entonces ¿de dónde vienen las ballenas?

Odina respondió:

─ Vienen del cielo abuelo, son seres extraterrestres.