THE DIARY GAME : DATE (6/09/2020) : DIA 14| Las reglas del Golf

7:00 am y me puse en pie. Comencé un challenge y estoy emocionada de completarlo. Así que inicié el día con mi rutina del baño. Bajé a buscar café y me senté en mi laptop.

Abrí sesión en Telegram, saludé a mi hija que está a 6 horas de diferencia, para ella pasó la hora del almuerzo. Pero serían las 6 am para mi hijo, así que él aún dormía.

Pregunté por la señora que ella cuida. Se llama Rouset y tiene 92 años, adicionalmente sufrió un ACV hace un tiempo. Es como una niña, se pone inquieta y patalea cuando mi hija debe dejarla.

Le pregunté si no había sufrido más crisis y me dijo que no. Que hoy estaba tranquila, pero el resto de los ancianos en el home estaban alterados, todos gritaban. Además uno de los ancianos se cayó y las enfermas corrían de un lado a otro.

Le recomendé escuchar música con pajaritos y olas de mar para que se mantuvieran tranquilas, porque ella misma ya estaba sintiendo dolor de cabeza.

Un Domingo agitado en Barcelona.

Publiqué mi día de reto en Twitter y algunas personas me dieron like. Revisé para ver si eran personas reales, porque a mi solo me dan like los bots.

Inicié el challenge.

A las 10am hice un break para desayunar un bollo que quedó del desayuno anterior. Regresé a mi laptop.

Me he encontrado con un ejercicio que se me hizo cuesta arriba. Casi renuncio, no lograba hallarle la vuelta. Ya eran pasadas las 4:00pm. Volví a la cocina por una taza de café con azúcar. Me senté y voalá! Es que para resolver el problema debía aprenderme las reglas del juego de Golf.

Eso hice, busqué en Google…no entendí nada. Busqué otros artículos, muchos conceptos que aprender…me estaba desanimando otra vez. Vi el reloj: 5:25 pm.

La plataforma te da la respuesta, pero no. No me daría por vencida. Me estaba retando a mí misma, no me hago trampa.

No fui una estudiante copiona. Bueno, lo intenté pero siempre me descubrían, así que me dejé de eso. Cada 5 que saqué fue con sudor y lágrimas.

Soy ese tipo de persona rara del planeta que no puede hacer nada ilegal. ¡Nada! La ley de Murphy da conmigo pero al instante. Por eso no soy chavista ni enchufada como mucha gente que conozco. Porque si lo fuera, seguro el Departamento del Tesoro americano ya me habría congelado mis cuentas bancarias en dólares y confiscado mis mansiones, caballos de pura sangre y autos lujosos en Miami.

Entonces pensé en un amigo boricua que es fanático de todos los deportes.

Le escribí, me respondió a los 5min. Estaba atendiendo su huerto casero. Le pasé este cuadro que me estaba enloqueciendo y me dijo: “Ah, mucho mejor. Ya te digo, espérame un tantito loquita”.

En un audio de 1 min de manera simple me explicó -Me encanta su acento. Siempre tengo la impresión que estoy hablando con Miguel Cancel, del grupo Menudo-.

Par serían las oportunidades que se tienen para acertar la bola al hoyo. Strokes son los golpes que se le da a la bola. Por ejemplo, par-1 significa que si solo tengo 4 oportunidades para acertar al hoyo, lo hago al tercer golpe. 4-1= 3. Me quedaría una oportunidad.

Respiré.

Ahora solo debía codificar esa información en la sintaxis de Javascript. La lección era sobre la estructura “if-else”. Cuando se construye el código, hay que pensar en el usuario. Lo aprendí en mi época de estudiante. El usuario siempre se las arregla para hallar debilidades al programa. Así que hay que cerrarle todas las posibilidades de que lo haga. Se llama validación.

Por ejemplo, si el programa pide números, debo codificar que el usuario SOLO ingrese números. No letras, ni música, ni imágenes ni caracteres especiales.

Cuando lo intente, el programa no se lo permitirá. Es lo que sucede cuando ingresamos el número de la tarjeta de débito en la plataforma online del banco. Si escribimos una letra, inmediatamente recibimos un mensaje de error que dice algo así:

“ Pero bueno vale, tú no sabes leer? Te dije que ingreses número, nuuuúmero!!!!”.

Batallé un rato. Creo que lo logré, solo basta ponerlo a prueba. Es lo que los programadores llaman "Beta". Sueltan su programa para que los usuarios, al usarlo, encuentren las puertas abiertas. Esto hace Windows con cada actualización. Cuando el sistema falla se envía un reporte al centro de Microsoft. Lo hace sin que tú te des cuenta. Corrigen la falla y cuando menos te los esperas, tu equipo dice que no la apagues que se está actualizando.

La plataforma de freeCodeCamp no te deja avanzar si tu programa no funciona. Solo requiere que funcione, se salta la validación. Así que lo logré! Es tan gratificante ver la ventanita de aprobación. Eran las 5:30 pm.

Compartí el logro con mi amigo puertorriqueño. Él siempre me hace bromas. Conversábamos cuando me quedé sin Internet.

Aproveché para darme un baño y el agua parecía venir directo de los más alto del Himalaya, salí con las uñas y los labios morados.

Fui por otro café. No tenía hambre.

Busqué un libro que todos recomiendan en mi carpeta: Eloquent Javascript y seguí su lectura. Subrayo lo que leo, también hago apuntes. Y siempre me sorprendo de lo lejos que voy en la lectura, pero soy como el cangrejo, siempre pa' trás. Tengo memoria corta.

Se llegó la 1:25 am y la conexión no volvió. Me dormí pensando en todos los proyectos que debo crear para colgarlo en mi portafolio.

Escribí este post en la espera, así que me toca subirlo a Steemit en la mañana.