Historias de la puta cárcel. Capítulo cinco

in #spanish7 years ago (edited)

“Historias de la puta cárcel” pretende ser un relato de ficción con diferentes historias breves e interconectadas entre sí, que reflejan la vida de variopintos personajes en un Centro Penitenciario de España y las circunstancias delictivas que les ha llevado a su ingreso en prisión.   

Gran parte de los personajes, lugares, situaciones y casos son reales, aunque maquillados con algunos elementos inventados y añadidos para dar mayor consistencia y uniformidad a los diferentes relatos, así como para mantener de la mejor manera posible la privacidad de las personas implicadas.   


Capítulo cinco

Matías apenas tenía contacto con nadie del exterior; en la isla tan solo residía una hermana suya pero la relación era distante y muy fría. Tan solo alguna llamada telefónica esporádica para preguntar por la salud de su madre a la cual no veía desde hacía bastante tiempo. Ninguna visita, ninguna carta, nadie se preocupaba por su estado. 

Pasaban los días, semanas y meses de forma anodina. La misma rutina diaria, las mismas actividades. No importaba si era lunes o domingo; cuando estás entre rejas todos los días son iguales.  Con “el francés” fuera de juego, a Matías solo le quedaba su trabajo por las mañanas y dedicarse a ver telenovelas por la tarde, su gran hobby.  

Finalmente, tras varios meses de tardanza, llegó la esperada fecha del juicio oral y Matías fue conducido por la policía a los juzgados. En todo momento alegó ser inocente y no haber participado en el asesinato y violación de la anciana. Pero la confesión de los otros dos implicados y las pruebas presentadas por la policía científica eran esclarecedoras. Sus dos compañeros habían alcanzado un acuerdo con el fiscal para declarar en contra de Matías a cambio de una rebaja sustancial de la condena. 

A eso se unió un examen pericial realizado por una psicóloga que había entrevistado varias veces a Matías durante los meses que había permanecido ingresado en prisión; las conclusiones a las que llegó la psicóloga era que Matías poseía una fuerte personalidad autoritaria y narcisista cercana a la psicopatía según la cual era incapaz de asumir cualquier acto incorrecto e indebido, derivando siempre la culpa en terceras personas. 

Pero lo peor para Matías no es que le impusieran una pena de prisión de 18 años, sino que la celebración del juicio hizo que las noticias sobre el mismo aparecieran en la prensa y televisiones locales; esto hecho provocó que más de uno atase cabos e identificase a Matías con ese suceso. Matías pasó de ser un personaje popular en el Centro a estar señalado como violador, un violador de ancianas; algunos le llamaban “el mataviejas”; otros menos sutiles le llamaban “el follaviejas”. Algunos internos empezaron a amenazarlo, motivo por el cual Matías decidió refugiarse.  

Cuando algún preso consideraba que su integridad física podía estar en peligro solicitaba por escrito que se le aplicase un régimen especial contemplado en la normativa penitenciaria. Si los hechos alegados eran consistentes, el Director del Centro podía autorizar que ese interno pasase a un módulo especial con otros reclusos en la misma situación. Allí permanecerían durante un tiempo aislados del resto de presos hasta que la amenaza cesase. 

                                                            Fuente

Matías perdió su puesto de trabajo y por tanto sus ingresos. Acostumbrado a llevar una vida activa, la estancia en el módulo de refugiados se hacía insoportable. Allí fue donde Matías trabó dos buenas amistades. 

Por un lado Don Paco, funcionario habitual del módulo, un personaje bonachón que inspiraba confianza en aquellas personas que lo conocían y trataban; era firme y muy recto en la aplicación de la normativa pero a la vez respetado por los internos dada su dedicación y esmero en escucharles y ayudarles en todo lo que pudiese siempre que lo merecían.  

Por otro lado Matías conoció a Manuel, al que no tardó en acoger como protegido suyo. Manuel denotaba numerosas carencias cognitivas; era el típico “cortito” del  que todo el mundo se burla y se aprovecha. Manuel había sido condenado por abuso sexual continuado a su propia hija; en el juicio quedó probado que durante más de un año, y en ausencia de su esposa, Manuel vejó a su hija de forma continua y reiterada mediante tocamientos y fotografías con desnudos muy explícitos, obligando a la menor a masturbarle. 

A raíz del cambio brusco de carácter de su hija, la madre empezó a sospechar que algo raro pasaba, hasta que finalmente descubrió la tragedia por la que estaba pasando la niña. Inmediatamente denunció a Manuel a la policía y solicitó una orden de alejamiento de su marido y la custodia total de la hija. La niña tuvo que ser sometida durante años a tratamiento psicológico debido al trauma soportado. 

                                                              Fuente

Manuel se refugió nada más entrar en prisión, pero no por decisión suya, sino del equipo técnico que lo examinó y valoró a su ingreso. Sus “pocas luces” le hacían especialmente vulnerable ante el resto de los presos. Manuel seguía continuamente a Matías allá donde este fuera como perrito faldero y hacía todo lo que éste le dijese y aconsejase. Se convirtieron en inseparables.  

Por aquel entonces llegó al módulo de refugiados un visitante inesperado. No respondía al perfil de refugiado, más bien todo lo contrario. Había llegado trasladado desde otro Centro Penitenciario por recomendación de las altas esferas. Se trataba de uno de los individuos más conflictivos y con mayor trayectoria delictiva de todo el país. Pero una historia de amor le puso en el camino y la vida de Matías. 

Continuará.   


En los siguientes enlaces puedes leer los capítulos anteriores:   

Sort:  

Que fuerte o.o, qué extraño que no lo hayan violado a él... aun..

En España apenas ocurren violaciones en las prisiones. Sería muy complejo de explicar ya que existen muchos factores que influyen. De hecho a día de hoy ya ni siquiera los delitos sexuales están mal vistos porque hay una gran abundancia de presos por estos motivos. Pero en la época en que ocurre la historia que cuento si era así y la vida de estas personas corría peligro

Una prisión debería parecerse más a un hospital que a un vertedero de miserias. Tremendo.

A veces lo que parece es un psiquiátrico más que un hospital.
Saludos!

jajaja saludos.

Amigo, que interesante se ha puesto! sigue inspirandote que me tienes en el hilo de la desesperación jajajá NO te apresures... temo leer: "capítulo final":(
Empezó mi parte favorita "el amor".
Un abrazo y feliz fin de semana. @torkot

Las prisiones dan para historias de amor de lo más pintorescas que te puedas imaginar. Tranquila que todo llega

Que gran imaginación. Excelente escrito. Sólo he leido este capitulo y me parece super interesante. Te invito a visitar mi blog.

Muchas gracias!

Muy fuerte lo que pasa y las historias que están detrás de las paredes de una prisión, definitivamente es un mundo dentro del mundo. Espero ansioso el siguiente capítulo. :)

Me alegra que te esté gustando.
Saludos!

@torkot got you a $7.56 @minnowbooster upgoat, nice!
@torkot got you a $7.56 @minnowbooster upgoat, nice! (Image: pixabay.com)


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