Diario de una chica saludable 12: “Estoy muy hinchada y muy felíz”.
Mi cirugía fue todo en éxito. El tumor que se ubicaba entre la nariz y la boca en mí, ya no estaba. Podía respirar normal, como hacen las demás personas y era maravilloso.
Del hospital salí un día después con unas vendas y un tapón que evitaba que por mi nariz corriera sangre…Me lo retiraban luego de tres días. Luego de esos tres días, en los cuales me la pasé durmiendo y comiendo fruta y dulce que me traía mis visitas, mi rostro se hinchó de sobremanera... Pero me veía adorable.
Y más que adorable, saludable.
Había valido la pena todo lo que pasé para que la cirugía se diera bien. Pude lograr operarme en Venezuela, en el hospital HULA de Mérida…Eso no muchos lo pueden decir, hay cola de espera de más de 2000 personas y personas que se cansan de buscar insumos…Como yo lo hice, pero volví a lo contienda unos meses después.
El que persevera, gana. El que afirma, todo le fluye.
Gracias a Dios ya soy una chica saludable. Ahora a comerme el mundo con la boca aún más grande.
Las partes anteriores de este diario:
Diario de una enferma 1: Esto no es poesía es una urgencia.
Diario de una enferma 2: Soy el "caso que te dije", un juego entre amigos.
Diario de una enferma 3: Los médicos sí atienden.
Diario de una enferma 4: Los guerreros a lápiz y a gafas.
Diario de una enferma 5: Soy organizadora de eventos.
Diario de una enferma 6: En un viaje llega lo que el corazón necesita.
Diario de una enferma 7: La lista de insumos.
Diario de una enferma 8: El seguro social y llorar en público.
Diario de una enferma 9: Todo fluye como el agua.
Diario de una enferma 10: También repruebo los exámenes de sangre.
Diario de una enferma 11: Quirófano y menstruación.
Gracias a los steemians que ha medida que avanzaba este diario, votaban, comentaban y me daban su apoyo, también en mis otros posts en los cuales siempre específicaba que todas las ganancias iban destinadas a mi cirugía y así fue.
Gracias a Steemit por brindarme este espacio donde desahogarme y permitir compartir esta realidad venezolana.
Yo no viví ni el 20% de lo que las demás personas padecen en las instituciones de salud de este país, tuve mucha mucha suerte y claro, tuve que dejar una que otras lágrimas y esfuerzos...Pero nada se compara a lo que yo vi y que gracias a Dios no viví en carne propia porque mi fé me elevaba.
Dios es grande. Amén.
¡Gracias!
Con fé y buena acyitud podemos conseguir todo lo que nos proponemos.
¡Muy cierto! <3 Saludos.