Diario de una enferma 9: “Todo fluye como el agua”.
El día que lloré en el seguro social gracias al estrés… Fui a casa de mis abuelos. Ahí estaba mi tía, quien había regresado de Colombia a pasar unos días… Ella es una importante profesora de una universidad de Bogotá.
Les conté todo lo que había pasado, menos que lloré. Me aconsejaron y me sentí de lo más apoyada. Pero no tanto como cuando mi tía me dijo: “Mañana tráeme la lista de insumos subrayada con lo que ya tienes”.
Así fue. Ella se llevó la lista… Luego mi madre y yo fuimos a varias farmacias a averiguar el presupuesto de lo que me faltaba.
Todo fluyó como sólo Dios lo puede hacer.
A la semana siguiente ya tenía lo que me faltaba para mi cirugía en mis manos.
Esa semana fui al hospital. Me dieron la buena noticia de que gas anestésico seguía allí, a mi nombre. Todo encajaba como un rompecabezas.
A la semana siguiente iba a pasar lo más esperado por mí desde que comenzó el 2019. Mi cirugía.
¡Gracias, frida! <3