El Emperador de las Nubes. Capítulo 3

in #spanish6 years ago

Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe (?)

Hoy es viernes de #EmperadorDeLasNubes

Les comparto primero las entregas anteriores:

Portada-Niño
Fuente

El Niño

Cuando regresaron de la misión en el Agujero, Norman los esperaba con impaciencia. Había notado que solventaron el problema, pero eso no lo había hecho más feliz. Más bien durante la ausencia de las Ratas, él se había puesto de peor humor.

Había ordenado con insistencia que los bots fuesen puestos en línea, todos los posibles, para arreglar un serio problema. Todas las Ratas trataban de hacer el trabajo asignado, pero claramente estaban superados por su pobre capacidad técnica para arreglar tecnología tan avanzada.

-Maldita sea…- se oyó susurrar a Norman desde el Cerco, mientras tecleaba comandos y miraba el estado de la nave en la pantalla de su agenda electrónica personal.

Su frustración resultaba muy molesta, pero el motivo por el cual estaba tan enfadado, o preocupado, era lo que más mortificaba a Marcos. No había visto a Norman así desde lo sucedido con los Exterminadores un par de años atrás. Por aquel entonces un par de Ratas cometieron Herejía y casi le cuesta la vida a todos en Las Madrigueras.

Sin embargo Marcos y Cabrera podían estar plenamente seguros que no se trataba de un incidente con Exterminadores. De lo contrario ya lo hubiesen sabido.

-Jefe, ya arreglamos el problema con el Agujero- se adelantó Cabrera, una osadía de parte suya pero con claras intenciones de saber qué estaba pasando.

Norman se dio cuenta al instante, pero no respondió. Miró fijamente a Cabrera con unos ojos furiosos y a la vez llenos de compasión. Esos aturdió a los muchachos, primera vez que veían aquella mirada.

-No pasa nada fuera de lo normal- se apresuró a decir Norman ante la incredulidad de sus Ratas. Adoptó una expresión más seria y carente de emociones, muy típica de él-. Hay muchos problemas con los sistemas de Soporte Vital. Supongo que el incendio provocó daños a nivel estructural que no podemos reparar, pero los bots si.

Señaló a una pila de bots de diferentes tamaños y colores, distinciones para cada rol que debían cumplir. Algunos bots, los rojos, servían para controlar incendios, mientras que los azules eran técnicos de refrigeración. Según estimaba Marcos, probablemente sólo funcionaban la mitad de los bots bomberos, mientras que los bots Técnicos azules no superarían las 200 unidades. Muy malas noticias.

-¿Qué hacemos?- Marcos reunió valor para decir sus palabras. Una voz en su interior le decía que la situación era muy grave, mucho más de lo que estaría dispuesto a admitir Norman.

Por un minuto de silencio todo permaneció estático, como si congelaran el tiempo. Norman revisó su agenda y pensaba en una solución al oculto predicamento, mientras que Cabrera se tensaba.

-Vayan a los pisos superiores, los dos. Hay bots que intentan mantener a raya un problema eléctrico, no debería ser gran cosa, pero...

-¿Dónde exactamente?- se adelantó Cabrera. La intuición de Rata habló por él.

-En la estación de bots. Tengan cuidado, no tengo contacto con los bots.

Ambos asintieron y salieron del Cerco camino a la estación de los bots. Dicha estación es un puesto de ensamblaje y reparación básico para la mayoría de los bots del Emperador. La idea es que funcione como un sistema autómata capaz de regular los bots que a su vez regulaban y cuidaban de la nave.

Pero ya no servía bien. La estación apenas daba mantenimiento a los bots, y fabricaba al menos un bot cada año, una tasa muy baja y preocupante. Marcos pensaba que la falla de la estación estaba relacionada con el mal humor de Norman, algo perfectamente comprensible.

Cuando llegaron a la estación, una enorme sala circular extremadamente húmeda y fría, supieron que algo no estaba bien. La estación debía estar reparando bots en las 200 áreas de ensamblaje, pero no había ninguna actividad o luz.

-Esto es raro, debería…

-Shhh…

Marcos escuchó una voz, un leve susurro que apenas perturbaba el silencio sepulcral de la sala. Se acercó a una de las estaciones cercanas, agudizando su oído para escuchar mejor.

-Código de emergencia 2251592… activación manual…

La voz, ahora más clara e infantil, iba acompañada de un sonido robótico que sugería un rechazo. Marcos y Cabrera identificaron la voz viniendo cerca de uno de las estanterías pegadas a la pared.

Se acercaron con sumo cuidado y se quedaron helados al verlo: un niño, de 8 años tal vez, frente a una docena de bots que lo miraban directamente.

-Código de emergencia 2251592… activación manual…

Otra vez el sonido de negación. Eran los bots que negaban los comandos de voz.

-Oye, niño…

Gritó Cabrera, molesto. Aquel niño estaba interrumpiendo el trabajo de los bots. ¿Por qué? Se preguntaba Marcos. ¿Cómo un niño puede detener las funciones principales de los bots? La única forma…

-¡Hey! Ayúdenme. Necesito activar los bots. Mi padre necesita ayuda- el niño giró para ver a las Ratas. Estaba llorando-. Nos hundimos… ayúdenme...

Separador

Esta ha sido la 4ta entrega y 3er capítulo. Cumplo con mi propia meta de publicar cada viernes esta historia, hasta algún día completarlo.

Agradezco su tiempo para leerme y los invito a leer más de mis historias, sea de entregas anteriores o de otras más que escribí, estoy escribiendo y escribiré.

Firma

Sort:  

muy buena historia buena ficcion! sigue escribiendo que tienes talento

¡Muchas gracias! Aprecio mucho el comentario. Estoy decidido a hacer de esta historia una de las más importantes de mi blog. Sigue pendiente de los siguientes capítulos :)

Coin Marketplace

STEEM 0.15
TRX 0.12
JST 0.025
BTC 55258.26
ETH 2459.89
USDT 1.00
SBD 2.19