Habían transcurrido tan solo 14 minutos luego de la medianoche de aquel naciente 26 de septiembre de 1983, cuando el sonido de una alarma interrumpió el silencio que reinaba en la sala del Sérpujov-15, un búnker subterráneo ubicado en las afueras de Moscú, capital de la hoy en día extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, donde se coordinaba la defensa aeroespacial rusa.

El ambiente entre las dos superpotencias en aquel entonces era tenso, apenas unas pocas semanas atrás, la fuerza aérea soviética había derribado un avión comercial surcoreano que "presuntamente" habría violado su espacio aéreo, causando la pérdida de 269 vidas inocentes entre pasajeros y tripulación, incluido el congresista estadounidense por el estado de Georgia Larry McDonald. Este confuso incidente, trajo consigo una fuerte oleada de protestas a nivel mundial, donde el entonces presidente Ronald Reagan le llamó la "Masacre de la aerolínea coreana", un "crimen contra la humanidad [que] nunca debe ser olvidado" y un "acto de barbarismo... [de] brutalidad inhumana y cobarde." Posteriormente, los países miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) coordinarían acciones para llevar a cabo ejercicios militares conjuntos, mientras la agencia de inteligencia soviética, la infame KGB informaría a sus espías en Occidente de la inminencia de un "ataque nuclear".

El oficial de guardia en el búnker, un teniente coronel quien tenía a su cargo un equipo de técnicos y militares especializados que monitoreaba, día y noche, la red de alerta temprana ante cualquier posible ataque de misiles nucleares del enemigo, se paralizó ante la gran pantalla roja donde se leía la palabra "lanzamiento", lo que indicaría que un misil de largo alcance habría sido lanzado desde una base militar estadounidense ubicada en Montana e impactaría en territorio ruso en un lapso de 20 minutos.

El oficial conocía de memoria el procedimiento: debía informar en un lapso no mayor de 15 minutos a sus superiores, quienes tendrían en última instancia, la responsabilidad de iniciar o no, un ataque masivo en represalia. Sin embargo, tenía serias dudas sobre la confiabilidad del sistema ruso de detección. Habrían pasado algunos minutos, cuando la alarma se activa nuevamente, posteriormente se activaría una tercera, una cuarta y hasta una quinta vez. Las computadoras cambiaron de alertas de "lanzamiento" a "ataque con misil"; un sudor frío le recorrió el cuerpo de pies a cabeza mientras el resto de los presentes no se atrevían a pronunciar palabra alguna, esperando su decisión.

Una interrogante asaltaría al teniente coronel, ¿por qué razón los norteamericanos se arriesgarían a iniciar un ataque nuclear con tan solo 5 misiles?, sabiendo que la respuesta de los soviéticos sería de mayores proporciones, su intuición le indicaba que este era completamente absurdo y carente de lógica. Estaba perfectamente consciente que una equivocación podría dar origen al holocausto nuclear, al tan temido Armagedón, la bíblica batalla del "Fin de los Tiempos" entre las fuerzas del bien y del mal que pondría fin a la humanidad, o al menos, acabaría con la vida tal como la concebimos y conocemos en la actualidad.

El tiempo parecía haberse detenido, los minutos se eternizaban y el aire en el búnker se tornaba irrespirable, cuando súbitamente las alarmas cesaron. No se recibieron reportes de que algún misil enemigo hubiese impactado en suelo soviético. El oficial llamaría entonces al oficial que se encontraba de guardia en el cuartel general del Ejército soviético, donde reportaría una falla en el sistema.

Años mas tarde, el teniente coronel señalaría en una entrevista que “En esta situación, decidí que tal vez sería mi error, pero yo no quería empezar la Tercera Guerra Mundial”.

El Hombre que Salvó al Mundo

Stanislav Yevgráfovich Petrov nace el 7 de septiembre de 1939 cerca de Vladivostok, y fallece el 19 de mayo de 2017 en Friázino un suburbio de Moscú.

Hijo de un piloto de guerra durante la Segunda Guerra Mundial y de una enfermera. Estudiaría en una universidad técnica de la Fuerza Aérea Soviética en Kiev, uniéndose posteriormente a las Fuerzas de Defensa Aérea, donde escalaría posiciones. A principios de la década de los 70 fue asignado al sistema de alerta temprana.

Stanislav Petrov

Petrov fue el oficial de guardia que identificaría correctamente una alerta de ataque con misiles como una falsa alarma aquella madrugada de septiembre de 1983, evitando lo que podría haber desencadenado una guerra nuclear entre las superpotencias de aquel entonces, la extinta Unión Soviética y los Estados Unidos.

Aunque en un principio se le elogió por la calma que demostró durante el desarrollo del suceso que se conocería posteriormente como Incidente del Equinoccio de Otoño, el alto mando militar soviético, avergonzado por la falla en el sistema que mostraba su ineficiencia y vulnerabilidad, optó por reprenderlo verbalmente por una "inadecuada presentación de documentos". Se le relevó de su puesto y se optó por ocultar el evento hasta que saldría a la luz pública en 1998, en una entrevista concedida por el superintendente de Petrov, el coronel Yury Votintsev al diario alemán Bild, en la que este se refirió a su hazaña.

Se retiraría de las fuerzas armadas en 1984, tras lo cual obtendría un empleo como ingeniero superior en el instituto de investigación que coincidencialmente habría desarrollado el sistema de detección temprana, que habría fallado cuando el satélite que activó la alarma, confundió el reflejo del sol en las nubes con un lanzamiento de misiles. Posteriormente se retira para dedicarse al cuidado de su esposa Raisa quien era víctima del cáncer y quien fallecería en 1997, tras lo cual viviría de los ingresos que obtendría de su pensión.

Tras darse a conocer por aquel incidente, a Stalisnav Petrov se le otorgaría en 2004 el premio World Citizen Award de la Asociación de Ciudadanos del Mundo (Association of World Citizens), que consistía de un trofeo y 1000 dólares estadounidenses, por evitar lo que podría haber sido un desastre mundial. En enero de 2006, viajaría a los Estados Unidos, donde sería homenajeado por las Naciones Unidas, y donde le fuese entregado un segundo premio de la Asociación de Ciudadanos del Mundo.

El Senado australiano le premiaría el 23 de junio de 2004. En Alemania, le concederían el Premio Alemán de Medios en 2011, que reconoce aquellas personas que han hecho contribuciones significativas a la Paz Mundial, También sería galardonado en 2013 con el Premio de la Paz de Dresde.

En 2014, el actor y director de cine estadounidense Kevin Costner realizaría el documental The Man Who Saved The World (El hombre que salvó al mundo) donde Petrov quien nunca se consideró a sí mismo como un héroe, relataría:

"Todo lo que pasó no me concernía - era mi trabajo. Estaba simplemente haciendo mi trabajo y fui la persona correcta en el momento apropiado, eso es todo. Mi última esposa estuvo diez años sin saber nada del asunto. '¿Pero qué hiciste?', me preguntó. No hice nada.".

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El teniente coronel Petrov fallecería a los 77 años de edad en Friázino un suburbio moscovita, donde vivía solo. La noticia de su deceso apenas tendría eco en los medios rusos. Sin embargo, los ciudadanos del mundo le debemos la vida e este hombre que se encontraba "en el momento correcto".

Fuente

Fuentes Bibliográficas:

• Stanislav Petrov
• El hombre que salvó el mundo
• El 26 de Septiembre de 1983: Stanislav Petrov evitó la Tercera Guerra Mundial
• El adiós del hombre que salvó al mundo
• Stanislav Petrov: "El hombre que salvó al mundo"

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