Este año, en mi opinión, ha sido uno de los mejores para la categoría de "Mejor Película" de los Oscars. Sólo me quedan por ver Call Me by Your Name y Phantom Thread, y de momento la única película que considero "ligeramente" sobrevalorada es Get Out (que igual no es una mala película). Darkest Hour es una de esas que, en otro año, podría estar facilmente entre las favoritas, e incluso llevarse el premio. Hoy voy a compartir con ustedes mis impresiones sobre esta película, y mis predicciones sobre los premios que podría llevarse en la gala de los Oscars.

De nuevo la Segunda Guerra, desde otro punto de vista

Existen ciertos eventos históricos que, no importa cuantos años pasen, siguen siendo fuente de inspiración para los cineastas de todo el mundo. Estuve indagando durante un rato por internet, y aunque no logré dar con una respuesta absoluta, me arriesgo a afirmar que ningún periodo histórico ha dado lugar a tantas adaptaciones cinematográficas como la Segunda Guerra Mundial. Muchas de ellas son mediocres, por supuesto, pero la lista de grandes obras maestras centradas en este periodo es sorprendentemente larga.

Dicho esto, no deja de ser curioso que en el mismo año se estrenen dos grandes películas que, no solo se ambientan en la guerra, sino que recrean exactamente el mismo evento: la «Operación Dinamo». Darkest Hour resulta ser, probablemente por simple casualidad, el complemento perfecto para Dunkirk. Y es que mientras Nolan buscaba ponernos en la piel de los soldados de la asediada bahía, la película de Joe Wright nos muestra otra cara de la moneda: los entresijos políticos, y el tenso clima que se vivía en Londres, al otro lado del canal, en donde la inminente derrota en Dunkirk significaría abrir las puertas a una invasión a territorio británico. En estas condiciones, el recién nombrado primer ministro, Winston Churchill, debería enfrentarse a la dura decisión de, o bien rendirse a las exigencias del Tercer Reich, o bien luchar una guerra que parecía ya perdida y podría suponer la destrucción absoluta del Imperio Británico.

La estética de las horas más oscuras

Si por algo resalta la cinta (además de la actuación de Gary Oldman, que comentaré en breve), es por su impresionante apartado visual. La cámara de Joe Wright viaja constantemente entre dos ideas: la solemnidad que muestran muchos de sus planos generales, que casi podrían confundirse con un lienzo pintado; y el de la cámara dinámica, que a veces se mueve a su antojo por los pasillos del parlamento británico.

La fotografía de la película merece una mención especial, ya que es un aspecto que resalta a simple vista. El constante uso de luz volumétrica (que enfatiza notablemente el humo del omnipresente tabaco de Churchill), juegos con los colores y la temperatura de la luz, el claroscuro y la clave baja, son algunas de las características que definen a la fotografía de la película, obra de Bruno Delbonnel.

¿Una película de propaganda?

Ahora, alabada las bondades estéticas de esta cinta, les comentaré algo que, por momentos, me hacía disfrutar un poco menos de la experiencia. La película posee un claro mensaje, que no se molesta en ocultar: los nazis eran monstruos que querían dominar el mundo, y Churchill fue un héroe por haber resistido en su contra. No digo que tenga algo en contra de este mensaje, pero ¿hacía falta hacerlo tan obvio? Especialmente a medida que se acerca el final, la película echa mano de un sentimentalismo muy poco imaginativo, que por momentos me hizo dudar de si estaba viendo una película de propaganda (algo como El acorazado Potemkin, o las propias películas del gobierno nazi). No necesariamente este aspecto dañe demasiado a la película (no para mí, al menos), pero es de los pocos "peros" que logré conseguirle.

Afortunadamente, incluso en los momentos de mayor "proselitismo" de la cinta (la escena del tren para mi es la más clara para entender este aspecto), la magistral actuación de Gary Oldman nos hace olvidarnos de cualquier duda que podamos estar sintiendo sobre la calidad de la película. Y es que la personificación que hace de Churchill está tan bien conseguida, que es muy difícil conseguir al actor detrás del personaje. El mérito de esto se lo lleva tanto el propio Oldman como el mítico maquillador Kazuhiro Tsuji, que volvió de su retiro exclusivamente para trabajar en esta cinta. Muy probablemente ambos, actor y maquillador, vean su trabajo premiado con un Premio Oscar en la gala del 4 de marzo.

Algunas predicciones...

¿A qué premios está nominada?: Mejor Película; Gary Oldman a Mejor Actor; Mejor Fotografía; Mejor Maquillaje y Peluquería. (4 nominaciones)

¿Qué premios podría llevarse?: Esta película parece tener dos premios casi asegurados: Mejor Actor y Mejor Maquillaje y Peluquería. La actuación de Oldman ha sido premiada en casi todas las entregas de premios de este año, y usualmente la categoría de maquillaje la gana la película que tiene también la nominación a Mejor Película. En cuanto a Mejor Fotografía, la competencia es sumamente fuerte, y dificilmente la película de Wright logre imponerse sobre The Shape of Water, Blade Runner 2049, o Dunkirk. Como mejor película, no está entre las favoritas, así que tendrá que conformarse con la nominación.

La señorita @Jeilinespinel y yo, amantes de intentar adivinar que pasa por la cabeza de los miembros de la academia cuando votan por cada uno de los premios, hemos decidido abrir para la comunidad de Steemit un concurso en el que cada uno podrá intentar adivinar quiénes serán los ganadores. Visita ACÁ el anuncio del concurso, para que conozcas todas las reglas, y comiences ya a hacer tu lista de candidatas. De igual forma, estén atentos de los post de @jeilinespinel y los míos, ya que ambos estaremos publicando análisis de cada una de las películas nominadas, que podrían serte de ayuda a la hora de tomar la decisión ;)

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