La joven de la sangre de oro (VI)

vickaboleyn (65)in #spanish • 7 years ago (edited)

Cristina miró fascinada el paisaje que pasaba delante de sus ojos. Con los brazos abiertos, cerró los ojos, dejándose golpear por el viento y las nubes. El deseo de escapar de su realidad monótona parecía cumplirse con exactitud; atrás había dejado Mérida, había dejado el mundo que conocía, el hogar en el que creció por cerca de 30 años.

Era un sueño irse así, sin mediar palabra alguna. Quizás era realmente un sueño y no tardaría en despertar.

Quizás...

.-.-.-.

Thor creyó haberlo visto todo hasta ese momento.

Estupefacto, se retiraba del territorio ged con inquietud y asombro. Si bien desconocía si la chica era realmente humana, nephilim o ged, la conexión que observó en ambos era tan fuerte y tan profunda que la chica comprendió la razón de su presencia cuando el dragón había bajado una de sus alas. Aquél acto, si mal no recordaba, no era una simple invitación: El dragón la había elegido como su drakae, su jinete.

Se detuvo un momento en uno de los campanarios de la Catedral de San Ildefonso. Contemplando la ciudad, barajó las opciones que tenía ante semejante descubrimiento.

Su primera opción era informar a su sobrino Aesir; éste, a quien Jápeto encomendó la misión de capturarlo, haría lo que sea con tal de lograr su cometido, incluyendo la seducción. Por otra parte, su segunda opción era Hvitserk, su hermano mayor; éste, al contrario que su sobrino, era más diplomático y más directo. Era muy probable que optara por dialogar con la drakae y llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes antes de intentar cualquier estratagema que llevara directamente a la desgracia.

Se decantó, pues, por el último al considerarlo la opción más viable y menos riesgosa.

- Quien te viera contemplando la ciudad pensaría que te ha encantado.

Thor se volvió. "Hablando del rey de Roma", pensó con una sonrisa mientras que Hvitserk se paraba junto a él.

-¿Cómo te fue en la misión de esta noche? -inquirió.

-Aburrida -replicó Hvitserk mientras observaba el panorama silencioso de Mérida -. ¿Y tú?, ¿vienes a recoger algún alma?

-Iba a hacerlo, pero opté con hacerle esperar. Hay algo mucho más importante que es preciso comunicarte.

-¿Comunicarme?

- Sí. Vi al dragón Ivar deambular por esta ciudad.

Hvitserk le miró con interés; Thor continuó explicando:

- Estaba en territorio ged buscando a alguien.

- ¿Territorio ged? ¡Vaya! El chucho tiene más pelotas que nuestro padre. Los ged lo habrían matado sin reservas.

- La cosa, Hvitserk, es que parece ser que el dragón tenía un motivo muy fuerte para escapar de su hogar y deambular con sus hermanos por el mundo.

- No creo que tengan más motivos que hacer lo que su jefe les ordena.

- ¿Y si te dijera que ese motivo es su drakae?

Hvitserk se sorprendió; Thor añadió:

- Lo vi, hermano. Vi que el dragón y la chica...

- ¿Una chica? Espera... Thor...

- Sí. Su drakae es una chica, una que vivía justamente en ese territorio. Por ella se escapó, ahora que lo pienso bien. Escapó por esa profunda conexión que surgió entre los dos desde quién sabe cuándo.

Hvitserk le miró incrédulo.

- Hermano, te juro por el mismo Jápeto que lo que te digo es verdad. Ambos están completamente conectados. ¡Lo podía ver en sus ojos!

- ¿Y cómo era la chica?

- Bueno... Ella era alta, de cabello negro, blusa rosada y pantalón negro.

Hvitserk desvió la mirada.

Y en ese instante el temor invadió su corazón.