Tener un horario para dibujar me ha facilitado un poco las cosas, me ayuda a ser constante. Este reto ya lo había empezado meses atrás pero por no haberme pautado una hora en específico, no pase de los dos primeros días del reto. Hoy voy en el cuarto dibujo y me siento muy feliz y orgullosa por haber llegado tan lejos (si, ya sé que apenas son 4 días, que para mí ha sido un gran avance). No me imagino como serán mis dibujos cuando llegue al día 100, pero seguro que haré una celebración por eso.

Con la práctica de estos cuatro días me he dado cuenta que de a poquito la destreza con el lápiz va mejorando, mi mano se va soltando y cada vez duro menos dibujando; pero sí tardo demasiado en encontrar la fotografía que usaré, pierdo un montón de tiempo buscando una imagen que me inspire a dibujar, esto es un error.

Creer que necesitamos de la inspiración para crear cosas, está mal, lo dicen todos mis profesores de arte. Lo que necesitamos antes de que llegue la inspiración es ser disciplinados y estar en constante trabajo, aunque no por esto la inspiración deja de ser indispensable.