V. Kasparov: Analista y ejecutor para sus mejores partidas.

in #spanish7 years ago (edited)
Ariel Bach estaba revisando su “blog” con el cual se publicitaba en la deep web. El titulo era "V. Kasparov: Analista y ejecutor de sus mejores partidas". Después intentaba ser más explicito con las tareas que podía realizar.

"Si se encuentra en una partida de ajedrez de extremada importancia para usted, y no ve una forma de ganarla, yo soy su solución. Distintas tarifas según el resultado que se desee; Abandono del contrincante, tablas o jaque mate." Pero como para él, trabajo era trabajo, no le hacía ascos a ningún encargo y así lo explicaba. "Para otros juegos, tarifas a convenir "

Tras esas “intuitivas” explicaciones venía la forma de contacto. El proceso a base de encriptados, IP ocultas y luego falsas, recorrido por varias cuentas de correo y algún cortafuegos que él no entendía, se lo había diseñado Lolo, alias “Peppa pig” un amigo… un colaborador… en realidad uno al que Ariel le salvó el culo el día en que este quiso morder más de lo que le cabía en la boca. Ahora era como un esclavo para Ariel. Después de aquel día, Lolo quiso cortar todo hilo que sus enemigos pudieran rastrear hasta él por eso decidió cambiar su alias y fue Ariel el que le propuso el nuevo un día que estaba en la cueva del hacker viendo como le preparaba su web corporativa.

- ¡Joder Lolo, con esa cara rechoncha y esos mofletes colorados tu alias ha de ser Peppa pig! – Lolo soltó una carcajada
– como te pasas conmigo Ariel
-Lolo, no es una broma, pon Peppa pig, a mi me gusta–
-No joder – Ariel clavo aquella mirada fría y oscura sobre Lolo y este no soporto la presión más que unos segundos, pasados los cuales accedió.
-Joder, Peppa pig, vaya mierda.

Lolo era un nerd de 24 años. Aunque ya había acabado la carrera de ingeniería de sistemas, seguía en la universidad dando clases de programación practica a los alumnos de 1º y 2º de carrera. Además se estaba preparando para iniciar el doctorado. Era algo regordete, 1.70 de altura, pelo liso castaño y sin gafas. Aunque iba de terrorífico hacker no era más que un magnífico informático bonachón.

Ariel le llevaba 20 años, delgado, moreno, 1.75 de altura, sin tatuajes ni nada que lo hiciera llamar la atención. De vuelta de todo, estudios medios, no acabó la universidad, trabajaba en lo que le saliera y se preparaba para cualquier cosa que tuviera demanda laboral; contabilidad, electricidad, informática, etc. Se fue aburriendo de su propia vida y para soportarla combinaba alcohol con drogas y noches sin fin.

Ese día no le había llegado ningún encargo. Ariel se relajó, no tenía problemas de dinero, gastaba mucho menos de lo que ganaba y decidió que pasaría el día paseando, compraría algún libro, almorzaría en algún restaurante pequeño, tranquilo y con buena cocina y se iría a ver a Med para que le obsequiara con un poco de caballo y mucha munición. Recordó entonces que fue gracias a Med que se introdujo en el negocio; Su primera noche de trabajo y recompensa. Ariel se dispuso a ducharse mientras rememoraba aquella fecha de hacía 11 años.

Aquella noche, el que era su camello, apareció con la boca rota en el antro donde hacia sus trapicheos. Allí le esperaba Ariel tomando un vodka con tónica; se sorprendió al verlo llegar con esa pinta.
-¿Qué coño te ha pasado? – le interrogó Ariel.
-Me han robado, dos hijoputas medio borrachos. Los conozco, alguna vez me habían comprado cuatro mierdas, solo lo hicieron para saber que cargaba. Hoy me estaban esperando.
-¡Oye! No me jodas con tus rollos, ¿me has traído lo que te pagué?
-¿Tu estas sordo o ciego? Las dos cosas por lo que veo, ¡Me han robado, joder!
-¡Ni sordo, ni ciego, ni tonto! Vuela a por mi encargo o te voy a meter una ostia que vas a quedar más feo de lo que ya eres.
-No joder, esos dos son unos cabrones chungos. ¡Qué puta suerte, hoy quería ir a una rave a vender, iba cargadito!
-¿Qué llevabas?
-¡De todo! Metanfetas, acido, coca, éxtasis y popper.
-Lo recuperamos y vamos a medias
-¡Que dices loco!
-¿prefieres la paliza?
-No, no, pero la mitad es mucho
-Sí, es mucho, de no tener nada a recuperar la mitad es mucho, pero lo voy a hacer por ti. Venga vamos a buscarlos, si aceptas vamos a medias y si no te vas a dormir caliente. Tú mismo – Ariel pago la copa y salieron del bar.
-Bueno Med, donde encontramos a esos dos. –dijo Ariel
-Siempre van a un bareto cutre cercano, vamos a ver si los han visto por ahí.

Mientras andaban, Ariel se fijo en Med. Medía 1.65, delgado como cualquier politoxicómano, jeens viejos, camiseta Levi´s negra, pelo largo con coleta, barbita de chivo y un arito en la oreja. No era mal tipo, a pesar de su negocio, era legal y descomplicado.

-¡Oye! ¿Por qué te llaman Med?
-¡Déjame en paz! –dijo enojado Med. Tiempo más tarde Ariel se enteraría de que Med era abreviatura de “Media Mierda”, pero nunca le dijo que lo sabía ni se lo volvió a preguntar jamás.
Al salir de un callejón vieron enfrente las luces del bar que buscaban. Delante había un pequeño descampado de tierra que servía de aparcamiento a los clientes. Cuando lo estaban atravesando Med agarró por el brazo a Ariel y le señaló un Volkswagen rojo
-Están aquí, ese es su carro. –dijo Med. Ariel miro el carro y siguieron andando hacia el bar, pero algo le llamó la atención y al darle una segunda ojeada paró en seco.
-Ahí dentro hay alguien. – Dijo Ariel. Med miró y asintió.
-¡Putos, están ahí fundiéndose mi mercancía¡
-Sígueme- dijo Ariel

Ariel se situó junto a la ventanilla del acompañante y golpeo con los nudillos como aquel que llama a una puerta. El tipo del interior lo miró, puso cara de hastío y bajó la ventanilla. Entonces poniendo cara de sorpresa preguntó

-¿Qué te pasa?
-No nada, es que aquí el colega me dice que le habéis jodido las golosinas y… bueno, es que no todas eran suyas, ahí hay unos ácidos que son míos.
-¡Ah, ya entiendo! El señor viene a poner una queja, pero… ¡Qué lástima, no nos quedan hojas de reclamaciones! Pásese usted mañana que la secretaria le atenderá con mucho gusto.
-Oye tío, déjate de gilipolleces y dame mis ácidos.
- mira ya me estas tocando los cojones, largaos de aquí los dos, iros a poner una denuncia o a tomar por culo, Jajajajaja
-Escucha cara de polla, dame mis ácidos, yo no tengo ganas de problemas con subnormales.

De entrada al tipo le cambió la cara, pero rápidamente volvió a dibujar una sonrisa socarrona. Abrió la puerta y se puso de pie frente a Ariel.
-¿Quieres lo tuyo?- Dijo despacio - ¡pues aquí tengo para los dos! – en ese momento sonó el click característico de una navaja automática al abrirse. Un brillo desde su mano izquierda certificaba la apreciación sonora.
La navaja desapareció, Med la buscó sin encontrarla, La nariz si estaba cerca de su sitio y en el hospital pudieron regresarla a su posición original, pero los tres dientes fueron pérdida total.

El que se mantenía al volante, al ver desaparecer a su compañero se abalanzo sobre el asiento del acompañante abriendo la guantera y buscando algo en ella. Ariel lo agarro por las dos orejas y lo arrastró hasta sacarle medio cuerpo del auto, y en esa posición le propino un rodillazo en la cara que le izo sentir como si le hubieran clavado la nariz en el cerebro. Perdió todos los sentidos envuelto en un pitido agudo y un dolor que lo paralizaba.

-Recoge la droga Med, rápido – acució Ariel. Mientras Med se hacía con la bolsa de las papelinas Ariel busco en la guantera y encontró lo que aquel imbécil intentaba coger. Una pistola automática. También había una caja de munición. Se llevó ambas. Cuando al conductor le fue desapareciendo el pitido de su mente, consiguió abrir los ojos. Tenía toda la cara hinchada y llena de sangre. Se levanto y a duras penas pudo meter de mala manera a su compañero inconsciente en el coche. Se dio cuenta de la desaparición del arma y supo que tenían suerte de seguir con vida. Cuando se recuperaron decidieron mover sus operaciones a la otra punta de la ciudad, no querían volver a tentar a la suerte con aquella apisonadora salvaje que les había robado la pistola.

Aquella noche, ya en su habitación y lleno de adrenalina, Ariel dejo la pistola en el cajón de la mesita de noche, se metió un acido con la ayuda de una lata de cerveza que le quedaba en la nevera y entre colores danzantes pudo ver su futura vida de éxitos en el mundo del crimen.
Sort:  

Aquí voy empezando como dice la recomendación del último capítulo :D Me causó mucha gracia el nombre largo de Med ;D

Así conoces a los 4 personajes que acompañan a Ariel que son; Med, Lolo (alias pepa pig), Edna y Valentina.
Espero que te diviertas, yo lo hice escribiéndolas.
Saludos @fanisk

Toma ya! Me estoy mordiendo las uñas esperando las nuevas correrías. Dónde estamos? Malasaña, Chueca, Vallecas? Bueno a todo, Ariel Bach. Y qué quieres, con ese apellido!

Que venga más y rápido, querido Valki!

¡Muchas, muchas, muchas gracias @gregario. Voy a ponerme las pilas con las historias de Ariel que te aseguro que traerá muchas sorpresas. No me costará mucho, por que esto es lo que me gusta de verdad, lo disfruto y me sale fácil.
Tendría que haber empezado por aquí, pero uno llega ha steemit y piensa en llegarle a la gente en lugar de hacer lo que uno quiere.
¡Saludos!

Hola @valki, me encantó. Lo importante es hacer lo que a uno le gusta. Med,jeje

Así a de ser todo, jugar, amar, viajar, comprar, trabajar, en definitiva; Vivir. Todo ha de ser divertido, sino no vale la pena.

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