A falta de pan...

... Buenas son tortas!

Hoy llegué un poco cansada del trabajo, con ganas de comerme una arepita con queso para cenar y, cosa rara por estos días, no había harina de maíz en casa - está bien difícil de conseguir por estos lares - y bueno, para no quedarme con las ganas, decidí hacerlas de avena. Ya sé, ya sé... No es lo mismo ni sabe igual (¡nada como una arepita de maíz bien hecha!), pero dadas las circunstancias, como reza el dicho: a falta de pan, buenas son tortas!

Y a decir verdad, son muuuy buenas y saludables. Yo, como le creo a mi abuela, suelo comer mucha avena. Ella dice que es muy saludable y que da mucha energía, que pone la piel bonita y un montón de cosas más. Además, como me gusta leer, me he dado a la tarea de buscar información acerca de las propiedades de la avena y tal parece que mi abuela tiene razón (como siempre 😌). Le atribuyen una cantidad sorprendente de propiedades, desde mejorar el tránsito intestinal por su alto contenido de fibra hasta ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.

De pequeña, mi madre solía hacernos atole (o atol, como decimos en Venezuela) de avena para el desayuno o en las tardes un batido refrescante con avena, canela y bastante hielo (¡divino!). Aparte de estas dos maneras de consumirla y un pancito andino con avena que solía comprar mi papá, no conocía otra forma de consumirla. No fue sino hasta después de casada que empecé a incorporarla a otras preparaciones como a las arepas pero siempre en mayor proporción la harina de maíz que la avena.

Con este asunto de la escasez de alimentos en mi país, la harina de maíz precocida es quizá uno de los rubros que presenta mayor dificultad para conseguirla y si la consigues a través de revendedores es muy costosa; y siendo las arepas "el pan nuestro de cada día", comprenderán que algo había que hacer al respecto!

Primero intenté hacer las arepas usando únicamente harina de avena - que no es más que la propia avena molida o pasada por la licuadora - y no, fracaso total: la masa un pegoste y las arepas amorfas y duras, ¡horribles!. Luego las hice con la avena en hojuela. Allí ya mejoró la cosa pero aún no quedaban con una consistencia que me convenciera del todo. Posteriormente, se me ocurrió que si las arepas de maíz las hacíamos a veces aliñadas, con éstas también podría funcionar. Y sí, definitivamente muuucho mejor! Insisto, no son las arepas típicas de maíz pero son realmente muy buenas y como sustituto de las tradicionales no queda nada mal.

Las he hecho agregándoles remolacha, zanahoria, apio (no, no es el céleri o apio españa como lo conocemos acá en Venezuela, es un tubérculo que se cultiva en la región andina que lo llamamos apio, creo que también lo llaman racacha), ají dulce y un montón de vegetales más y quedan espectaculares - la avena siempre en hojuela - y como ya vienen con muchas cosas en la masa con un quesito blanco semiduro quedan perfectas, aunque puedes rellenarlas con lo que más te guste!

Acá te dejo tres versiones a ver si te animas a hacerlas o puedes prepararlas con vegetales de tu preferencia.

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Arepas de avena, harina de arroz y calabacín
Avena en hojuelas, 3 tazas
Calabacín rallado, 2 tazas (puede variar según el gusto)
Harina de arroz, 1 taza
Sal al gusto
Un huevo (opcional)
Un chorrito de aceite de oliva (opcional)
Agua
Colocas todo en un bowl y agregas poco a poco el agua, amasando muy bien hasta que quede bien mezclado.
las cantidad de agua a agregar varía de acuerdo a la avena que uses. De acuerdo a mi experiencia, mientras más entera es la hojuela, más agua absorbe. La mezcla debe quedar algo húmeda (más que lo que quedaría con la harina de maíz) ya que la avena, al dejarla reposar, absorbe la humedad y suele quedar una masa muy seca que se va a resquebrajar al armar las arepas; por lo tanto debes dejarla un poco más húmeda de lo normal.
Una vez hecha la masa, la dejas reposar un ratico (10 minutos serán suficientes), haces las arepas (haces una bolita y las aplanas), las sellas en el budare o plancha y las llevas al horno. Allí se van a inflar un poco, cuando le des una palmadita y suene como un tamborcito están listas!
Éstas las rellené con un atún en escabeche que tenía en la nevera, un poquito de queso fresco semiduro rallado y aguacate.

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Arepas de avena, zanahoria, apio, cebolla y pimentón
Avena en hojuelas, 3 tazas
Zanahoria rallada, 1/2 taza (puede variar según el gusto)
Apio rallado, 1/2 taza (puede variar según el gusto)
1/2 cebolla grande cortada pequeñita
1/2 pimentón cortado pequeñito
2 o 3 cucharadas de aceite para sofreir
Sal al gusto
Agua

El procedimiento es básicamente como el anterior, la única diferencia es que los vegetales los sofreí antes de colocarlos en la masa pero también puedes ahorrarte este paso y agregarlos directamente sin hacer el sofrito. Sí queda diferente en un caso y otro pero igualmente muy bueno en ambos.
Éstas las rellené sólo con queso fresco semiduro rallado, muuuy ricas!! 😋

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Arepas de avena, remolacha y zanahoria
Avena en hojuelas, 3 tazas
Remolacha (betabel) rallada, 1 taza (puede variar según el gusto)
Zanahoria rallada, 1 taza (puede variar según el gusto)
Sal al gusto
Un huevo (opcional)
Un chorrito de aceite de oliva (opcional)
Agua

Nuevamente, el procedimiento es como en los anteriores, esta vez no sofreímos nada, todo crudo al bowl y listo!
El relleno fue de queso y aguacate. Como ven, un espectáculo de color esta arepita

Ahora, es momento de disfrutar, ñam!

¿Te animas a hacerlas?, buen provecho!