REFLEXIONES ESPACIALES VIII: Diario de abordo 19023048.

EX36546, la esperanza, un planeta de muy similares características a nuestra amada Tierra, su tamaño se estima en 1,3 veces el tamaño de nuestro planeta. Visto desde el espacio parece un lugar ideal para establecernos, para reiniciarnos como especie, para tener un nuevo comienzo para una humanidad al borde de la extinción.

Dejamos atrás nuestras antiguas concepciones, hemos forjado nuevas formas de entender la naturaleza y de convivir en ella y con ella, hemos dejado atrás a nuestro antiguos e idealizados dioses y hemos comprendido que el único dios que existe es el poder de la naturaleza para crear vida a partir de la muerte.

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Comienza el descenso de Infinity X previa descontaminación de la nave, no nos podemos permitir el contaminar el planeta, somos seres altamente contaminantes, todas las precauciones son pocas.

Infinity X ha tocado suelo, es el momento de salir ahí afuera, es el momento de la verdad, la atmósfera parece totalmente respirable para nosotros pero en un principio vamos a salir con oxígeno asistido, no podemos cometer errores, hay que ir paso a paso.

Se abre la compuerta, un espectacular sol nos da la bienvenida, es maravilloso sentir de nuevo su calor en nuestros cuerpos, sentirse vivo al ser tocado por esa enorme estrella de energía pura, que nos otorga la existencia. Ahora nuestros trajes se vuelven molestos, apenas dan movilidad y queremos sentir ese sol de forma directa, llevamos tiempo sin tener esa sensación de vida, necesitamos sus vitaminas.

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