María.

María ya tenía sus grandes ojos abiertos cuando sonó el despertador, se sentía muy emocionada, por fin había llegado su primer día de clases. La pequeña salto de la cama y se incorporó con mucha gracia. Se fue al baño recogió su larga cabellera, se quedó mirando en el espejo mientras se quitaba la camiseta y el acostumbrador, inspecciono su pecho para ver si ya había comenzado a desarrollarse pero no aun solo eran tetillas tan grandes como las de un varón. Esto le decepciono, ya todas sus amigas les habían comenzado a crecer los senos antes de salir de vacaciones de verano.

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Sería la última de sus amigas en hacerse mujer, sus pensamientos fueron interrumpidos porque alguien toco la puerta del baño. A lo que ella exclamo -¡está ocupado! Mientras se metió en la ducha, pensó que el agua estaba muy fría a lo que grito, -padre podrías revisar el calentador no está funcionando. Se apresuró a ducharse y para ahorrar tiempo cepillo sus dientes en la ducha, no quería llegar tarde a su primer día de clase.

Salió corriendo de la ducha resbalándose se golpeó la cabeza con el lavamanos y cayó al piso boca arriba. Aunque estaba consiente, no podía moverse, intento pedir ayuda pero las palabras no salían de su boca.

Sentía como la sangre brotaba por su frente, rodaba por su rostro humedeciendo su cuello y espalda. Pensó ¿voy a morir aquí? ¿y así?, ¿a los 12?. Dios si me escuchas por favor no me dejes morir. Déjame crecer, permite me tener mi primer beso, mi baile de graduación de secundaria. Dios por favor hay tantas cosas que quiero hacer como amar, viajar, vivir.

Quiero morir de anciana rodeada por mis hijos, nietos. De pronto una luz se hizo cada vez más brillante hasta que todo lo que la rodeaba era solo luz. Hasta que escucho su nombre María, es hora de levantarse señorita hoy es tu primer día de clase no querrás llegar tarde jovencita.
_ ¡Abuelita! , Estas viva! Tuve un sueño horrible, que estabas muerta.
_ Solo fue un sueño amor, aquí estoy a tu lado. Ahora levántate y te espero abajo para que desayunes.
_ Seguro abuelita no tardo.

La abuela salió del cuarto cerrando la puerta a su paso y María se metió en el baño recogió su larga cabellera, se quedó mirando en el espejo mientras se quitaba la camiseta y el acostumbrador, inspecciono su pecho para ver si ya había comenzado a desarrollarse y tenía senos hermosos y perfectos, no recordaba en que momento crecieron y eso la confundió por un momento. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos porque alguien toco la puerta del baño. A lo que ella exclamo -¡está ocupado!

Cuando termino de ducharse se vistió y bajo a desayunar. Su abuela había salido pero le dejo una nota en el refrigerador que tuvo que salir a acompañar a su mama hacer unas compras y que escucho por la radio que las clases habían sido suspendidas por la nevada de anoche.

_ Que mal pensó la pequeña tanto esperar para nada. Y de pronto su hermano Marcos entro a la cocina y ella confundida se le quedo mirando a lo que él le dijo_ que paso enana parece que vistes un fantasma.
_ No tonto no es eso solo que tuve un sueño muy extraño que habías muerto en un accidente d tránsito.
_ Bueno, pero estoy aquí que es lo importante. ¿Quieres salir a jugar en la nieve?
_Si claro. El último en llegar es un huevo podrido.

Al salir de la casa ella quedo paralizada y el hermano la empuja diciéndole. _ ¿Qué paso enana tienes miedo a que mi muñeco de nieve sea mejor que el tuyo por segundo año consecutivo?
_ No, no es eso, es que estoy confundida, se supone que nos habíamos mudado.
El hermano le lanzo una bola de nieve y le dijo _ quizás lo soñaste también, porque mamá jamás se mudaría de esta casa. Sabes lo que ella siempre dice que aquí la sacaran cuando ella muera y le lanzo otra bola de nieve. A lo que agrego _ que pasó gallina, a la vez que cacareaba imitando a una gallina.

Comenzaron a lanzarse bolas de nieve y ella resbalo golpeándose la cabeza y perdiendo el conocimiento. Una luz blanca la hizo enceguecer. Cuando de pronto escucho un llanto, cuando giro hacia donde provenía el llanto se dio cuenta que estaba en un hospital, no entendía como llegó a ese sitio y sintió miedo de ver lo que estaba detrás de esa cortina, daba pequeños pasos hasta que se paró justo frente a la cortina la tomo de un extremo y cuando la fue a abrir. Escucho una voz que alguien la llamaba y al girar para ver quien la llamaba otra vez una luz la encegueció y al abrir los ojos estaba su hermano llamándola y pidiéndole disculpas por haberla lastimado.

Como estuvo inconsciente por el golpe en la cabeza su hermano decidió que era mejor llevarla al doctor, aunque ella le dijo que no era necesario. Tomaron prestado el carro del papa. En el camino ella insistía en que no era necesario, pero él le decía que si debía verla un doctor, que sus padres se molestarían si le llegaba a pasar algo por no llevarla.
A los pocos minutos llegaron al hospital, a la chica la atendieron por emergencia. El doctor decidió que tenían que dejarla en observación toda la noche para hacerle unos exámenes. El hermano no se podía quedar con ella, por normas del hospital, pero si dejaron que se despidieran.

_Tengo miedo le dijo a su hermano. No me dejes sola por favor.
_ Escúchame, eres mi hermanita menor nunca te dejaría sola, se quitó una cadena del cuello y se la coloco a ella. Diciéndole – cuando sientas miedo toca la cadena y será como si estuvieses tomando mi mano. Le dio un beso en la frente le dijo que la amaba y que todo iba a salir bien.

Ella también le dijo que lo amaba. Entro una enfermera a la habitación y le pidió a el que se marchara. El salió de la habitación y la enfermera le pidió a la muchacha que se cambiara la ropa por la bata, porque tenían que hacerle unos exámenes.

Cuando termino de cambiarse la llevaron hacerse una resonancia magnética.
Antes de meterla en el túnel para hacerle el estudio ella le dijo al doctor que era claustrofóbica a lo que el doctor le replico, tranquila la enfermera te va a sedar así que tu solo vas a volar y tener un agradable sueño, mientras yo hago todo el trabajo.

A los pocos segundos de que le colocaran la inyección, una luz brillante encegueció a la pequeña y al volver en si estaba en un sitio que le era familiar, otra vez el llanto detrás de la cortina blanca. Su corazón comenzó a latir acelerado y un escalofrió recorrió todo su cuerpo. Tenía el presentimiento que lo que se encontraba detrás de esa cortina cambiaría su vida. Pero necesitaba saber ¿quién y porque lloraban?

Al correr la cortina una mujer de pie lloraba junto a alguien que estaba acostado en una camilla, pero l mujer no dejaba ver quien era la persona en la camilla. De pronto alguien le toco la espalda e hizo que esta volteara.
¡Marcos! Exclamo mientras ambos se abrazaron. ¿Qué está pasando?, estoy enloqueciendo. En ese momento el padre entra a la habitación y dice amor te traje un café y atraviesa a ambos como si no estuviesen presentes en esa habitación.

María se sorprendió por lo ocurrido –como es posible que él nos atravesara como si no estuviésemos presente. ¡Papi!
Marcos le coloco la mano en el hombro y le dijo la que está en esa cama eres tu María, te golpeaste la cabeza y estas en coma. Cuando te vistes sangrando tu miedo fue tal que creaste sueños para eludir la realidad.
_ con lágrimas en sus ojos ella pregunto _ ¿voy a morir?

_ No, lo se María, eso solo lo sabes tú y Dios. Yo solo estoy aquí para acompañarte al igual que la abuela. Estamos para acompañarte en la espera o en la transición para el otro mundo. Pero solo tú sabes si es tu hora de partir o no.
En ese momento entra su abuela y la abraza, mi pequeña te deje con tu hermano porque necesitaba estar con tu madre, necesitaba apoyarla en estos momentos tan difíciles.
Los tres se abrazaron y un par de lágrimas se escaparon de los ojos de María y rodaron por su mejilla, su madre se dio cuenta y coloco un dedo y justo cuando la lagrima hizo contacto con el dedo esta volteo y vio por un segundo a María, Marcos y su madre abrazados.

Fin.