¿Cuál es el propósito de un negocio? "Hacer dinero", dirán muchos en sus mentes. "El propósito de un negocio es la rentabilidad, la multiplicación del dinero de los inversores". Y puede que sean respuestas válidas, pero estamos perdiéndonos mucho más.

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No digo que no sean elementos importantes, pero no son los únicos. Tal como dice Peter Drucker “las ganancias son para una compañía como el oxígeno para una persona. Si no tienes suficiente, quedas fuera del juego. Pero si crees que tu vida se trata solamente de respirar, estás realmente perdiendote algo…”

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Y puede que el principal problema del funcionamiento capitalista sea de nivel psicológico. Las compañías en su mayoría presentan productos al público que verdaderamente son producidos en condiciones éticas, ecológicas, sustentables con el fin de aportar valor al mundo, no simplemente obtener dinero. En este sentido, es un tipo de pensamiento que siempre conlleva al daño.

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El propósito de los negocios

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En su lugar, propongamos una actitud reflexiva y trascender el paradigma que los negocios son solamente para hacer dinero. Tal como las profesiones tienen un propósito más allá de hacer dinero: si eres abogado es porque aspiras a la justicia más allá del dinero, si eres médico, tu propósito es servir y curar, ¿me explico? Necesitamos aportar significado a la actividad que nos dedicamos para ganarnos la vida, o al menos aspirar alcanzarlo. De lo contrario, caemos en el lado más oscuro del capitalismo, donde lamentablemente gravita la mayoría del mundo.

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El modelo SPICE

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John Mackie, CEO de Whole Foods. Propone que el propósito de un negocio va más allá que proteger el dinero de los inversores, o hacer dinero. Él propone que “el propósito de los negocios es el amor”.

“Los negocios tienen un propósito más allá que hacer dinero” John Mackie

Son varios los elementos que importan. No solamente el capital de los inversores. También es necesario con el acrónimo propuesto por Mackie SPICE: Sociedad, Partners (socios en inglés), Inversores, Clientes y Empleados.

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Sociedad

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Entonces, la postura de un capitalismo consciente tiene en cuenta el valor o posible daño que aporta o hace a la sociedad. Lo ideal sería una situación ganar/ganar. Que el servicio/producto que ofrezcamos no enferme a nadie, no perjudique a corto ni largo plazo, un sentido ecológico y sustentable. Que tu compañía no contamine los ríos ni los alimentos, y ese tipo de cosas que pocos cumplen.

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Partners (socios en inglés)

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Esto corresponde a todas las personas con las que nos relacionamos dentro de nuestro ámbito profesional. Quienes colaboran con nosotros y nos ayudan realizar mejor trabajo. Con estas personas, nuestros negocios deben ser responsables, sin manipulaciones y con claridad. Lo ideal es mantener relaciones saludables. De nuevo en un contexto de la eficiencia de Pareto: ganar/ganar. Considerando como socio principal al planeta.

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Inversores

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El dinero lo aportan ellos. Aportan el oxígeno, y este debe ser cuidado. Utilizado con suma cautela, aprovechando oportunidades y comprendiendo los aspectos psicológicos de la economía (posiblemente mi próximo post). Nuestro negocio debe responder responsablemente por ese dinero y multiplicarlo.

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Clientes

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“El propósito de un negocio es crear un cliente” señala Peter Drucker (sí, de nuevo citando al maestro)
Nuestro cliente debe recibir más valor por lo que paga.
Por ejemplo, si yo quisiera cumplir este elemento: tú tienes que recibir de mi parte en este artículo mayor valor para tu vida por el tiempo que empleaste leyéndome, votándome o comentándome. Y créeme que me esfuerzo para que así sea.

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Empleados

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¡Cuantas grandes firmas de distintas industrias explotan a sus trabajadores! En un reportaje acompañado de su singular humor, además del impecable grupo de producción, en su programa “Last week tonight show” John Oliver deja al descubierto las prácticas de distintos nombres en la industria de la moda. Trabajo infantil, condiciones inseguras en el lugar de trabajo, hacinamiento, salarios subpagados.