¡Hola Steemians!

Como ya os he contado en alguna ocasión, la aviación es una de mis pasiones. Por eso, me gustaría compartir con ustedes su historia. Desde las primeras ideas, hasta hoy.

Ahora parece muy fácil, pero para llegar a lo que tenemos hoy en día, ha sido necesario mucho esfuerzo y sacrificio.

Pero, empecemos por el principio...

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Mitos y leyendas

Probablemente el hombre ha sentido desde siempre la necesidad de volar. No existen grabados o dibujos prehistóricos que relacionen al hombre con el vuelo, solo leyendas y mitos.

En la mitología de Occidente, con la leyenda de Ícaro y Dédalo, es donde más se acerca al hombre, y no a los dioses, con el vuelo.

Dédalo era un famoso arquitecto que construyó un laberinto donde encarcelar al hijo del rey, el Minotauro, monstruo mitad hombre y mitad toro. Para que no pudiera revelar el secreto del laberinto, el rey también encerró a Dédalo y a su hijo, Ícaro, de donde pudieron escapar gracias a unas alas de cera, diseñadas y fabricadas por Dédalo. Ícaro, sin tener en cuenta los consejos de su padre de que no volara demasiado alto, ya que si se acercaba al sol, la cera de sus alas se derretirían, se aproximó tanto que sus alas terminaron derritiéndose y se precipitó al suelo.

Dédalo e Ícaro

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Los primeros pasos

A partir de aquí, multitud de personajes: filósofos, matemáticos, mecánicos, monjes y pícaros, algunos por verdadera curiosidad científica y, otros, para medrar, intentaron construir alguna forma de alas, lo más parecidas posible a las de los pájaros.

Pero no fue hasta el renacimiento, cuando el genial Leonardo da Vinci realizó estudios y experimentos y dejó los primeros documentos precisos sobre diferentes máquinas voladoras, en las que se aprecian muchas de las características de lo que más adelante sería un avión.

También se adelantó en en la utilización de conceptos de plena actualidad hoy en día, como la igualdad entre las fuerzas de acción y reacción (fundamento del motor a reacción), las alas articuladas e incluso geometría variable, el mando único para el control de dirección y profundidad y el tren de aterrizaje retráctil. También, realizó estudios y planos de lo que podrían ser los antecesores de los helicópteros y paracaídas.

Diseños de máquinas voladoras realizados por Leonardo da Vinci.

Sin embargo, Leonardo se equivocó en su idea de que los músculos humanos son lo suficientemente potentes como para impulsar las máquinas voladoras, error que demostró un profesor de mecánica, el napolitano Borelli, quien dedujo con sus cálculos que el vuelo mecánico con alas batientes, impulsadas por el hombre, era imposible, debido a la desproporción entre la fuerza y el peso de las personas, en comparación con los mismo parámetros en los pájaros.

Por esta razón, el diseño de aparatos propulsados por energía humana fue abandonado, cediendo su lugar a aparatos de experimentación de reducidas dimensiones o a veleros, que permitían la realización de pequeños vuelos en planeo.

Más tarde, el desarrollo del los globos fue impulsado de manera notable. Primero, los hermanos franceses Joseph y Etienne Montgolifer, quienes realizaron la primera ascensión en globo. Después, el físico inglés J. A. Charles, que utilizó hidrógeno como gas propulsor, más efectivo y menos peligroso que el aire caliente empleado por los hermanos Montgolfier.

Globo aerostático de Jacques Charles

El desarrollo de unas alas que proporcionasen un mejor coeficiente de vuelo, fue estudiado y experimentado por una de las figuras claves de la historia de la aviación: Otto de Lilienthal. Realizó unos 2000 vuelos en planeadores de su invención.

Otto de Lilienthal: "el hombre pájaro"
Litcherfelde, Berlin 1894

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El primer vuelo

A pesar de los problemas de los globos y de las limitaciones de los planeadores, muchos críticos, incluso algunos hombres de ciencia, afirmaron que “los más pesados que el aire”, como denominaban a los proyectos de avión, jamás llegarían a elevarse.

Fueron los hermanos Wilbur y Orville Wright (Estados Unidos) quienes tuvieron el honor de superar ese reto y realizar el primer vuelo, completamente propulsado y controlado, de la historia de la aviación.

El 17 de diciembre de 1903, Orville Wright efectuó un vuelo, el primero de la historia, que duró 12 segundos y en el que recorrió unos 40 m. A lo largo de la mañana del mismo día, los hermanos realizaron tres vuelos más, en el último de los cuales Wilbur logró mantenerse en el aire 57 segundos y recorrer 300 m.

Fotografía original del primer vuelo con motor de la historia.
A los mandos Orville Wright; a la derecha, su hermano Wilbur.
Diciembre de 1903.

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La aviación comercial

Las primeras compañías de aviación nacen en la década de los 20, aunque fue durante la década de los 30 donde se produjo el afianzamiento de de la aviación comercial, debido al lanzamiento de nuevos tipos de aviones: más rápidos, de mayor capacidad y con más autonomía.

El modelo que marcó la época, al ser el primero en satisfacer plenamente los requerimientos básicos de un avión comercial (seguridad, velocidad y economía), fue el Douglas DC-3.

DC-3 operado por Flygande Veteraner en Suecia.

Durante los años 20, asistimos al nacimiento del transporte aéreo de pasajeros y a la creación de nuevas compañías, como Deutsche Lufthansa, que se convertiría en el mejor escaparate de los modelos alemanes, como la saga de los Junkers, con el emblemático trimotor Ju 52/3m –“Aunt Ju”.

En estos años también aparecen otras compañías aéreas históricas, como la belga Sabena, Pan American, o Aeroflot. La primera compañía española fue CETA (Compañía Española de Tráfico Aéreo), en 1921.

CETA

En 1927 aparece Iberia Aérea, que más tarde se transformaría en LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas), el origen de la actual Iberia.

Ford Trimotor empleado por LAPE, matrícula EC-RRA.

Continuará

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@nelyp

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