Entre la mirada callada y furiosa de las olas grises, tuve un sueño desgarrador, como una canción de cuna, el mar me arrullaba con su luz de oro, primero a gritos, luego a respiraciones pausadas y calmadas, el agua siempre furiosa calmaba mis ansias con sus remolinos de color azul celestial. Presagios de lo inevitable, olas de gran tamaño venían a mi en rápida velocidad, en la vida real, eso significa problemas y traiciones, es inevitable soñar al respecto, ya que, mi vida actualmente esta llena de eso, por razones ajenas, mi sueño/portal es solo una proyección de lo inevitable, solamente como la ola me cubriese, sabría yo el resultado trágico o aventurado de esta señal onírica sobre mi persona. Primero jamás me tocó de golpe, hasta ahí todo bien, estaba yo en las alturas, lejos de la orilla y de la costa. Si sabía que algo pasaría, me lo presentía, pero no fui tocado de forma violenta por la furia del mar, eso me llenó de paz y tranquilidad. Saldría victorioso de cualquier mal intención, esa era la señal que esperaba. Sutilmente la tempestad vendría en camino pero la puedo soportar, como siempre, resistiendo de pie, jamás de rodillas.

La naturaleza de lo oculto siempre me manda señales pertinentes, el mar jamás ha sido representado simbólicamente en mis sueños, toda aparición señala algo de mística en sus mensajes que luego se aplican en mi vida diaria. Agradezco infinitamente estos dones, saber "ver" mas allá de lo evidente, estaba yo en la montaña salvo de toda perturbación, ella también estaba, la Virgen del Valle, levitando, cuidando mi alma de que no muriese ahogado por su fuerza bravía, fuerza que se ha llevado a tantos a lo largo de los siglos... y ahí estaba yo, tratando de entender porque aún no era mi momento de fallecer bajo el agua, el terror de presenciar unas olas gigantes tan cerca que casi podía oler el salitre, pero tan lejos como para que me aplastarán, me confundía y perturbaba, pero la sola presencia de la sagrada entidad mariana me daba paz.

Se que nunca ha sido fácil surgir entre personas malintencionadas y mucho menos con falta de estima, carencias de todo nivel y capaces hacer daño enmascarando su rostro y obras detrás de una falsa hipocresía, esa es la gente que traiciona sin problema alguno, que destruye carreras, relaciones de pareja, familias e incluso países. Y esta gente se llena la boca diciendo que otros son falsos, cuando realmente los falsos son ellos mismos, creen que alguien los envidia pero lamentablemente solo sentimos pena por sus acciones y conductas, presagiando el final de sus cortas vidas improductivas, pueden durar muchos años "vivos" en la tierra pero muertos por dentro, y solos, ese es el destino que les depara, eso significan olas de gran tamaño y furia, queriendo en un mar caótico ahogarnos, pero si las olas no te tocan y a lo lejos ves un mar bravo que ni te salpica, puedes estar tranquilo, que es mi caso, agradezco la protección de las entidades superiores que siempre desenmascaran falsedades, tumban caretas y ponen en evidencia las tristes realidades ajenas, como no sentir lástima por ellos, se sienten mar furioso y no llegan ni a tocar un solo cabello de mi cabeza.

Soñar con mar da para mucho, en mi caso actual me reveló mi triunfo sobre cualquier adversidad, lamentable final para las olas: se calmaron y el agua se secó! Se secó por dentro y toda fauna marina falleció dentro de ella, se acabaron sus corales marinos, su "creatividad" la abandonó para irse a las montañas y a los volcanes de fuego, muchas fueron sus víctimas ahogadas pero pocos logramos burlar la muerte y crear nuevos reinos en otras latitudes, la creatividad se fue con cada uno de nosotros, los sobrevivientes y pudimos vivir sin ese mar tóxico, erosionado y seco.

El mar callado ahora sabía que tendría que vivir con esos remordimientos, sus acciones habían llevado a su oleaje a la soledad mas pura, los seres que habitaban en ella, ahora muertos y descompuestos le daban un hedor particular, difícil de sacar, que siempre la acompañarían hasta el final de su vida.

En las montañas otro tipo de agua fresca y pura se bebe, dulce, divina al paladar, manteniendo el ecosistema de todos los sobrevivientes hasta el final de nuestros tiempos, en familia, unidos, tomados de las manos, disfrutando la vida mas allá de la costa, de la arena, del vacío que dejaron sus restos humanos ya marchitos y de barcos rotos por el caos de la otrora fuerza marítima. En este nuevo lugar solo a lo lejos a veces nos recordamos de esa amarga experiencia que mas nunca repitió su lamentable hazaña, la recordamos con lastima y luego seguimos nuestras obligaciones, reconstruyendo nuevos reinos y nuevas experiencias mejores, sin pensar ya en lo ocurrido, avanzando, Estos nuevos aires son tan calmados, la fragancia de sus aromas nos llenan de paz verdadera. Ya ha pasado tiempo de ese sueño con las olas y ese mar bravío, lo que tenía que ocurrir ocurrió en la vida real sin ni siquiera afectarme directamente, pude salir airoso de toda situación que me perturbaba y he podido disfrutar de la vida calmada entre árboles, ríos y quebradas montaña adentro, junto a quienes sobrevivimos de tal catástrofe. Si esperamos regresar un día al agua porque no albergamos rencor en nuestros corazones, ya sabemos que el mar siempre se renueva, y cualquier espíritu que envía tempestades es condenado por Poseidón a los infiernos marinos, escoltado por su hijo Tritón y sus ejércitos para perecer en el olvido eterno. Ya en ese momento regresaremos al mar que nos recibirá con los brazos abiertos junto a su nueva entidad protectora, y victoriosos ni siquiera recordaremos ya ese fatídico día ya antes mencionado.