Presento con alegría mi primera entrada en el concurso #comedyopenmicespanol en su RONDA 16, fue un placer haber sido invitado a participar por @Salvao, a quien ya le debía un reto; aquí vengo, pues, a intentar cubrir la deuda con un relato que espero encuentren "divinamente" divertido. Sin más lo dejo con:

Paraíso prometido

Muy contento estaba Dios, o al menos Él eso se creía, cuando decidió bajar a la Tierra a contemplar su creación de cerca. No hallaba el buen Dios por dónde empezar a darse la vuelta. Vio unos edificios enormes, eran de las más grandes empresas del Mundo, le habían dicho a Dios que ahí vivían los hombres más poderosos de la Tierra. Entró al edificio más alto entre risas de los que por ahí entraban y salían al ver sus celestiales túnicas. Pidió Dios que lo llevaran con el Jefe Principal de aquella empresa.

Ahí esperaba Dios ante la mirada vigilante de la secretaria que insistente le decía, —Imposible presentarse sin previa cita— No entendía Dios el porqué de la espera y seguía insistiendo, —Si todo esto es mío de cualquier manera. Señorita, Yo quisiera ver al Hombre más poderoso de la Tierra, conocer su experiencia y si le ha sacado provecho a mis regalos—, decía Dios en tono humilde y suplicante. Y la secretaria le explicaba: —Si esa es su cuestión puedo decirle que es el hombre más malhumorado del planeta; y si no me lo cree vamos a comprobarlo y ya no me dé usted más problemas.

Al momento la secretaria habló por el intercomunicador, explicando al jefe que ahí estaba Dios esperando una entrevista. Del intercomunicador sólo se oyó: —Pregúntele que cuánto pide por su Negocio y si no vende, que ni piense en quitarme mi tiempo valioso. Si no viene con alguna oferta, nuestra gente de seguridad con gusto le enseñará el camino a la puerta.

Se iba ya Dios un tanto triste cuando la secretaria le dice, —Si quiere entrevistarse con personajes poderosos que viven más felices, vaya con los políticos, ellos siempre estarán contentos de platicar sus fantasiosos proyectos. No terminó de decirlo la secretaria cuando desapareció Dios delante de sus ojos.

Se apareció Dios en el Edificio del Congreso al poco rato, se reían los diputados al ver a aquel hombre barbado como salido de muy antiguos relatos. Alguno le decía, —Señor, usted no puede venir a hacer aquí peticiones, para eso hemos puesto institutos especializados para todo lo que necesitan los pobres—. Dios, ansioso a uno y otro preguntaba que qué habían hecho con el precioso fruto de la labor humana. A lo que un diputado le contestaba, —Señor, aquí no nos metemos con el trabajo, ¡Dios, nos guarde!, nosotros sólo tratamos con las leyes y los impuestos para el buen ciudadano—. Otro replicaba, —¿Por qué no se va usted al Instituto del Empleo? Ahí encontrará para hacer muchas cosas de provecho—. Ni bien le habían dicho esto, cuando Dios se había ya esfumado, dejando a sus narices un apestoso humo negro.

Ya estaba Dios, o al menos Él eso se creía, en aquel edificio gris de la Fábrica de Inútiles Objetos, y todos lo miraban entre risas reprimidas pues sabían que no vestía la ropa reglamentaria y sea cual fuera su puesto ya le esperaban graves descuentos. —Póngase al menos el casco, no vaya a ser que de su cráneo se fracture algún hueso y como no lo traía usted puesto, no lo cubrirá el seguro. Dios, confundido sólo atinaba a decirles, —Hijos míos, para ustedes es el Paraíso prometido.

Un obrero, el de más experiencia se acercó a Dios y le dijo, —Mira muchacho, aquí no nos tragamos el cuento de Santa Claus ni de los tres Reyes, a nosotros se nos reclama siempre que no llevamos el pan a la mesa ni compramos la ropa de nuestros hijos. Si quieres saber de la vida, consíguete una esposa y aquí nos veremos día con día, luego lo platicamos un rato en la cantina… Pero, ¿dónde se ha metido este tipo? — Terminó diciendo extrañado el viejo obrero, pues Dios como un aire frío se había escabullido entre ellos, dejándolos con la piel erizada, temblando de miedo.

Ya estaba Dios abriendo la puerta del cuarto de casados en alguno de los pisos de un edificio de departamentos, su esposa apoyada sobre el armario, despeinada y con el camisón mal puesto. ¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Y dime qué haces vestido con esa bata, te metieron con los locos o sólo andas buscando cómo escaparte del trabajo? —Le decía sin disimular su risa, aunque de pronto ya más seria, le dijo contundente—. Te quiero fuera de esta casa inmediatamente, ve qué puedes llevarte pero ni creas que vas a abrir este ropero. —Se fue Dios sin emitir sonido, mientras que dentro del armario se escuchaba un “¿ya puedo salir?” demasiado tibio—.

Ya andaba Dios caminando por las calles, cuando de pronto un hombre sin casa le comenzó a hacer la plática:

—Hey, amigo, ¿tú que haces?

—Soy el Dios del Universo, o al menos eso me creía Yo, pero ya no sé ni lo que quiero.

—No te preocupes, yo te entiendo. Estoy seguro que la gente te ha corrido de todos lados sin hacerte el menor caso.

—Yo mismo no sé cómo es que no has empezado por burlarte al estar vistiendo estos trapos.

—Hermano, ¡qué cosas dices!, yo te voy a decir el secreto que tengo para recuperar tus poderes sobre la raza humana.

—¿Cómo, si tú al parecer no posees nada?

—Tengo una imaginación que me permite ver a la gente que quiere intimidarme tal como Tú mismo la trajiste al mundo y haciendo las muecas más extrañas, moqueando a chorros o haciendo en cualquier lado sus “necesidades”. Estando todos desnudos no hay entre los seres humanos uno más poderoso que el otro, todos tenemos un cuerpo.

—Tú me has dado la respuesta, y en donde menos Yo la estaba esperando. Ya sé cómo le voy a poner un nuevo sabor al Planeta. Te dejo ahora como la criatura más hermosa, por tu sabiduría, en recompensa te daré un Mundo mejor. ¡Espérate una buena sorpresa!

Al marcharse Dios quedó el vagabundo con un buen sabor de boca, sobre todo cuando se dio cuenta que ya no había calles, ni coches ni edificios, todo era tranquilo y lo mejor, nadie traía ropa.

FIN

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Dejo mi reto para dos grandes amigos que espero que lo encuentren divertido y se animen a participar. Va para @Mllg y @JoseGilberto :)

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Imágenes originales

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@LeVeuf

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