Fiorella y Adam — Capítulo 3 | La carta de Adam.

Para mi amada Flor.
De tu amado protector.
Amada mía, disculpa mi demora en hacerte saber de mí. El gordo Dax me visita más seguido y no deja de revisar cada rincón de mi habitación, como si te ocultara en algún espacio. ¡Ay como quisiera, dulce Flor!
Desde tu última respuesta he añorado poder verte de nuevo, y solo me conformo con observar como se oculta el sol tras haber salido desde el este, por tu ventana. Siento que cada atardecer me trae noticias tuyas, y me da fuerzas para esperarte una noche más. Tal vez solo tengamos al sol, la luna y a mi gato Rose de nuestro lado, pero es más que suficiente. Sé que todo estará bien muy pronto. Siento que estos seis meses confinado he logrado amarte con más intensidad gracias a la esperanza de un futuro sempiterno a tu lado. ¿Qué he hecho para merecer tu amor, princesa? ¿Soy digno de merecer tal sentimiento?
Tal vez estas palabras no logren describir ni la mitad de mi amor hacia ti, pero si no lo intento el mismo sentimiento me va a ahogar y me hará hervir desde dentro. ¡Ay si tu no fueras princesa y yo no fuera hijo de la bruja! No decaigas por favor, amor mío. Me encanta imaginar como sonríes al leer mis cartas, así que por favor complace a mi imaginación, que es el único lugar en donde te abrazo libremente y puedo sentir tu espesa cabellera negra escurrida entre mis dedos. Es mágico sentir tus húmedos labios en mis mejillas y tu calurosa mirada sosteniendo la mía, como si una dependiera de la otra; como si se fusionaran en un hilo mágico que teje un mundo utópico en donde tú y yo somos los únicos existiendo por una eternidad.
Amada Flor, necesito que confíes en mí. Debemos escapar y alejarnos al sur, ir lo más lejos que podamos de toda esta maldición que nos mantiene separados. La reina y mi madre nos quieren quitar la felicidad, y debemos luchar por ella. Escaparé del castillo. Fiorella, luego de que yo me vaya vendré por ti, no tardaré, lo juro. Amor mío, te buscaré y nos iremos lejos de aquí y nos regocijaremos en esta bella pasión que nos quema desde dentro, solo espérame, y pon tu confianza en mí, que no fallaré.
De tu eterno enamorado, para mi eterna amada.
Adam.