La humildad. Por @lecumberre
La humildad
Se define la humildad el estado de la persona que no hace ostentación de sus virtudes.
En diversos pasajes de La Biblia se hace referencia a este valor, que es uno de los más hermosos y sublimes del ser humano. En Romanos 12:16 se pide no ser arrogantes, sino solidarios con los humildes.
Ya, en los tiempos actuales, una cantidad notable se autocalifican de humildes, y hasta ponen unos rostros de compasión, no solo hacia los demás, sino hacia sí mismos también, y dan ejemplos de lo que tienen, y dicen que no es de ellos, sino de quien lo necesite, pero a la hora de la verdad, se desentienden, y echan al olvido su falso teatro.
Confieso que sí me gustaría ser humilde. Y, aunque varias veces me han dicho que soy humilde, no me siento así, y le pido a Dios que me impulse y coadyuve a serlo, y eso es ayudando al prójimo en sus necesidades en cuanto pueda.
Y vuelvo a La Biblia -le leo un capítulo diariamente-, y un ejemplo de humildad es el de la viuda pobre, que depositó unas monedas de poco valor como ofrenda, pero Jesús dijo que ella había dado la más alta ofrenda porque los demás, que eran acaudalados, daban lo que les sobraba, y esta mujer había dado todo lo que tenía para vivir. Y todo con fe, amor y corazón.
Con el caos económico, social y moral que se vive en el tiempo presente, la cantidad de gente humilde se hace precaria, pero no deja de haber gente de estas características.
Ser humilde no significa andar mal vestido o mal presentado, sino de forma sencilla y honesta.
¿Políticos humildes? Es realmente difícil. Bástese que cualquier persona, por muy escasos recursos que tenga, llegue a una posición importante, para que pierda todos los rasgos de humildad.
Ya para finalizar, les digo que es difícil ser humilde, pero se puede. Y recuerden que debe ser espontánea la humildad.
Que mi Dios querido les bendiga
Autor: Landis Rafael Álvarez Lecumberre
@lecumberre
¡Qué bonito es ser poeta en este hermoso universo
para decir todo en verso desde la a hasta la zeta!
