Conceptos musicales #12. Partes de una partitura (Sistema pentagramado). Repaso de los 2 posts anteriores.

Por lo que hoy no haré el repaso acostumbrado, dado que no será necesario por el carácter de este post que les presento, el cual espero les guste.

Y a continuación este resumen para terminar de visualizar el objetivo completo de los posts anteriores.

Este estudio del proceso de armar compases nos servirá no solo para ejercitar nuestra lectura musical, sino también para tener una herramienta para ubicar esas cifras indicadoras que necesitamos para una composición o un arreglo, y para eso necesitamos manejar estas herramientas con total libertad de manejo. Estoy mostrándoles todas estas cifras indicadoras más que todo como ejemplo de los resultados obtenidos al agregar o quitar pulsos a un compás para trabajar con una determinada combinación de pulsos, no lo hice pensando en coleccionar cifras indicadoras, porque es mucho más útil saber cómo se obtiene cualquier compás según nuestras necesidades del momento, y sobre todo en función de trabajar para los temas, para que la música sea la protagonista y en consecuencia crear arte.

Los compases que necesitamos memorizar para nuestro uso diario realmente son los principales de cada tipo de compás, de los simples, los de 2, 3 y 4 tiempos, de los compuestos, los de 6, 9 y 12 tiempos, y de los amalgamados los de 5 y 7 tiempos. Yo digo que esta memorización de compases así como todo lo demás que debamos memorizar para tener presente, tiene que ir primero en función de nuestra realidad como músicos, cual es nuestro trabajo, cual es la música que tocamos, si tocamos varios géneros distintos, si solo tocamos géneros de música venezolana….Trabajar en función de que es lo que de verdad necesitamos en este momento presente.

Realmente no sirve de nada ser una biblioteca musical si no aplicamos lo que aprendemos en la vida real, y no lo digo para hacer girar todo en torno al trabajo que nos pagan, porque nunca he sido partidario de eso, pero eso es otro tema de reflexión, al cual probablemente dedique un post reflexivo. Me refiero a lo importante y crucial que es encontrar nuestro algo que decir en la música, y para eso necesitamos ser honestos con nosotros mismos en cuanto a cuál es la música que queremos tocar y estar claros con eso.

El trabajo de Mozart, Haydn y Bach es muy importante todavía para el infinito mundo de la música, pero si no es lo que estás buscando, pues entonces no tienes que escuchar ni saber tocar todas sus sonatas y conciertos para piano o cualquier otro instrumento para poder tener libertad musical, que realmente es lo que debería ser más importante para nosotros los músicos.

Y no se trata de dejar de ser curioso e investigador, sino más bien dirigir nuestras curiosidades e inquietudes hacia nuestras necesidades reales con la música. Si vas a tocar música electrónica es probable que necesites trabajar muchas veces con compases de 8/8, pero en música venezolana sería más útil pensar en ese compás como producto del cálculo o la búsqueda interna del momento, hecha por nosotros mismos como compositores o arreglistas, porque se puede tocar algún tema con ese compás, pero ninguno de nuestros géneros tradicionales ni urbanos usa ese compás como base para llevar un tema. Serviría más que todo para crear contrastes en alguna parte del desarrollo de la canción, para hacer una fusión de géneros (habrá un post dedicado a las fusiones) o para crear algún género nuevo de música venezolana, como ya se ha hecho en varias oportunidades desde hace muchos años.

En mi opinión todos los músicos ejecutantes desde su género musical, llámese pop, rock, jazz, música venezolana o cualquier otro, deberían preocuparse por ponerse al día con la teoría musical, y si no han entrado a un conservatorio convencional, pues sugiero hacerlo pero no para quedarse con las perspectivas que ahí enseñen, porque normalmente solo dirigirán todas las materias musicales hacia la música académica, que es sublime y hermosa, pero no todos los alumnos que ingresan a esos conservatorios están ahí por la música académica.

Lo digo para buscar aplicar todos esos conocimientos y herramientas al género con el que de verdad quieran formarse, y así en un futuro (a modo de sugerencia y petición) puedan aportar creando conservatorios para cada género, donde todas las herramientas de teoría musical, de lenguaje, de entrenamiento auditivo, de armonía, de composición y arreglo estén orientadas hacia ese determinado género musical, proporcionando un camino más marcado para los que quieran entrar en el mundo de la música popular o en cualquier otro género.

Pero sobre todo…………….para que nos dediquemos a tocar, que al fin y al cabo es el verdadero motivo por el que nos preocupamos por estudiar música.

Nos quedarán pendientes dos componentes más de las partituras, que son más que todo optativos, pues no en todas las partituras se usan, pero es importante conocerlos, me refiero a las repeticiones y las armaduras, pero eso será en la siguiente edición.