Fin de semana de suspenso La joven de la autopista.

Fuente: https://www.youtube.com/channel/UC6WaYB_BU3l6EEVkFMF071g

Hola queridos amigos, muchas gracias por apoyar mi trabajo, hemos llegado a otro fin de semana de suspenso. Navegando en la Web, me cruce con esta escalofriante leyenda urbana, habla de los accidentes de tránsitos que han crecido drásticamente, Juan un conductor cansado se duerme al volante provocando un gran accidente y se vara envuelto en una terrible historia de terror.

En la ciudad autónoma de Buenos Aires, la línea número 60 de colectivo de pasajero, es una de las líneas con el mayor recorrido, una empresa que da comienzo su recorrido en el Barrio de la Boca y Termina en Pilar La zona norte de Buenos Aires.

El tránsito vehicular en la provincia había crecido mucho en los últimos años y con él los accidentes automovilísticos, más de la mitad de los accidentes eran provocados por los mismos transeúntes, estos accidente eran los más frecuentes en el recorrido de la línea 60 de colectivos, uno de cada diez accidentes estaban involucrados los vehículos de pasajeros.

La situación económica del país por aquel entonces no era muy buena, todos los empleados especialmente los empleados de la línea 60 tenían que hacer horas extras para ganar un poco más de dinero, esto hacia que el 80% de los empleados manejaran los colectivos muy cansados.

Una noche después de una larga jornada de trabajo, Juan un chofer de la línea acababa su jornada de trabajo, como todas las noches debería llevar el autobús en la terminal de ómnibus muy cerca de su casa, a poco más de media hora de trayecto tomando la autopista saliendo del casco céntrico, estos últimos minutos a Juan se le hacían interminables.

Estos últimos minutos todos los días eran un verdadero sufrimiento, el hecho de estar solo y cansado tenia tendencia a dormirse, esto no pasaba cuando iba con el pasaje lleno, los viajes de esta manera era más entretenido, se entretenía escuchando las anécdotas de los pasajeros, discusiones de parejas de novios, coqueteando con algunas señoritas, pero era muy distinto cuando el colectivo iba vacío, esta media hora se hacían eternas.

Todo este último trayecto iba cabeceando del cansancio, pero no se podía dar el lujo de parar porque faltaba poco para llegar y debía entregar el autobús a la hora establecida, esto era un control muy estricto para que los chóferes no utilizaran el colectivo con fines particulares.

En un segundo Juan se durmió, solo basto ese segundo para perder la estabilidad del colectivo y salirse de la carretera llevando por delante a una joven que estaba parada junto al cordón del asfalto, nada pudo hacer para esquivar el bulto de la joven.

Juan trato de esquivar a la mujer pero la velocidad del colectivo se lo impidió, desesperado apretó el freno pero ya era tarde, el colectivo acababa de pasar por encima de la joven.

Juan escuchaba horrorizado como las ruedas del colectivo quebrajaban los huesos de la mujer, el autobús pego un gran salto como si acabara de pisar el palo de un gran árbol, esto angustio al pobre Juan que se quedó sin aliento, pensaba como sucedieron los hechos y sabía que la culpa había sido de él.

Pudo parar el colectivo a pocos metros del accidente, miraba hacia atrás y veía el cuerpo muerto de la joven tiraba sobre el asfalto, no tenía duda de que había matado a la joven mujer.

Como era de noche y alejado de la ciudad no había testigo del hecho, esto motivo la imaginación de Juan que solo pensaba en sus hijos, quien daría de comer si él fuera preso, qué pensarían los vecinos y las habladurías que llegaría a oídos de los niños, que seguro lo acusaran de asesino, esto no podía permitir.

Volvió a mirar para todos lados, apago todas las luces del colectivo para ver mejor en la oscuridad, al comprobar que estaba solo, prendió las luces y se retiró del accidente dejando atrás el cuerpo de la joven muerta en el asfalto sumergida en un mar de sangre.

La desesperación no lo dejaba pensar bien, llevaba ese colectivo a toda velocidad, no podía dejar de pensar en la situación y su culpabilidad del accidente, su corazón latía rápidamente provocando un fuerte dolor en el tórax.

Juan iba solo en el autobús pero sentía una presencia en los asientos de atrás del colectivo, miro por el espejo retrovisor y no vio a nadie, pero continuaba sintiendo una presencia en el fondo del autobús, volvió a mirar por el espejo retrovisor y esta vez la vio, en el último asiento de atrás había una joven sentada que no dejaba de mirarlo, muy asustado giro su cuerpo hacia atrás para ver mejor, pero en el último asiento no había nadie.

Giro rápidamente su cuerpo mirando la autopista, muerto de miedo volvió a mirar por el espejo retrovisor y vio a la joven que estaba parada a pocos metros de él, incrédulo de la situación volvió a girar su cuerpo hacia atrás para ver mejor, y no veía a nadie, esto lo asusto mucho, un escalofrío recorrió de sus pies hasta su cabeza, quería saltar del colectivo en movimiento.

Juan giraba su cuerpo y no podía ver a nadie, pero el sentía la presencia de la joven a sus espalda, tenía miedo de mirar por el espejo, porque al parecer este era el único vínculo con la joven muerta, como si sus ojos tuvieran vida propias iban despacio hacia el espejo retrovisor, ahí pudo ver nuevamente a la joven que se aproximó algunos metros más hacia él, esto asusto mucho a Juan que continuaba manejando a máxima velocidad, volvió a mirar por el espejo y la joven estaba parada junto a él, en eso ve como la mujer estira su brazo y apoya las manos en sus espalda.

En escalofrío recorrió todo su cuerpo, pudo sentir las manos congeladas de la joven apoyando en su espalda, en ese instante mira la autopista y ve nuevamente el semblante de una persona que está apunto de arrollar con el autobús, esta vez logra esquivar el bulto pero pierde el control del colectivo saliéndose de la autopista para incrustarse contra una columna.

Juan permaneció en la sala de terapia intensiva por varios días en el hospital del distrito, cuando despertó comprobó que estaba internado en el nosocomio. No estaba seguro lo que había sucedido, respiro aliviado pensando que todo fue un sueño, al mirar hacia la puerta vio a dos oficiales de la ley, ahí regreso la terrible pesadilla.

Los oficiales caminaron unos pasos hasta su camilla.

¡Buenas Noches Juan! ¿Cómo te sientes? Dijeron los oficial de la ley.

Juan solo movió la cabeza asintiendo de estar bien.

Veras estamos aquí para hacerte unas preguntas, recibimos los resultados de las pericias de un accidente ocurrido el día martes, los resultados dieron positivo del ADN de la víctima en el colectivo que Ud. Conducía.

¿Puede decirnos si reconoce a esta joven?

Juan por poco tiene un paro cardiaco del terror que provoco al ver la fotografía, en ese instante recordó la imagen de la joven que vio en el espejo retrovisor del autobús ¡Era ella, se trataba del fantasma de la joven!

Juan se sentó en la camilla y pudo ver su cuerpo sentado en la cama en el espejo, a su lado estaba el fantasma de la joven tomando su brazo, ahí volvió a sentir las heladas manos de la joven tocando su cuerpo, Esto seguirá así hasta el final de sus días, cada vez que mire a un espejo vera al fantasma de la joven.


Fuente: http://ar.cienradios.com/historias-de-terror-100-real-que-no-vas-a-poder-creer/

Fuente: http://www.leyendas-urbanas.com/la-chica-del-asiento-de-atras/

Te espero mañana para disfrutar de otro relato de mi tierra Corrientes.

José Luis Fernández
Corrientes Argentina


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