Ese día me levante tempranito, como a las seis de mañana hacia mucho frioooo. Pero igual me levante de un salto agarre mi toalla y me fui al baño.

Mi casita ubicada en un barrio de antímano, es grande esta de frente a la montaña, y por lo tanto recibe muchísima brisa, el baño queda afuera de la casa con dos ventanitas y sin agua caliente así que imagínense, cuando abrí la ducha y me cayó el agua encima brrrr que frio el grito que pegue despertó a mi hermano, jejeje.

Agarre mi bolso, la bolsa con la arepa rellena de queso mmmm!, y baje el barrio 10 minutos por las largas escaleras, me encontré con unas vecina que estaban bien chéveres una de ellas, una señora como de 50 años yo tenía 20 años, con un vestido ceñido guao que cuerpazo tenia, note que llevaba un hilo negro, no tenía brasier y los labios de color vinotinto, de verdad la señora provocaba, tal vez corrompía muchachos pero… yo no tuve la oportunidad.

Caminamos hasta la parada y agarre la camioneta que nos dejaba cerca del Yaguaral, tenía clase de controles, lástima que solo había solo una chica gordita pero bien cariñosa. El Yaguaral es un edificio industrial, medio sombrío, pero con los estudiantes siempre cobraba vida. Ahí la vi, bajita con buen busto, caderas bien definidas, labios carnosos, cabello con rizos, piel blanca, se me acerco y me dio un beso apasionado, con su lengua húmeda, me pego su pecho al mío, la garre por la cadera y el beso se extendió un buen rato….

Llego la hora subí y camine por el pasillo, estaba solo el pasillo no había mucha clase ese día, las paredes blancas y los cubículos de los profesores vacíos, cuando iba por la mitad del camino un profesor de matemática conocido me saludo, conversamos un rato.

Ya eran la 4:30 pm y seguí hasta el final donde estaba el Aula 15, toque, abrí y ahí estaba ella sentadita en el escritorio sola, no había nadie en el Aula.

Cierra la puerta con seguro - me dice, y ayúdame con estos problemas. Ok déjame acercar una silla, no siéntate aquí conmigo, yo me siento en tus piernas. Estábamos pegados a la pared, y no pasaron cinco minutos cuando giro su cabeza y comenzó a besarme, su lengua húmeda es un sueño, no se oía ruidos afuera, me anime a las caricias; besos y caricias, ella tenía puesto un mono deportivo, busque las trenzas del mono, las hale y afloje, mi camisa salió de mi pantalón, la de ella del mono, metí una mano en su camisa subí, agarre, acaricie su piel muy suave, su brasier de encaje lo afloje y toque más, su pezón era pequeño y suave, nos besamos más, ya estábamos sudando con las caricias, ella se levanta se voltea y se sienta frente a mí, su camisa cae al suelo, quito suavemente su sostén y veo su pezón pequeño y rosado, pase la lengua por mis labios, la comencé a besar por el cuello baje poco a poco hasta llegar a su pecho, con una mano acariciaba una con mi boca disfrutaba la otra. Paso no se cuánto tiempo y llegaba el momento, se levantó repentinamente y su mono cayó al suelo igual que su blúmer, mi pantalón se bajó hasta los tobillos igual que mi bóxer, seguía en la misma silla pegada a la pared cerca del escritorio en el Aula 15.

Se acercó de nuevo y como un animal sediento de agua se me abalanzo encima, entre comportamiento agresivo y tierno, se acomodó y entre en ella, poco a poco después más rápido, no se oía ningún ruido afuera, seguíamos arriba y abajo como si montara a caballo, seguimos y repentinamente nos fusionamos en uno, llego el clímax y nos besamos apasionadamente, nos abrazamos, nos miramos, nos sentimos uno…

Ya eran las siete y asustados ahora logramos salir del aula antes que cerraran la universidad, caminamos a la parada bajamos, agarramos el metro, cada uno a su casa, dormí placenteramente esa noche.