Relato de una procrastinadora

Mas o menos desde que empecé la universidad he estado lidiando con un comportamiento para entonces inusual en mí. Era el mismo patrón siempre: tenía una gran responsabilidad (tarea, evento, investigación) y constantemente dejaba de prepararme para asumirla. Al proponerle a mi mente hacer con antelación lo que tenía pendiente, sentía cómo la motivación para ejecutar la tarea se desvanecía con lentitud...Como si uno de esos horrendos dementores de Harry Potter hubiese llegado a absorber todo lo que quedaba de ella, toda mi energía. Me sentaba frente a la computadora para hacer mis tareas y...NADA, no salía nada.

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Todavía lo padezco. Es como una droga, siento que necesito estar cerca del deadline para que mi mente se ponga a trabajar, para que las mil musas lleguen a rescatarme justo cuando el tren de las responsabilidades está a punto de arrollarme ¿quién necesita un Red Bull, eh? Así sobreviví mi vida universitaria...Y aquí estoy.

Nunca supe de qué se trataba, sólo que aparentemente no era la única que lo experimentaba. Parecía un mal de mi generación (unos lo padecían más que otros) y no me llegué a preocupar tanto porque siempre me jactaba de saber trabajar bajo presión. Hasta que un día leí un artículo relacionado a la procrastinación y dije ¡no puede ser! al fin puedo ponerle nombre.

Para quienes no saben, de acuerdo al Gran Diccionario de la Lengua Española, la palabra "procrastinar" proviene del latín procrastinare y quiere decir "dejar una cosa para hacerla más tarde". "Es la acción o el hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables."

Pero en fin, procrastiné la procrastinación...No me hice cargo y los trabajos empezaron a pasarme factura, me estresaba más, me daba ansiedad...Ya no era la escuela, ya no era la universidad; aquí debía cumplir o bueno, adiós a mi sueldo.

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Recuerdo que una vez ayudaba a alguien para obtener el título de coach y le decía que sentía que siempre dejaba las cosas incompletas pero esta persona me preguntaba ¿has logrado graduarte? ¿has hecho un curso? ¿has conseguido alguna meta que te hayas propuesto? Y a todo respondí que sí; ella me dijo entonces "no es que dejas las cosas incompletas, es simplemente una percepción que tienes de ti ¡mira todo lo que has logrado!"

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En ese momento pensé cuanta razón tenía, tu mente es tu propio límite. En esos días traté de mejorar pero pronto olvidé hacer rutina el cambio que quería ser y volví a lo mismo. Por eso escribo esta publicación, porque quiero dejar sentado el pequeño gran cambio de mi vida: iniciar una jornada en la que pueda dejar de procrastinar tanto, poco a poco (aunque ahora mismo lo esté haciendo). Se que será extremadamente difícil porque dejar de hacer las cosas como siempre las has hecho es muy complicado. Sin embargo, tengo la convicción de que soy mi límite y que con constancia puedo lograr lo que quiera...Lo he hecho antes, como me dijeron.

Si pasas por lo mismo o solías hacerlo y has encontrado una buena forma de lidiar con ello, deja un comentario que estaré encantada de leerlo. Por ahora, me estoy empapando de las posibles estrategias para lograr mi cometido, te seguiré contando lo que pase.

Como siempre, gracias por tomarte el tiempo de leer mi publicación

PD: ¡Feliz 2018 mis queridísimos steemians! Desde ya empezando con cambios positivos. Buenas vibras para todos.

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