Cada uno de nosotros es una unidad que posee tres áreas completamente distintas, estas mantienen una constante conexión conceptual invisible entre ellas, lo que ocurre en una; hará un cambio en las demás.

hablo de la relación Cuerpo-Mente-Entorno. Debemos tener en cuenta que el equilibrio que tengamos en estas áreas nos garantizará nuestra calidad de vida.

Nuestra mente no es solo cognitiva, también es afectiva. Esta tiene relación con el cuerpo, también con el ambiente físico y sociocultural que nos rodea. La mente no solo se basa en una parte evolutiva y otra biológica, sino también una física y otra social y cultural.

La mente y el cuerpo, se integran íntimamente. Estos se entrelazan intrínsecamente en la corporeidad, ya que el organismo aprende y se desarrolla al mismo tiempo.

Estas dos áreas –mente/cuerpo- se influencian mutua e intensamente, y también interactúa constante y activamente con su entorno. Son inseparables e interdependientes; como el sólido y el espacio, el sonido y el silencio, la figura y el fondo... No puedes separar la actividad y el desarrollo de la mente, ni del cuerpo del contexto, es una conexión invisible.

Nuestro contexto puede ser un gran compañero o un gran enemigo, ser un motor que te impulsa o un ancla te hunde. Tu entorno te puede inspirar o deprimir. Nutrir o envenenar. Tenemos el poder de elegirlo y de evitarlo. Debemos tener muy en claro que nuestro entorno te puede dar o quitar energías. Y Este viene junto con la influencia de las personas que es invisible y silenciosa, pero… Se acumula con el tiempo, y sus efectos acaban siendo muy visibles y ruidosos.