Saludos Steemians, estoy poniendo en movimientos mis dedos, inspirándome y activando mis publicaciones.

Hoy dejo en la Blockchain de Steemit una Anécdota muy especial y espero que les sea de reflexión, No podía dejar pasar mucho tiempo para escribirla, porque cuando postergo tanto algo, se me olvida, porque la emoción del acontecimiento pasa.

Les voy a describir rápido los acontecimientos, espero les guste conocer cómo es eso, que se recibe del universo tanto como se entrega.

Un Día

Podría ser cualquier día, el universo no sabe de tiempos, solo conspira para que ocurra lo que tenga que pasar.

00:00 – A esa hora decidí dormir.

Después de hacer varias actividades, es normal que a cierta hora de la noche, aún nos encontremos haciendo tareas, para supuestamente en mi caso me levantaría las 5:00 am. Uno es el plan para el día siguiente, pero lo otro es como se desarrolle.

06:15 – Hora Real que me desperté.

Levantarse con una alarma desagradable, que no es la melodiosa que a la que se está acostumbrado, es terrible, sin embargo el tiempo avanza, no hay minutos para perder, hay que salir de la cama para hacer lo que se planeó.

06:40 – Saliendo de Casa para el Gym.

Sigo avanzado, no me detengo, hay cosas que hacer, salir de casa, montarme en el carro y continuar, sentía que aún no estaba totalmente despierta, encender la radio ayuda, sabes que debes estar atenta a lo que haces.

07:10 – Llegando al Estacionamiento.

Llegar, para mi fue un paso gigante, ya que hace unos treinta minutos no tenía idea si llegaría a una hora acorde. Vivir en la Ciudad de Caracas algunos días puede ser complicado, pero hay otros en que las vías están libres como el viento.

Bajar del vehículo, tomar el bolso y continuar el camino, no tiene complicaciones, las mismas llegan cuando: te despiertas tarde, con una alarma terrible, tu cerebro no termina de coordinar bien las tareas, entonces puedes hacer cosas desde el automático.

¿Para qué agarrar una billetera si vas a el gimnasio?

No tengo la mínima idea con qué fin la tomé, solo sé, que fue como a las demás cosas, pero a cada una le dí puestos distintos, mi bolso no lo solté, pero la billetera la dejé sobre el techo del carro. Seguro se imaginan lo ocurrido.

Quizás hasta el carro no cerré con seguro, pero tengo la suerte que el cierre es automático.

08:20 – Saliendo del Gym para ir al Estacionamiento.

Un pensamiento: ¿Dónde dejé la Billetera?

Así como me vino esa pregunta, también llegó la respuesta: sobre el techo del carro. Bueno pensé lo lógico para muchos, que ya la había perdido, pero no desesperé, seguí al carro porque debía guardar el bolso y agarrar mi equipo de trabajo. Ya había pasado casi una hora desde que había bajado del carro.

Sorpresa

Allí estaba 😍 desde lo lejos la veía, quien podía imaginarse que en medio de un estacionamiento pueda ocurrir algo así.

Recibes del Universo tanto como entregas

La verdad no es la primera vez que me ocurre algo así, estoy en Venezuela, en donde me ha tocado vivir experiencias muy gratificantes con mis pertenencias. Ya he publicado en otras redes, cómo me han devuelto mis objetos de forma íntegra, como me han ayudado en momentos que jamás pensaba recibir y como he vivido la solidaridad.

Desde hace mucho me he dedicado a entregar aquello que encuentro, trato en lo posible ayudar a aquel que algo olvida, cada vez que soy participe consciente o inconsciente me siento satisfecha. No es inmediato la respuesta del Universo pero en algún punto del tiempo te la dará.

No puedo esperar menos del Universo

Una pequeña anécdota para mostrarles lo que creamos con nuestras acciones, así las recibimos.