Siempre ambos ahí, en esa pequeña pieza con la cama vuelta un lio y reggae de fondo. Este le otorgaba una pizca de tranquilidad al ambiente que no era más que una pila de desorden atascado de ropa, la cual no podíamos distinguir si estaba sucia o aún se podía usar. Sin contar el par de platos que esperaban ser lavados.

Él bailando despreocupado y yo tan sólo deleitada observándolo, él parecía encontrar paz en lo intangible, no le gustaba la realidad y con ella las responsabilidades que esta traía. Todo en su cabeza se basaba en teorías sobre cómo se comportaba la gente, esto le intrigaba a montones, yo solo le oía y siempre debatía en un intento vano, ya que él siempre quería ganar las discusiones.

Así se tratase de por qué es inmoral llenar las calles con algo de basura y no es igual de inmoral colarse en las filas, para él solo era inmoral lo que él no hacía. Al final terminaba riéndome de su absurda lógica y él, en una mezcla de rabia y risa me concedía un par de besos.

Ambos hartos de estar cansados y atrapados en la habitación, mientras hacía un calor terrible y contra todo pronóstico hacíamos el amor, aunque este se convirtiera en una fausta unión de nuestras pieles sudadas y nuestros cuerpos revueltos en el desorden. Él mirándome mientras sus dedos me llevaban a lugares desconocidos sin siquiera salir del cuarto y una retahíla de gemidos daban fin a aquel encuentro, propiciando una paz indescriptible que detenía el tiempo, todo era silencio, mientras yo seguía tumbada en su pecho.

Las horas corrían hasta que era momento de irme a continuar con mi vida (en la que era mucho más responsable) entonces él, al presentir el fin, se levantaba y se dirigía a buscar agua, regalándome una vista que deleitaba a cualquiera.

Al regresar podía notar como me veía ahí tendida y una sonrisa surcaba su rostro, entonces yo sonreí y le pregunté:

-¿Qué pasa?
-Ojalá pudiese pintarte, pareces una obra de arte.

Ojalá se le diera pintar así como se le daba mentir. Entonces él seria Picasso y yo la musa que nació de sus mentiras.

Este escrito nació de una secuencia de relatos
que aún no tienen final o comienzo,
si quieres leer los anteriores te dejaré el link.

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