Hay muchas personas que quejan de la familia que tienen, del país donde viven, de un montón de condiciones sobre las que ni si quiera tienen control sobre ellas y piensan que eso va a ser lo que va a definir su destino.

En cambio puedes asumir que las condiciones no las puedes cambiar y enfocarte en las decisiones que tomas.

Recuerda: tú decides en que te enfocas, tú decides que significado tienen para tí estas condiciones y también decides que hacer al respecto.

Así que enfócate en tus decisiones y deja de hablar de tus condiciones.

2. Las creencias esculpen tu vida

_{La realidad no es algo objetivo, la vemos a través del filtro de nuestras creencias. Fuente}

Las creencias sobre los eventos son lo que esculpen nuestra vida, no los eventos en sí.

El ser humano no tiene una memoria fotográfica y exacta de las cosas que nos suceden, simplemente guardamos interpretaciones de los eventos que nos han sucedido.

Las creencias de estos eventos que te han sucedido, es realmente lo que va a esculpir tu vida.

Puedes pensar en tu vida como en una gran escultura que vas a hacer, y a la que para darle forma cada día tienes que ir dándole un poquito al cincel para ir sacando las partes que van a construir al final esa gran figura.

Y aquí cada evento, cada obstáculo, cada circunstancia negativa tienes que verla como un hecho que va a hacer que progreses, que va a sacar un buen pedazo de material de tu escultura para acabar creando esa figura increíble que vas a ser tú mismo.

3. Entiende el dolor y el placer.

_{Podemos usar el dolor y el placer para manipularnos a nosotros mismos. Fuente}
Si quieres cambiar cualquier hábito, cualquier patrón que tengas, asócialo al placer, des esta forma lo acabarás obteniendo a largo plazo.

Por el contrario, asocia al dolor los hábitos que quieras expulsar de tu vida.

Date un premio, una recompensa cada vez que consigas hacer algo que te cuesta mucho, como por ejemplo acabar esa taréa que tienes enquistada que debes hacer y nunca encuentras el momento para hacerla.
Cada vez que consigas hacer esa tarea-reto date un buen premio, prepárate algo especial de comer, celébralo comprándote algo o regalándote unos minutos de placer con algo que te guste de verdad.

Al final vas a crear un potente anclaje y cada vez que veas una taréa difícil y que te cuesta hacer no vas a ver esa tarea sino la recompensa que te vas a dar después.

Igualmente un poco de dolor cuando no cumplimos nuestras metas y objetivos nos hará ponernos las pilas la próxima vez. Tu elijes "el castigo", pero debe ser algo que te recuerde que no quieres volver a ceder en ese hábito que estás construyendo..

Este sencillo pero potente secreto, puede ayudarte a adoptar los hábitos que van a construir tu propia vida y por tanto el destino que tú elijas.

Hasta aquí el post de hoy, espero que te haya gustado mucho y te haya podido ayudar o inspirar en algo en tu vida.
Nos vemos en el siguiente post.
¡Se Felíz!